Prohibir uso de semilla mejorada y glifosato, da como resultado algodón caro
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La actividad ya no sería rentable, advierte la Secretaría de Desarrollo Rural
REGIÓN LAGUNA, COAH.- José Luis Flores, secretario de Desarrollo Rural, anticipó que, si el Gobierno Federal prohíbe el uso del glifosato como herbicida y de semilla transgénica en la siembra de algodón, la actividad se encarecerá entre un 30 y 40%, de manera que ya no sería rentable.
Para producir algodón se necesita semilla, herbicida, maquinaria de cosecha y asistencia técnica para las plagas, y es fundamental el papel del herbicida para erradicar la “hierba mala”, y de la semilla que otorga mayor rendimiento por hectárea.
“Algo que determina mucho la siembra de algodón y su rentabilidad, es la presencia de un producto que se llama glifosato, un herbicida que evita que el productor ande con azadón quitando yerba mecánicamente, cuando menos 8-10 veces durante el ciclo y eso le pega económicamente al productor”.
“Se trata de un producto químico que ayuda a que te ahorres ese dinero, y en este tiempo se usa una semilla para sembrar algodón que acepta mayor estrés hídrico, es decir, requiere menos cantidad de agua, antes se daban cuatro riegos por ciclo y ahora se pueden dar tres o a veces dos, por el clima”.
Además, el glifosato es más resistente a plagas, entonces aplican menos insecticida, de manera tal que entre este producto y el uso de esta semilla se reduce el costo de producción por año o por ciclo, en alrededor de un 30 ó 40%.
“Si quitan esto del cultivo, se manda fuera del mercado al productor, cuando lo que se requiere es apoyar al sistema producto-algodón, que es un gran generador de empleos y además es un regulador de precios de los productos que se utilizan en la agricultura en la Región Laguna”.
Agregó que, al momento, no se ha generado en México un producto sustituto del glifosato, que permitiera seguir con la siembra de algodón y que los productores obtengan ganancias.
El 31 de diciembre de 2020, se publicó en el Diario Oficial de la Federación el Decreto para sustituir gradualmente el uso, adquisición, distribución, promoción o importación de la sustancia química, hasta prohibirlo totalmente a partir del 2024.