Rosario Ibarra, la activista saltillense que convirtió el dolor en lucha, falleció un 16 de abril
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Rosario Ibarra de Piedra nació en Saltillo, Coahuila, el 24 de febrero de 1927 y murió en Monterrey, Nuevo León, a los 95 años, un día como hoy, 16 de abril, pero del 2022.
El 17 de abril de 1977, Rosario Ibarra de Piedra fundó el comité, mejor conocido como el Comité Pro Defensa de Presos, Perseguidos, Desaparecidos y Exiliados Políticos, mejor conocido como ¡Eureka!
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María del Rosario Ibarra de la Garza fue una destacada activista y política, reconocida por su incansable lucha en defensa de los derechos humanos y por ser pionera en la denuncia de las desapariciones forzadas en México.
Rosario Ibarra de Piedra, líder activista y política que se convirtió en una defensora incansable de los derechos humanos, la libertad y la justicia social tras la desaparición de su hijo. pic.twitter.com/C7e7s4S1i6
— lahoranacional (@lahoranacional) March 4, 2025
Su activismo comenzó tras la desaparición de su hijo, Jesús Piedra Ibarra, en 1975, presuntamente detenido por fuerzas del Estado durante la llamada “guerra sucia”. Este hecho la llevó a fundar en 1977 el Comité ¡Eureka!, una organización dedicada a la búsqueda de personas desaparecidas y a la defensa de presos políticos.
El comité se convirtió en una de las primeras agrupaciones civiles en México enfocadas en la defensa de los derechos humanos.
🕊️Aniversario Luctuoso de Rosario Ibarra de Piedra
— CEAV (@CEAVmex) April 16, 2025
A tres años más de su partida, perdura el legado de Rosario Piedra, quien es un símbolo de la rebelión contra la injusticia.#MujeresEnLaHistoria👩 pic.twitter.com/tYZ2ovQ19b
PRIMERA MUJER EN POSTULARSE A LA PRESIDENCIA DE MÉXICO
Además de su labor como activista, Rosario Ibarra incursionó en la política. Fue la primera mujer en postularse a la presidencia de México, participando en las elecciones de 1982 y 1988 por el Partido Revolucionario de los Trabajadores. También se desempeñó como diputada federal y senadora, promoviendo reformas legales y constitucionales en favor de los derechos humanos y en contra de la tortura y la desaparición forzada.
En 2012, con el apoyo del Comité ¡Eureka! y el Colectivo Hijos México, inauguró el Museo Casa de la Memoria Indómita en la Ciudad de México, un espacio dedicado a la memoria de las personas desaparecidas por motivos políticos.
Su incansable labor le valió múltiples reconocimientos, incluyendo varias nominaciones al Premio Nobel de la Paz.