¿Sabías que Torreón tiene un escuadrón de perros policía? Te los presentamos
El equipo canino de la Policía de Torreón ha destacado en situaciones como la búsqueda de personas atrapadas tras el terremoto de la Ciudad de México de 2017, que incluso les valió el papel de héroes y actualmente está integrado a las tareas de seguridad y atención a emergencias.
Hoy la unidad canina consta de cinco perros activos: Arturito, Mónica, Noah, Daniela y Turbus; tres detectores de enervantes, uno de búsqueda y rescate y otro de guardia y protección que está siendo adiestrado como multipropósito en rastreo y detección de narcóticos, explosivos y apoyo a las diligencias de la Comisión Estatal de Búsqueda de Personas en La Laguna.
Leonardo López Vázquez, médico veterinario zootecnista, instructor y encargado de la Unidad Canina de la Dirección de Seguridad Pública de Torreón, trabaja con cachorros que están siendo preparados para la búsqueda de cadáveres o restos humanos y para detección de armas.
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Las características que debe tener un perro para ser un binomio canino, normalmente se busca la raza pastor belga, por las aptitudes que tiene, además de que es resistente a enfermedades y se adaptan bien al medio ambiente.
Para crear conciencia sobre la importancia que esta especie representa para las actividades policíacas, comentó el entrevistado que la Dirección de Seguridad Pública Municipal reconoció la labor de la unidad canina.
“La función del perro policía es ser una herramienta óptima para el desempeño de los oficiales, aprovechando las cualidades propias del can como el olfato, su fuerte mordida y su agilidad para neutralizar, sin causar lesiones mayores a los presuntos delincuentes”, relató.
El escuadrón ha participado en diferentes servicios como revisión del estadio sede del Santos Laguna en búsqueda de algún artefacto explosivo, exploración de equipaje en terminales de autobuses, empresas de paquetería y en operativos del Grupo de Reacción Laguna.
Durante el recorrido efectuado dentro de las instalaciones, se observó a los oficiales inquietos, listos para entrar en servicio e ir en contra de los delincuentes y por eso no dejan de ladrar un solo instante, son disciplinados, activos, fuertes, pero también juguetones y amorosos.
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Son animales que conocen su trabajo y siempre lo llevan a cabo a la perfección, detectan drogas, buscan personas, entre otras muchas labores, por supuesto, detrás de este tipo de actitudes existe un gran esfuerzo a través del cual se enseña al can a actuar en distintas situaciones.
Tal es su obediencia y fidelidad a su profesión que jamás replantean ninguna orden, su valentía está por encima de todo.
Los perros aprenden a desempeñar misiones concretas, desde la búsqueda de papel moneda hasta la detección de restos biológicos o cebos envenenados. Ahora, todos necesitan una dura formación que logran superar mediante la constancia, el buen trato, los premios, los juegos y estrechos vínculos con sus cuidadores.
