Juegos en línea, el nuevo patio de recreo en Coahuila

En medio de una pandemia, el distanciamiento social y las clases en línea, los videojuegos se convirtieron en el patio de recreo para decenas de menores saltillenses, en el que pueden convivir con más niños de otras entidades.

Para los jugadores es imposible pensar que a través de las pantallas no se puede sentir empatía, complicidad o forjar amistades a prueba de bombas, zombies o metralletas.

Emergen emociones como la alegría, la sorpresa, el enfado o el miedo, dicen, y son precisamente esas emociones las que conectan a los jugadores.

Incluso hay amistades que trascendieron como la de Ángel y Alan, ambos de 12 años, quienes más allá de encontrar con quien jugar, al cabo de varias “partidas” y charlas durante los encuentros, se convirtieron en verdaderos amigos.

Luego de interminables juegos, un día, Alan, originario de Guanajuato ya no apareció “en línea” por varios días. Ángel, quien radica en Saltillo, cuenta su madre Ana María Carrillo, se preguntaba una y otra vez por qué su amigo “ya no se conectaba”.

“Recordó que antes, a través de un chat en el videojuego, Alan le había pasado su teléfono y Ángel me pidió permiso a su mamá para llamarle”, cuenta Ana María.

Los padres de Alan nos dijeron que había estado enfermo de apendicitis y había entrado a cirugía pero la inesperada llamada de Ángel lo había animado muchísimo, comentó la madre de Ángel, pero también Ángel se mostraba muy entusiasmado, agregó.

UN ACERCAMIENTO

Los padres de ambos jovencitos pactaron una videollamada para que pudieran conocerse físicamente, pues hasta ahora sólo habían conocido su voz, más allá de sus gustos por personajes, rutas o escenarios de guerra en los videojuegos.

“Durante su primera llamada se presentaron y platicaron de su último juego, luego comenzaron a hacer llamadas más seguido donde presentaban a sus familiares y recorrían sus casas”, comentó Ana María.

La madre admitió que aunque al inició había prohibido a su hijo entablar conversaciones con quienes no conocía, le permitió hacer amigos mientras que ella pudiera tener la certeza de que fueran de su edad.

“Ahora creo que si además de distraerse un poco en medio del encierro, puede encontrar con quien charlar y tener un amigo, de algún modo los videojuegos permitieron que hiciera algo que se perdió totalmente con las clases en línea”, comentó la madre, y recomendó al resto de los padres a que se interesen por los juegos y conversaciones que pueden tener sus hijos con otros “jugadores”, conocer a sus padres o tener la certeza de que no son personas adultas que puedan invitarlos a tener conversaciones no adecuadas para su edad.

Ángel y Alan mantienen una amistad constante, charlan sobre las clases, materias, travesuras, novias y se identifican con el proceso al que ambos entraron este año: la adolescencia. Entre sus temas favoritos está el preguntarse cómo nombran o describen las cosas en cada lugar.

“Dice que cuando esté grande irá a verlo, que se buscarán para ser más amigos”, contó la madre, quien antes de esta experiencia, creía que era imposible sembrar una amistad a través de una pantalla, un juego en línea o a distancia.

JUGAR Y RELACIONARSE

Algunos jóvenes aseguraron que las plataformas con videojuegos, permiten interactuar de una forma que se acerca más a la presencia real de otras personas que los chats o clases en línea.

“Es que vas conociendo a otros por las estrategias que hacen o movimientos”, comenta Zadquiel, no es como en las clases en línea porque ahí pues a veces los ves pero no interactúas con ellos, agrega el joven de 15 años.

Pues al igual que Alan, Ángel, Nicolás y Linda, creen que los videojuegos son un espacio más sencillo para conocer a personas de su edad, pues hay un primer contacto sin cruzar palabras ni verse, representados por el personaje del videojuego que eligen.

“En las clases a veces los ves pero no hablas mucho, en los juegos sabes que si está ahí es porque le gusta ese mismo juego que a ti y pues empiezas a decir cosas como que buen juego o que buena partida y puedes mandar solicitudes de amistad”, comenta Nicolás.