Prevén cuarta ola COVID-19 para diciembre en Coahuila; duraría hasta febrero 2022
Oleada sería menos mortal que la segunda registrada en el invierno pasado; aunque mayoría haya recibido vacuna, deberá prevalecer el uso de cubrebocas.
La cuarta ola de COVID-19 podría comenzar a partir de diciembre y alcanzaría su pico en febrero del próximo año en Coahuila, aunque con menos defunciones que en la segunda que abarcó los mismos meses del 2020 y 2021, de acuerdo con el estudio del Instituto de Métricas y Evaluación de la Salud (IHME, por sus siglas en inglés), de la Universidad de Washington en Seattle.
El escenario más probable contempló un promedio entre cuatro y seis muertes diarias durante las primeras dos semanas de diciembre, cifra que se incrementaría hasta nueve al cerrar el último mes del año, según el análisis.
La entidad continuaría sumando decesos por esta enfermedad hasta llegar a un pico máximo en la primera semana de febrero, que oscilaría entre 9 fallecimientos diarios confirmados por las autoridades sanitarias y 11 casos estimados por exceso de mortalidad.
Posteriormente, la cifra comenzaría a descender, entre siete defunciones confirmadas al día y hasta nueve por exceso de mortalidad para finalizar dicho mes.
Este pronóstico tomó en cuenta el ritmo de aplicación de las vacunas a la población, el uso de cubrebocas incluyendo a la gente vacunada y la reactivación de la movilidad de manera paulatina, así como la propagación de variantes del virus.
Además consideró la respuesta de las autoridades estatales y locales ante el incremento de fallecimientos diarios, como imponer medidas para favorecer el distanciamiento social, por ejemplo, restringiendo la formación de aglomeraciones y disminuyendo los desplazamientos en la ciudad.
Por otro lado, el IHME contempló un escenario negativo que iniciaría en diciembre y se agudizaría rápidamente durante el mes, con días de 10 o hasta 30 fallecimientos confirmados y hasta 38 decesos estimados debido al exceso de mortalidad en las cifras oficiales.
En este caso, el pico se alcanzaría a mediados de enero del próximo año, que oscilaría entre 42 fallecimientos diarios confirmados por las autoridades y 54 defunciones tomando en cuenta el exceso de mortalidad.
Este escenario negativo sería posible si la población que ya fue vacunada deja de utilizar cubrebocas, aumenta la movilidad al nivel previo de la pandemia y se propagan con mayor velocidad las variantes.
El Instituto, al igual que autoridades sanitarias en México y a nivel mundial, consideró que el distanciamiento social es una de las principales medidas para disminuir los contagios, por lo que los gobiernos deben implementar acciones para frenar la movilidad.