¡Sacrilegio! Roban sagrarios con hostias de templo en Saltillo; Obispo declara excomunión para los ladrones

Coahuila
/ 10 enero 2024

Delincuentes habrían ingresado al templo por una ventana, de la que forzaron la protección

En una afrenta a la paz y devoción, un grupo de delincuentes profanó el templo de San Francisco, situado en el bulevar Morelos, de la colonia del mismo nombre, en Saltillo, de donde fueron robados objetos utilizados para la celebración de la santa misa.

El acto sacrílego tuvo lugar durante la madrugada del pasado lunes, dejando consternada a la comunidad y a las autoridades eclesiásticas. El obispo de Saltillo, Hilario González García, expresó su repudio y anunció medidas drásticas, incluyendo la excomunión para los responsables de este lamentable episodio.

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“Con gran pesar hago de su conocimiento que el lunes 8 de enero del presente año, durante la madrugada, forzando la herrería que protegía una de las ventanas, ingresaron algunas personas a la iglesia de San Francisco, ubicada en calle 56 y bulevar Morelos, colonia Ampliación Morelos, atendida por la parroquia San Miguel, en la ciudad de Saltillo, Coahuila, y extrajeron indabidamente de allí dos sagrarios: uno que estaba en desuso y se encontraba en la sacristía, y otro que se hallaba en el presbiterio, el cual reservaba en un copón las sagradas formas eucarísticas. Además, fueron robados dos utiensilios litúrgicos”, reza un comunicado difundido por el obispo Hilrio González García.

Y agrega: “Como Obispo Diocesano, declaro que este hecho es una vejación al lugar sagrado (el templo), y un sacrilegio contra las sagradas especies eucarísticas, por lo tanto, quien lo haya perpetrado, si es católico, ha cometido un delito contra los sacramentos, y se ha hecho merecedor, conforme a derecho, de la excomunión”, agrega el religioso.

Agregó que en los lugares sagrados que han sido vejados no se puede ejercer el culto hasta que se repare la injuria por un rito penitencial, el cual debe ser presidido por el Obispo Diocesano o un delegado, por lo que se designó al sacerdote David Martínez Rubio, para encabezar dicho acto.

Asimismo, hizo un llamado a la feligresía a unirse en oración como un acto de desagravio, exhortando a los párrocos a cuidar con mayor esmero la seguridad de los lugares sagrados.

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