‘No hay mejor texto que un estudiante’, Graciela Flores abre la docencia fuera del aula en Saltillo

Coahuila
/ 15 mayo 2023

Graciela realizó dos estancias postdoctorales antes de sus 40 años. Aun así asegura que su mejor fuente de conocimiento son sus estudiantes y que no estar dispuesta a colaborar, como ha hecho con otros profesores, fuera del aula, iría en contra de su esencia humana

La doctora Graciela Flores Flores es originaria de la Ciudad de México, pero desde 2019 trabaja en la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad Autónoma de Coahuila como docente e investigadora.

Es miembro del Sistema Nacional de Investigadores nivel 1 y antes de los 40 años, realizó dos estancias postdoctorales, logros académicos que no solo le han valido el cariño y el reconocimiento de su alumnado, sino que le han mantenido abierta a las experiencias y aportes de sus estudiantes.

“La historia me parece que es una ciencia importante en términos sociales, en términos políticos y en términos de identidad. La Universidad Autónoma de Coahuila privilegia mucho la docencia por sobre la investigación, entonces es todo un reto, compaginar los temas que uno a uno le interesan frente a las necesidades de un estudiantado que además, es muy proactivo y que tiene mucho talento”, mencionó Flores en entrevista para VANGUARDIA.

$!Respecto a las cosas que ella ha hecho por sus estudiantes, mencionó que no le gusta hablar mucho, pues aporta desde sus capacidades y desde cosas sencillas como prestar oído.

Detalló que lo que ha buscado hacer para acercar la academia a las realidades sociales de sus estudiantes es escuchar sus inquietudes que “no tienen por qué ser los del profesor” y “no son las mismas de mi generación”.

“Me gusta mucho, por ejemplo, cuando termino las clases regulares, y ver como que me faltó, por dónde podría ajustar tuercas para que ellos comprendan la importancia de la historia y entonces implementar alguna serie de talleres”, explicó la investigadora.

En ese sentido, mencionó que cree “que los saberes no tienen que quedarse en el aula o no tiene que quedarse en las expectativas de los profesores, sino los intereses de los estudiantes”.

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Sus estancias postdoctorales las realizó en el Centro de Estudios Históricos de El Colegio de México y en el Instituto de Investigaciones Sociales de la UNAM. No obstante, asegura que la mejor fuente de conocimiento son sus propios estudiantes.

“Yo no puedo concebir ser profesora o incluso investigadora si no hay contacto con los estudiantes. Escribir historia es una actividad de pronto muy solitaria. A veces uno está en la oficina y está con los libros o los textos, pero no hay mejor texto que un estudiante”, explicó la docente.

“Cuando llega con nuevas ideas o nuevas perspectivas y podemos compartir inquietudes a través de una charla y de pronto también es como de ‘ah guau, no había visto esto’ o ‘no tenía esa perspectiva’ o ‘no me había hecho esas preguntas’, relató Flores Flores

Agregó que ese contacto con sus estudiantes es “como tejer una red de conocimiento de la que todo mundo puede servirse”, al grado en el que incluso ha buscado un punto medio entre sus intereses de investigación y lo que le aporta su alumnado.

Respecto a cómo ve a la juventud con la que trabaja, la describió como “una semilla para el futuro”.

“Yo no veo de qué manera podemos sobrevivir sin establecer estas relaciones de conocimiento. Para mí son un catalizador de ideas impresionante. Creo que somos una gran cadena humana y si no aprendemos unos de los otros estamos condenados a la extinción y no lo digo solo por la historia, sino por la finalidad misma del conocimiento”, puntualizó Graciela Flores.

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Estudiantes de la propia Facultad de Ciencias Sociales de la Unidad Saltillo, reportan que tanto ella como otros docentes han sido un soporte vital incluso fuera del aula aportando de su bolsa para pagarles sesiones de terapia o comidas cuando lo necesitan.

$!La docente mencionó que cree “que los saberes no tienen que quedarse en el aula o no tiene que quedarse en las expectativas de los profesores, sino los intereses de los estudiantes”.

Al respecto, Flores explicó que la comunidad que se ha hecho entre docentes y alumnado, más que ser una escuela formadora, es más “una escuela de vida”.

“Yo estoy muy admirada porque los compañeros y compañeras docentes para mí representan una comunidad sumamente generosa. Hay varios profesores que han aportado de su dinero para solventar necesidades como por ejemplo cuando alguien no tiene para pagar la renta, sobre todo los chicos foráneos, si alguno tiene alguna enfermedad o tiene alguna emergencia de cualquier tipo. Para mí es muy conmovedor”, relató.

Respecto a las cosas que ella ha hecho por sus estudiantes, mencionó que no le gusta hablar mucho, pues aporta desde sus capacidades y desde cosas sencillas como prestar oído.

“No sé si eso tenga que ver con ser maestro, sino con ser humano porque todo mundo tenemos necesidades. No hacerlo implicaría renunciar hasta cierto punto a nuestra esencia humana”, explicó.

“Yo creo que todos hacemos una labor que está más allá de las aulas y yo, al menos para mis colegas, pues sí expresó mi más profundo reconocimiento porque han sido gente muy generosa. Entonces yo creo que eso es algo que hay que reconocerle a los profesores que están ahí como en calidad humana, no solo en calidad académica”, puntualizó.

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