Reiki, práctica sin base científica y con muchos adeptos

Esta terapia gana seguidores a contracorriente de la medicina alópata, su fuerza está en la sugestión, aseguran expertos
El reiki es una práctica espiritual japonesa creada por el budista Mikao Usui en 1922, su función es transmitir energía solo con las manos, para supuestamente equilibrar la mente y el espíritu.
Para muchos se emparenta con la magia, para otros más es una forma de relajación y eliminación de energías negativas y estrés, con el cosmos y la naturaleza como aliados
EVIDENCIA EN CONTRA
La American Journal of Psychiatry, hace unos años dio a conocer que personas con ansiedad y depresión, al menos dos de cada 10, recurren a terapias alternativas como esta, llegando incluso a dejar a un lado la medicación recetada por especialistas.
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Este grupo ve en esta práctica una cura de enfermedades, de forma física y espiritual, aunque en la Asociación Americana contra el Cáncer, el Instituto del Cáncer de Reino Unido y otros centros de investigación, no ven evidencia sólida.
SENTIRSE ATENDIDO ES LA CLAVE
Hay hospitales en Madrid y Barcelona que ofertan terapias de reiki, a pesar de que esté científicamente probado que no cura y en la misma línea está la Organización Mundial de la Salud, que incluye el reiki dentro de terapias complementarias en el tratamiento de algunas enfermedades.
Su premisa es que sentir que alguien te atienda hace que te relajes y produce una sensación de bienestar, como una especie de placebo o sugestión.
De modo que esta práctica podría aliviar los efectos de enfermedades graves, pues sentirse apoyado y bien atendido es una medicina que ha funcionado toda la vida.