¿Por qué los maestros siguen pidiendo poner margen a los cuadernos?
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Para los docentes representa una parte de la formación y presentación de cada hoja de trabajo en sus cuadernos, para muchos de los estudiantes significa una tortura y para algunos cuantos, un negocio fructífero previo al inicio escolar.
Se trata de los márgenes que deben colocar en el borde de las hojas de los cuadernos profesionales, los cuales permiten forjar una disciplina de presentación y desarrollo de la creatividad, de acuerdo a docentes de nivel secundaria.
Quienes aseguran que con el paso del tiempo se ha convertido en un requisito obligatorio para la mayoría de las materias, pues forma parte de la presentación de cada hoja de trabajo que se elabora en las aulas o en casa.
LA ESCUELA FORMA BUENOS HÁBITOS
“Es parte de forjar una disciplina, una presentación, limpieza en el cuaderno, pero también de que desarrollen su creatividad. Por ejemplo, hay algunos que permiten que sean de colores o tengan diferentes formas, otros más serios de un solo color pero bien marcados”, expresó Rodrigo Fuentes, docente de secundaria.
“Pero la mayoría lo solicitamos como requisito, que sea algo mínimo en cada hoja del cuaderno, no pedimos grandes diseños ni mucho menos, pero sí que sea parte de la presentación y limpieza de cada trabajo.
SÍ DA ILUSIÓN
Por su parte, algunos estudiantes manifestaron que al inicio parece ser una labor divertida donde se compite por la originalidad o la cantidad de márgenes hechos desde el inicio de las clases, para tenerlos preparados desde antes.
Aunque con el paso de las primeras semanas, su dedicación disminuye, pues la carga de tareas se incrementa y cada vez tienen menos tiempo de realizarnos con más colores o formas diferentes.
SE VUELVE UNA CARGA PARA LOS ALUMNOS
“Hacemos todos los que podemos desde antes para ya no hacerlos en clases, pero luego se acaba y hay que hacer más, pero entre hacer la tarea, las actividades por la tarde y la carga de todas las materias, pues volvemos a los mismos márgenes de rayas”, comentó María José Hernández, estudiante de secundaria.
Esta solicitud, agregan los docentes, nació dentro de las escuelas particulares para migrar a las primarias y secundarias públicas como una forma de incentivar a los estudiantes para dar mayor presentación a sus trabajos.
Aunque para algunos maestros, aseguran, es muy complejo evaluar un contenido equivocado rodeado de un margen con mucha más dedicación que a las ecuaciones, un ensayo o problemas de matemáticas, por eso no se debería dar tanta importancia a los márgenes.
EL MERCADO DA UN PASO AL FRENTE
La exigencia de los docentes para enmarcar las tareas se ha convertido en un fructífero negocio, pues hay decenas de ofertas para marcarlos con precios de entre 40 y hasta 60 pesos por cada 100 hojas.
Según algunas personas dedicadas a esta labor, es una forma de autoempleo vacacional que permite a las madres de familia con mayores ocupaciones o largas jornadas laborales, cumplir con dicho requisito, pues sus hijos aún son muy pequeños para realizarnos.
Incluso hay papelerías que comercializan sellos para márgenes o reglas cuadradas del mismo tamaño de los cuadernos para realizar márgenes de la manera más rápida y fácil, además de las muchas imágenes que muestran cientos de formas creativas para márgenes de trabajos en hojas de máquina o cuadernos.
“Sí se acerca la gente, llevo como unos 10 clientes que además de los márgenes piden forrar cuadernos y libros, pero la mayoría son mamás que no pueden hacerlo para sus hijos de primaria inferior, otras que optan por pagar un pequeño extra, además de la forrada de libros”, expresó Valeria Echavarría, quien junto a otras emprendedoras y dueños de papelerías, ven en esta solicitud de docentes un negocio para incrementar sus ventas.