Saltillo: La última llamada que le hizo Vianey a su mamá duro 12 angustiantes minutos
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Ni siquiera la voluntad de donar sus órganos al llegar su muerte pudo cumplirse. El peritaje lo impidió. Vianey Alejandra murió en un grito de auxilio a su madre y aún no se tiene certeza de lo que ocurrió.
Su madre, Rosario Martínez, exige justicia y será en memoria de su hija mayor que pugne porque ninguna otra jovencita atraviese por la necesidad de huir a bordo de un vehículo.
Fueron 12 minutos los que duró la llamada, aunque solo al inicio escuchó su voz. Palabras de auxilio, de pánico, imaginando lo peor de escuchar a su hija aterrorizada.
“¡Mamá, no se quiere parar el taxi, no se quiere retornar, no sé, no me quiere bajar. Mamá!”, fueron las últimas palabras que Rosario escuchó de su hija tras abordar un taxi para no llegar tarde a su empleo.
Minutos después continuó escuchando el tráfico hasta que “colgaron”, para después contestar el buzón llamada tras llamada. Sus padres salieron a buscarla y comenzaron a realizar reportes al 9-1-1 donde describieron su ropa y rasgos físicos.
“El pánico la invadió, yo escuché, no estábamos discutiendo, ella le insistió al taxista que se detuviera pero no se escuchó que el chofer le dijera que se calmara o que sí lo haría, solo escuchaba su pánico”, expresa su madre, con un recuerdo claro de la voz temerosa, agitada y desesperada de su hija.
“No se escuchó que le dijera que se había equivocado, que lo disculpara o que se detendría, es su responsabilidad del chofer cuidar de sus pasajeros pero él no hizo ni el intento por calmarla, mientras ella insistía en que el taxista se negaba a detenerse”, relata Rosario.
Anteriormente, Vianey y su novio, vivieron una situación similar, cuando un taxista los llevó a un lugar diferente a su destino y tuvieron que regresar caminando, tampoco los quería dejar bajar antes, agregó.
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Rosario señaló que eran contadas las veces que Vianey abordaba un taxi, pues prefería la seguridad de una aplicación donde podía compartir su ubicación, o cuando abordaba un taxi les tomaba fotografías a las placas, aunque el chofer la cuestionara.
“Yo entiendo que estaba en movimiento, la vialidad... pero él no le ayudó en nada, le sembró más pánico”, aseguró la madre y descartó que su hija se sintiera mareada, se encontrara inestable emocionalmente o consumiera alguna sustancia que la haya alterado.
Además, agrega, el chofer no debió tomar puente tras puente, había muchas vialidades para que se bajara, debió tomar el primer retorno para llevarla a donde le dijo; el primer retorno para ir a Mirsierra, pero no lo hizo, siguió de frente.
Hoy jueves se llevará a cabo la audiencia de vinculación a proceso contra Gerardo “N”, el taxista quien, a decir de la madre de Vianey, no permitió que la joven bajara del vehículo cuando tomó un rumbo desconocido; y cualquiera que sea su destino, en nada cambiará el dolor que dejó en el hogar de quien ahora es recordada como una mujer extraordinaria.