Instalar puente peatonal frente a la UANE en Saltillo, decisión equivocada: expertos

Urbanistas coincidieron en que se pudieron tomar otras medidas a nivel de calle, además de que los puentes peatonales priorizan la velocidad de los vehículos

Coahuila
/ 21 enero 2024
COMPARTIR

La instalación del puente peatonal en el bulevar José Musa de León de Saltillo, frente a la Universidad Autónoma del Noreste (UANE), es considerada como una decisión equivocada por expertos en urbanismo.

La estructura se colocó en 2014 con la intención de dar mayor seguridad al estudiantado que cruza la vialidad, aunque según José Ruiz Fernández, presidente de la Asociación Mexicana de Urbanistas, son varias las razones por las que colocarlo no fue un acierto.

TE PUEDE INTERESAR: Saltillo: ¿de quién son responsabilidad las banquetas?

$!Estudiantes de UANE eligen entre el puente y la calle para cruzar el bullicioso bulevar José Musa de León, revelando diversas preferencias y motivaciones en su elección.

La primera de ellas es que, según Ruiz, no se consideró adecuadamente el contexto de la ubicación del puente, ya que detalló que bastaban algunos elementos de reducción de velocidad para garantizar la seguridad de las y los peatones.

En ese entonces, cuando aún no se abría el paso del bulevar José María Rodríguez en Portal de Aragón, el lugar contaba ya con un semáforo justo en la esquina poniente del Campus de la UANE. Además, la banqueta del lado del campus contaba con una oreja (que generaba una bahía de estacionamiento temporal) que se eliminó para dar paso a un tercer carril vehicular”, explicó Ruiz.

Detalló que con la apertura del bulevar José María Rodríguez, se instaló un segundo semáforo, lo que genera aún mejores condiciones para poder controlar la velocidad y prescindir del puente peatonal.

Otra de las razones que expuso Ruiz es la distancia que tiene que recorrer una persona peatona para cruzar la vialidad, ya que, a través del puente, son 160 metros, mientras que a nivel de calle son 25.

“En este punto es necesario considerar la dificultad que representa el uso del puente para alguien con silla de ruedas, que debe recorrer aproximadamente 68 metros de subida y 68 de bajada, con una pendiente que no es nada fácil de recorrer, a pesar de que cuenta con tres descansos intermedios por lado”, mencionó Ruiz.

$!Dificultades de accesibilidad: Usuarios señalan obstáculos para personas con movilidad reducida.

En un recorrido realizado por VANGUARDIA, también se pudo apreciar que una persona tarda aproximadamente 3 minutos en recorrer el puente peatonal, mientras que solo tarda 30 segundos en cruzar por el semáforo del cruce de José María Rodríguez y José Musa.

Otro de los aspectos que señaló el también docente de la Universidad Autónoma de Coahuila (UAdeC) es que la infraestructura del puente quita espacio transitable a la banqueta, particularmente del lado de la UANE.

Indicó que, como se puede apreciar en registros de Google, antes de la instalación del puente existían dos paradas de autobús, aunque una tuvo que quitarse para poner el puente.

Lo anterior, señaló Ruiz y comprobó VANGUARDIA en el recorrido, provoca concentraciones de personas usuarias del transporte público, que obligan a que las y los estudiantes a veces tengan que caminar por el arroyo vial, dada la dificultad de mantenerse circulando sobre la banqueta.

Explicó que lo anterior también es una dificultad para personas con una discapacidad motriz o visual.

En ambas banquetas, el primer descanso del puente quedó a la altura de la cara de una persona adulta, lo que es imposible de percibir con apoyo del bastón guía. Por lo tanto, una persona invidente podría lesionarse severamente al ir transitando sobre estas banquetas”.

Otro aspecto que indicó Ruiz y se pudo apreciar por VANGUARDIA es la invasión del puente hacia la franja de movilidad peatonal, así como a la franja de mobiliario y equipamiento urbano.

Al cruzar el puente, se puede apreciar que los postes de cableado eléctrico tuvieron que inclinarse para dar espacio a la estructura del puente.

Ruiz Fernández indicó una quinta razón para fundamentar la instalación del puente peatonal como una decisión equivocada, y es que, en general, dicha infraestructura incentiva el aumento de velocidad de vehículos motorizados.

$!Diana Infante-Vargas, investigadora de la Universidad de York, propone reconsiderar la utilidad de los puentes peatonales, señalando el de UANE como una oportunidad para redefinir la prioridad en el espacio público.

“Lejos de mejorar las condiciones de seguridad de quienes se desplazan a pie, las hacen más precarias. Para el caso del puente peatonal de José Musa de León, el caso es el mismo”, explicó.

Además, el urbanista señaló que, de acuerdo con la Ley General de Movilidad y Seguridad Vial, en la fracción I de su artículo 35 establece que “Se procurará evitar la construcción de pasos elevados o subterráneos cuando haya la posibilidad de adecuar el diseño para hacer el cruce peatonal, así como el destinado a movilidad no motorizada y de tracción humana, y las demás necesarias para garantizar una movilidad incluyente”.

ALUMNADO CRUZA POR PUENTE, PERO LE DESAGRADA

En el recorrido realizado por VANGUARDIA, se apreció que la mayoría de jóvenes que cruzan el bulevar José Musa de León frente a UANE lo hacen a través del puente.

No obstante, también se observó que otros alumnos prefieren caminar hasta el cruce con José María Rodríguez para cruzar por el semáforo a nivel de calle.

Rodrigo Emiliano tiene 20 años y acude a UANE a vender brownies y repostería en las afueras del plantel educativo, quien prefirió no usar el puente peatonal y cruzar en el semáforo al tener que transportar cerca de 10 kilos de sus productos.

“Transporto un carrito con varias hieleras y se me dificulta subirlo por el puente porque por aquí no lo tengo que subir. Me es preferible venirme hasta el semáforo que cruzar el puente porque me es muy largo para subirlo”, declaró el joven.

Itzel y Nalley de 19 y 20 años son estudiantes de psicología en el plantel y optaron por no usar el puente peatonal.

“Sí lo utilizamos, pero cuando traemos algo de prisa preferimos cruzar por abajo. A mí en lo personal me da pánico, me dan miedo las alturas y me dan miedo los carros pasando abajo de mí”, expresó Itzel.

“Yo usaba uno (puente) que está por mi casa y pasaba mucho de noche y me daba mucho miedo porque siempre estaba solo, entonces a veces te encuentras a otra persona cara a cara y a veces son señores que te sacan de onda y pues sí da miedo”, expresó.

Daniela y Valeria de 25 y 22 años sí usaron el puente peatonal, aunque señalaron que no fue la mejor experiencia por distintas razones.

Daniela argumentó que es un espacio angosto para que puedan pasar dos personas al mismo tiempo, además de que la rampa la consideró inclinada y complicada para una persona con discapacidad. Además, señaló que una de las principales razones por las que lo usó es que si tiene algún percance con un automóvil, sería culpa de ella al estar tan cerca del puente.

“Si viniera de noche sola no me sentiría muy cómoda caminando por aquí, aunque haya luces sigue siendo un espacio cerrado y si sucede algo pues nadie ve o es más difícil pedir algún tipo de auxilio”, señaló Daniela.

“Si tuviera que cruzar de noche lo haría por los coches y si algo me pasa pues los automovilistas pueden ver o los otros peatones que vayan pasando por abajo, pero pues aquí arriba nadie ve”, indicó Valeria.

$!Espacio perdido: El impacto del puente en la movilidad urbana es notable.

OPORTUNIDAD PARA CAMBIAR LA PERSPECTIVA

Por su parte, Diana Infante-Vargas, investigadora y doctorante de la Universidad de York, indicó que el puente de UANE es una oportunidad para cambiar la perspectiva respecto a los puentes peatonales.

Explicó que si bien hace 10 años se veían como una alternativa para la seguridad de los peatones, hoy ya no es así e incluso entre urbanistas se les llama “puentes antipeatonales”.

TE PUEDE INTERESAR: Sazón, tradición y diversidad: Descubre por qué Saltillo es el paraíso de las gorditas rellenas

“El puente antipeatonal de UANE presenta la solución ideal para poder crear un cambio en la narrativa de quienes merecen ser priorizados en el espacio público y cómo es que deberíamos de organizar el espacio público para dar prioridad en la pirámide de la movilidad”, indicó la arquitecta saltillense.

Indicó que la vialidad no es de una velocidad muy alta o de más de cinco carriles, por lo que a diferencia de puentes peatonales como los de bulevar Fundadores, su retiro es más viable.

Agregó que las decisiones respecto a priorizar los puentes peatonales en Saltillo no son exclusivas de alguna administración en particular, sino que ha sido una constante durante los últimos años.

Además, señaló que un posible retiro del puente no sería una decisión popular, pues habría muchas personas que se aferrarían a defender su posición como usuarios de vehículos motorizados a pesar de que la pirámide de movilidad prioriza al peatón.

COMENTARIOS

NUESTRO CONTENIDO PREMIUM