‘Los sueños nunca mueren’: Preseleccionan para Juegos Olímpicos a atletas venezolanos refugiados en Saltillo
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Los Juegos Olímpicos son la mayor aspiración para cualquier deportista y en Saltillo, Edilio y Marialejandra Centeno Nieves encontraron un lugar seguro para poder cumplir sus sueños.
Nacieron, crecieron y se acercaron por primera vez al tiro deportivo en Barquisimeto, Venezuela, en el nicho de una familia que asumió esa disciplina como tradición.
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“De pequeñitos siempre en nuestra casa había pistolas, íbamos a la cancha de tiro, al polígono. Era como algo normal para nosotros”, detalló Marialejandra.
Fue Edilio quien se involucró desde los 14 años en el alto rendimiento y se le sumó su hermana años después.
Representando a Venezuela, Edilio y Marialejandra tuvieron grandes éxitos en torneos mundiales, nacionales, iberoamericanos y panamericanos, aunque no fue posible continuar ni viviendo ni representando a su país.
Tras la detención de un amigo suyo y al ver que la mayoría de los desaparecidos eran hombres de su edad, Edilio decidió a mudarse a México, aunque tenía la opción de vivir en España como había hecho antes.
“No había respeto a los derechos humanos, ni al debido proceso, ni nada. Si estabas en un lugar en el que no podías estar por casualidad de la vida, te podían pasar cosas malas. Ahí es donde yo decido salir”, contó el atleta sudamericano.
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De acuerdo al Observatorio Venezolano de Violencia, en Venezuela desaparecen 3.75 personas por día, mientras que en 2022 se acumularon 10 mil 737 muertes violentas, es decir, 40.4 por cada 100 mil habitantes.
En comparación, en México durante 2022, la tasa fue de 25 homicidios por cada 100 mil habitantes, de acuerdo al Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).
Edilio conoció a un atleta mexicano originario de Michoacán, pero residente en la capital de Coahuila durante una competencia en Colombia, quien le recomendó mudarse a Saltillo al tener instalaciones para tiro deportivo y ser una ciudad segura.
“Las noticias de México fuera de México son terribles, las balaceras y tal. Me dijeron ‘pero hay una ciudad que se llama Saltillo’, la busqué y antes había balaceras, ahora no. Generalmente, las ciudades en el mundo o empeoran poquito o se mantienen, ninguna mejora. Saltillo sí, mejoró en plazas laborales y en infraestructura, es atípica en ese sentido”, narró Edilio.
Ya en Saltillo pudo seguir entrenando en las instalaciones del Inedec para los Juegos Panamericanos de Lima en 2019 y trabajar a la par en el sector restaurantero.
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Fue en ese torneo, al ver sus carencias y las de sus compañeros de delegación, que decidió retirarse de su deporte y dejar de representar a su país.
“Los políticos, los dirigentes del deporte venezolano no merecen que yo los represente. Se ponen nuestro uniforme como si fuera dinero de ellos cuando son administradores de los recursos del estado. Ellos no me lo dieron, yo me gané el derecho a través de mis marcas deportivas, a que el estado venezolano me pagara porque es su obligación el viaje a la competición clasificatoria”, contó Centeno.
Sin embargo, a partir de entonces, junto a su hermana, acuñó la frase “los sueños nunca mueren” y decidió buscar otras vías para llegar a los Juegos Olímpicos.
Fue a través del Comité Olímpico Internacional (COI) y del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) que oficialmente se convirtieron en becados de la Fundación de Refugiados Olímpicos, siendo preseleccionados para competir en los Juegos Olímpicos de París 2024.
Sin embargo, el camino no fue sencillo, pues el trámite para lograrlo duró aproximadamente dos años, para lo cual tuvieron que mandar un sinfín de correos electrónicos y contactar a autoridades deportivas alrededor del mundo.
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“Finalmente nos hablaron el año pasado desde Suiza y nos informaron que oficialmente estamos becados como atletas refugiados en el mundo”, declaró Edilio.
De más de 150 solicitudes de refugiados en América, solo cinco atletas pasaron a la preselección, entre ellos los que residen en Saltillo.
Desde 2016 en Río de Janeiro, la figura del atleta refugiado se hizo presente con deportistas que tuvieron que salir forzosamente de sus países de origen y participar bajo la bandera del Equipo Olímpico de Atletas Refugiados.
Así será el caso de Marialejandra y Edilio, quienes ya entrenan en las instalaciones del Instituto Estatal del Deporte de Coahuila con sus uniformes de dicha delegación.
“Es algo muy hermoso porque no solo estás representando a una bandera ni dos, estás representando a través de tu deporte a muchas y detrás de ello hay muchas historias, muchos orígenes”.
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PATROCINADORES, CLAVES EN ÉXITO
Ante la falta de apoyo por parte de su país natal y al no tener un salario como deportistas, sino una beca por parte del COI, los patrocinadores se han vuelto fundamentales en el éxito de los atletas sudamericanos.
Esta semana, viajarán a una gira por España y Países Bajos, donde disputarán distintos torneos, entre ellos la Copa Mundial de tiro deportivo y donde buscarán lograr las marcas necesarias para estar en París durante el verano.
En ese sentido, ACNUR apoyó a los atletas con vuelos para esos próximos torneos, así como luminarias y lockers para las instalaciones del Inedec.
Por su parte, los atletas destacaron que Samsung les envió teléfonos como patrocinio, mientras que Airbnb gestionó y pagó sus hospedajes en esta gira europea.
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‘SALTILLO SE SIENTE COMO EN CASA’
Marialejandra declaró que le gusta mucho vivir en Saltillo al ser una ciudad pequeña y que se asemeja mucho a Barquisimeto. Primero su esposo alcanzó a Edilio y después ella también dejó Venezuela junto a su hijo.
“Me gusta porque está tranquila, es una ciudad segura. Aparte nos han tratado superbién, han sido superreceptivos con nosotros. A veces yo lo hablo con mi hermano y te sientes como en casa. Todo este proceso migratorio de dejar a tu familia ha sido más sencillo”, explicó la atleta.