Gente de Saltillo: Fernando Tovíaz y el uso del ‘reiki’ como medicina alternativa

La medicina alternativa es un campo poco explorado por la sociedad, empero, diferentes tipos de curaciones no relacionados con la farmacología han nacido a lo largo de los años, una de ellas es el Reiki.

Fernando Tovíaz es un hombre oriundo de Saltillo y terapeuta, quien, durante los últimos años, ha practicado esta cultura como una forma de “curar a las personas” por medios diferentes a los ofrecidos tradicionalmente.

“Es una técnica de sanación, originada en Japón a principios del siglo XX, y la palabra se puede traducir como la energía universal sagrada, donde esta misma se transmite de forma concentrada para causar bienestar” dijo.

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Expresó que el método más conocido es la utilización de las manos; sin embargo, consiste en que el terapeuta emplee su concentración para dirigir la energía a personas, a través de un arduo proceso mental, haciendo uso de objetos e incluso el agua que se bebe.

Contó que, desde su experiencia, la transmisión de energía por medio de las manos es perceptible por los sentidos, principalmente en el cambio de temperatura que estas presentan durante el proceso.

“La percepción de la energía, al menos desde mi punto de vista, es como ver un foco y que luego cierras los ojos y lo apagan; sigues percibiendo esa incandescencia de la luz. Más o menos esa sensación es la que siento cuando cargo la energía en mis manos y cierro los ojos”, expresó.

Fernando relata que comenzó en la práctica terapéutica tras un problema con una familiar, donde su anterior rentero, y practicante de este método, ofreció tratar a la persona involucrada.

Así, se involucró en el “Reiki” y se capacitó en las prácticas del mismo, después de recibir clases prácticamente personalizadas, en las que aprendió la historia y el cómo se llevan a cabo los métodos sanatorios

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Entre lo aprendido de su maestro, Fernando conservó la costumbre de realizarse terapia a sí mismo, debido a que este es un proceso de preparación previo al poder atender a otras personas.

LA EXPERIENCIA

Fernando me ofreció ser partícipe en una sesión de carácter terapéutico, a lo cual accedí.

En primer lugar, tomó un formato y una pluma para realizarme una breve entrevista sobre mi salud, o si he tenido problemas entre mis círculos sociales. Luego de proveer mis respuestas, Fernando indicó que me quitara todas las cosas que pudieran estorbarme, desde suéteres, bolsillos extra, chalecos e incluso los zapatos, con el objetivo de “estar más cómodo”.

En un sitio específico, con las manos pegadas a mis costados y los ojos cerrados, solicitó que controlara mi respiración y visualizara imágenes muy particulares.

Después, tuve solicitó que me recostara boca arriba en una cama alta, donde también mantuve los ojos cerrados y sentí como me rociaba con una esencia, mientras recitaba cánticos de preparación.

Inmediatamente, me cobijó con una manta delgada y comenzó a pedirme que visualizara mis objetivos al mismo tiempo en el que controlaba mi respiración. Después dirigió una especie de meditación.

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Durante el proceso de la misma, entré en un estado de relajación profunda, aun sintiendo la cercanía de las manos de Fernando, sin necesidad de que estas me tocaran. Cabe destacar que, en ningún momento, el terapeuta fue invasivo.

Al pasar el tiempo, me pidió darme la vuelta y continuó con el proceso, manteniéndome en un estado de relajación profundo, en el que me hizo perder la noción del tiempo.

Una vez culminó, me pidió ir recuperando lentamente el control de mi cuerpo y comencé a levantarme; me sentí en un estado similar al de una larga noche de sueño.

Así, Fernando explicó que el Reiki no se encuentra conflictuado con la medicina tradicional. Reveló que la misma ha sido estudiada y avalada por la Organización Mundial de la Salud; hay centros especializados en llevar a cabo este tipo de meditación.