Muere ‘Fito’ Galindo en Piedras Negras; pidió que su mejor canción se toque en la peor cantina
El autor de piezas como ‘Mi última muñeca’ sufrió hace dos meses un derrame cerebral y este miércoles fue víctima de un infarto en Piedras Negras
PIEDRAS NEGRAS.- El compositor Coahuilense, Humberto “Fito” Galindo, falleció este miércoles vÍctima de un infarto a la edad de 80 años, cuando era atendido en el área de urgencias del Instituto Mexicano del Seguro Social de Piedras Negras.
El autor nacido en agosto de 1941 en Zaragoza, Coahuila, sufrió hace dos meses un derrame cerebral, que lo llevó a estar convaleciente en su casa, y de acuerdo con su hijo Humberto Galindo, se recuperaba de la lesión.
Sin embargo, ayer por la mañana se sintió mal, lo que ameritó que fuera trasladado al hospital para su atención médica pero cuando lo atendían le sobrevino el infarto.
SINGULAR HOMENAJE
Lo dijo hace tiempo, Humberto “Fito” Galindo no quiere monumentos, como se llevaría en su memoria la experiencia de haber conocido a grandes como José Alfredo Jiménez o Flor Silvestre, a él le bastaba con que alguna de sus letras se entonen en la peor cantina de México y para alguien que compuso más de 600, seguro en este momento alguien la escucha.
El autor de “Mi última muñeca”, “Primera, Segunda y Tercera” y “Se vende un caballo”, entre cientos de letras canciones interpretadas por decenas de artistas y grupos, aún se mantenía en contacto con sus amigos como el cantautor Martín Urieta, actual presidente de la Asociación de Autores y Compositores.
UN TALENTO PRECOZ
La carrera de Fito Galindo empezó cuando en la escuela primaria donde estudiaba, la maestra le pidió que escribiera un poema alusivo al Día de las Madres, lo que le valió una felicitación. A partir de ahí empezó a ser el niño inquieto al que se le daba por escribir.
En una de las entrevistas realizadas al maestro Galindo, recordó que María Dolores Pradera, quien interpretó “Primera Segunda y Tercera”, le confesó que la primera vez que escuchó la canción fue durante un trayecto al aeropuerto en Medellín, Colombia.
Sin duda Humberto Galindo será recordado como uno de los grandes compositores que ha dado Coahuila y México.
Ser compositor es vivir detrás del escenario. Mientras Vicente Fernández llegaba a toda América Latina, o Bronco ofrecía bailes ante miles de personas, Humberto Galindo seguía escribiendo canciones.
“No se vive mal”, dijo alguna vez el compositor sobre su oficio. Sin embargo, cuestiona cómo las ganancias no fueron equitativas. “¿Dónde quedó ese dinero? nunca lo vi. Veía el nombre del artista en diamantitos, eso no me interesa, ya sé cómo me llamo, pero sí me pregunto ¿en dónde quedó todo ese dinero?”, señaló. Que descanse en paz este gran músico.