“Pericos y loros” las sustancias que usan los traileros de Coahuila y que propician choques en carreteras
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Saltillo, Coahuila.- Los traileros los encuentran en mercados negros o estanquillos a mitad de carretera llamados “cachimbas”.
Se llaman “loros y pericos” porque son de color verde como el tono de las aves.
Un par de estantes con fritos, artículos de higiene, cigarrillos, condones y gomas de mascar en medio de la carretera esconden el Rivotril, Clobenzorex y Ritalin, fármacos controlados que eliminan el apetito, el sueño y aumentan la concentración.
Estas pequeñas tiendas también ofrecen “coca”, pero no de la que se bebe, sino “del oro blanco” que se inhala.
Se venden entre 70 y 120 pesos cada una, son cápsulas para mantenerse despierto las 24 horas y “ganar kilómetros”, pues permite permanecer en estado de alerta y reducir la fatiga.
Aunque el consumo de “pericos” puede tener consecuencias como alucinaciones, psicosis, ansiedad e insomnio, es la única forma de seguir trabajando, aseguran los traileros.
“Es que a veces no hay de otra, tienen que completar los viajes, ir y venir, si te quedas a mitad de camino a descansar pierdes tiempo y hasta te sancionan por eso, a veces ni siquiera te dan viáticos para poder llegar a un sitio”, comentó Agustín N, trailero de Saltillo.
Ingerir estos fármacos es una práctica frecuente, casi como una tradición, que incluso promueven entre la comunidad de conductores de carga pesada, y hacen referencia al consumo en redes sociales donde algunos usuarios señalaron los beneficios de su uso pero también las consecuencias más graves.
“El problema más común es el choque en carreteras cuando la droga desaparece, dejando a la persona en un estado depresivo y más cansado de lo que estaría de no haberla tomado.
Las reservas de serotonina se pueden agotar cuando el cuerpo asume que el medicamento reemplazará la necesidad de la misma”, explica en una publicación, la página de Facebook “La Cuna del Trailero”
Donde cientos de traileros admiten su consumo, pues aseguran que es la forma en la que sobreviven en las carreteras para trasladarse hasta por 14 horas manejando.
Frases como “Yo la tomo porque alguien me espera en mi casa ellos son los importantes y saber que volveré a verlos”, “Bien que el perico te pone a las 2000 revoluciones el corazón y la quijada con el chicle a huevo” y “Más vale 9 pericos que nueve rosarios” son la cascada de comentarios que se desprenden de dicha publicación.
Pero muchos de estos comentarios justifican el consumo como una manera de protegerse de una “dormitada”, un accidente y la muerte, además de proteger su salario, y aumentar la posibilidad de regresar sanos y a salvo con sus familias.
“El que no conoce solo habla por hablar de repente a los compas que lo consumimos es porque también tenemos familia que depende de nosotros que rolen un lorito”, comentó Fausto Antonio “N”, también trailero de Saltillo.
Sin embargo, conductores de tracto camiones como Daniel Orta consideran que “todo lo que hagan en contra de su organismo es malo y la factura es cara, como los muchos compañeros que se han adelantado por las consecuencias que provocan los efectos de los pericos”, comentó, com en la carretera 57 nomás la van cagando, agregó.
De acuerdo a un grupo de traileros, hacen al menos una parada en las “cachimbas”, donde compran “pericos”, café, refrescos, alimentos y hasta diésel.
Algunas de estas “cachimbas son pequeñas chozas construidas en medio de la carretera con trozos de madera y pedazos de cartón, otras con un par de blocks más establecidas como tiendas de abarrotes.
“Basta preguntar por un “perico”, para que los comerciantes ofrezcan un “combo” según la distancia que tome llegar a su destino: pastillas combinadas con bebidas energizantes, café o refrescos”, asegura Agustín N.
“Hay un momento en que ya estás en automático, cuando ya no sabes si el efecto de un ‘perico’ será suficiente y comienzan a ingerir drogas o combinarlas con café o bebidas energizantes”, comentó otro de los transportistas.
Raúl Flores relató su experiencia asegurando que cuando la usó por primera vez estaba trabajando en la carga y que no se detuvo de usar este método en los 15 años que lleva frente al volante, aunque conoce bien sus consecuencias.
“Sí, si te quitan el sueño, pero otro día, andas todo nervioso, ansioso por no poder dormir, por eso se usan cuando tienes que hacer una larga jornada, que de verdad sea un viaje muy largo. Yo, en lo personal, prefiero tomar “pericos “ a quedarme dormido en el volante pero de ahí en fuera no los consumo”, relató el trailero.
Todos los conductores coinciden en que los fármacos forman parte de un tráfico de drogas en las carreteras, donde actualmente se usa hasta el cristal, dejando de lado el uso de los fármacos y demás “mugrero” para evitar quedarse dormido, mientras que otras drogas consumen la vida de los traileros que se pierden en el camino.
De acuerdo a Martín del Campo Martínez, responsable de la Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes (SICT), al menos en Saltillo y Torreón, siete de cada 10 conductores de transporte de carga dan positivo a los exámenes que se practican en puntos de inspección para detectar a quienes viajan tras haber consumido algún estupefaciente.
Lo anterior representa un 70% de los conductores que transitan por las vialidades de Coahuila.