Saltillo: Por intenso calor, perros pueden caer en shock

COMPARTIR
Si la temperatura llega a 36 grados, los perros corren el riesgo de sufrir deshidratación y shock calórico, además de quemadura en los cojinetes (parte inferior de las patas), por lo que se recomienda no sacarlos a pasear cuando el termómetro está a punto de llegar a ese nivel; deben hidratarlos con agua fresca cuatro veces al día.
Isis Nohemí Pérez Soberanis, directora de la Unidad de Control y Bienestar Animal “Mi Mascota”, de la Presidencia Municipal de Ramos Arizpe, alertó a los poseedores de mascotas cuidarlas y no sacarlas a pasear cuando los rayos del sol son más intensos, sino temprano por la mañana o por la noche para proteger su salud y cambiarles el agua cuatro veces al día, no helada.
TE PUEDE INTERESAR: Ya no hay advertencias en parquímetros de Saltillo; multas son directas a reincidentes
“Todas las mascotitas son susceptibles a que en los cojinetes haya quemaduras cuando está el sol demasiado directo. Hay animalitos que son más propensos a tener un shock calórico, por ejemplo los boxer, los pekinés, los pug, lo bulldog, debido a su alteración genética tienen muy poca respiración”, advirtió.
“En cuestión del pelaje, los perros no sudan, ellos regulan la temperatura corporal por el área de los cojinetes, el jadeo y en el pelaje, por eso es muy importante tener el cepillado para los pelos largos, como pueden ser los husky, los San Bernardo y pastores australianos, por eso el cepillado para que no haya pelo muerto y puedan tener oxigenación”, indicó.
El cepillado debe realizarse cada tercer día para evitar el acumulamiento de pelaje y puedan regular la temperatura. Si la temperatura alcanza los 36 grados, ya hay situación de riesgo para los animales, por eso deben mantenerlos bajo una amplia área de sombra, es decir, no basta una casita de un metro cuadrado, requieren al menos 4 metros cuadrados para que el calor no le llegue de manera tan directa”.
Un perro en shock calórico puede presentar deshidratación, vómito, mareo, decaimiento, desmayo, convulsiones, paro cardiaco o respiratorio por la aceleración sanguínea.
Los primeros síntomas son respiración acelerada, jadeo, debilidad, inapetencia y vómito. De inmediato se le deben colocar toallas húmedas, no frías ni heladas, en la cabeza y en todo el cuerpo, incluyendo bajo los cojinetes y en las axilas. No bañar a la mascota porque será un cambio radical de temperatura con el peligro que implica, advirtió.
Al momento, no darle agua porque puede sufrir broncoaspiración, solo remojar la lengua y cuando se tranquilice darle agua, no fría.