Saltillo: caldo de pichón como remedio antiguo contra virus
Así se curaban los saltillenses cuando se vendían crías de paloma; especialistas ven más esperanzas que hechos confirmados.
Hasta antes de la pandemia por COVID-19, don Antonio Cabello se dedicaba a la venta de crías de paloma para tratar distintos padecimientos de la salud, sin embargo, dejó esta actividad comercial dado que ninguno de sus familiares se interesó por el cuidado de los nidos de paloma.
El hombre de unos 95 años, compartió con VANGUARDIA que la venta de pichones permaneció a lo largo de 20 años en su domicilio que se localiza sobre la calle Mariano Escobedo, mismo lugar donde se conservaban los criaderos de pichones que hoy en día ya no existen.
“Duré veinte años vendiendo pichones para caldo, tenía crías, pero me cansé de limpiarles los nidos, la gente los busca mucho pero ya es muy difícil que encuentren quién les venda un pichón”, dijo Cabello a VANGUARDIA.
Dijo que el preparado del caldo de pichón contiene una rica variedad de vitaminas y minerales que llegan a “alivianar” los malestares provocados por enfermedades que atacan el sistema inmunológico.
“Puede mejorar la memoria, reduce la presión arterial, mejora la circulación sanguínea, trata el frío en las manos y los pies, un caldo de pichón te levanta de la cama, es para enfermos y no tan enfermos”, explicó.
¿Un platillo milagroso contra el coronavirus?
Don Antonio Cabello dijo que el caldo de crías de paloma podría llegar a aliviar los síntomas del COVID-19 y sus variantes, sin embargo, este ingrediente “mágico” y tradicional ya no se encuentra tan fácilmente a la venta.
“Ya no los venden, son muy difíciles de encontrar. Aquí venía gente hasta de Monterrey a buscar los pichones, se llevaban diez para comer, pero ya no hay, ya no vendemos”, declaró.
Una receta de Coahuila
De acuerdo con un recetario de alimentos típicos de Coahuila consultado por VANGUARDIA, la forma más común de preparar “Pichones para Casamiento” es la siguiente;
Se requiere de ingredientes como (8) pichones frescos, (1) taza de leche, (1) lata de chícharos, (1) rama de perejil, (100) gramos de nuez moscada, (1) cucharada de harina y (250) gramos de mantequilla.
Para la preparación es necesario limpiar los pichones quitándoles todas las plumas y lavándolos perfectamente para luego freírlos con mantequilla y mantenerlos a fuego medio hasta que la carne se suavice.
LA PREPARACIÓN
En un bowl se disuelve la harina con la leche, se calientan 10 gramos de mantequilla y se fríe en ella la harina disuelta; se le añade media cucharada de sal y otra de nuez moscada.
Posteriormente se mueve la mezcla hasta que comience a endurecer. Se añade un poco más de leche para luego dejar hervir y sazonar hasta que espese, se aparta y se reserva. Luego, se desinfecta el perejil, se pica en trozos y se sirven los pichones bañados con la mezcla anterior agregando chícharos y condimentos al gusto.
SOLO SENSACIÓN DE ALIVIO
Si bien el uso de productos naturales puede aportar efectos reconfortantes al organismo, no hay evidencia científica actual que confirme que utilizarlos de una u otra forma, reduzcan el riesgo de contagio del COVID-19, mejore los síntomas, y menos aún, que puedan curarlo cuando se presenta.
Los productos que consumimos habitualmente para calmar ciertas molestias respiratorias, estomacales o que tienen efectos relajantes, efectivamente pueden generar algún alivio, pero no previenen, y menos curan el COVID.
ALIMENTOS Y NO MEDICINAS
Algunos productos que utilizamos con frecuencia en la cocina como el kión, ajos, limón, o algunos minerales empleados para hacer gárgaras como el bicarbonato no tienen un efecto probado en el caso del coronavirus. Menos aún, el uso de calores fuertes como el de las secadoras en las vías nasales ayuda a modificar la temperatura corporal.
El consumo de vegetales ayudan a mejorar nuestro sistema inmunológico y deben consumirse de manera habitual. Una naranja aporta vitamina “C”. El maní se recomienda por su alto contenido de vitamina B. Lo mismo que la almendra y otros frutos secos que tienen mucho zinc.