Llama experta saltillense a replantear tratado de agua entre México y Estados Unidos

Ante las quejas por la mayor extracción de agua de la presa La Amistad, la cual fue suspendida este martes, la especialista Rosario Sánchez hizo un llamado a replantear el tratado entre México y Estados Unidos.

Para la académica de la Universidad de Texas A&M, fue una decisión meramente política sin considerar las condiciones de sequía que enfrenta la región ni a los usuarios de aguas abajo, es decir de Coahuila, Nuevo León y Tamaulipas.

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“Este es el resultado de la negligencia de por lo menos 30 años de una mala gestión y de estar dependiendo de huracanes para cumplir un compromiso internacional”, apuntó la Directora del Foro Permanente de Aguas Binacionales.

Comentó que en ese sentido, es importante que ambos países replanteen las condiciones del tratado para adaptarse a las nuevas necesidades de disponibilidad de agua de ambos países.

Detalló que se deben replantear las condiciones, la sobreasignación, las condiciones climáticas y las prioridades, siendo un tratado equitativo que represente la realidad del Río Bravo tal y como se hizo con el Río Colorado.

Sánchez Flores explicó que no es necesario renegociar todo el tratado de 1944 sino que ya tiene una figura legal para adaptarse como son las actas, de las cuales se han firmado ya 331 y en la cual puede incluirse estos nuevos planteamientos.

TEXAS DEBE RECONOCER QUE ESCENARIO CAMBIÓ

Asimismo, el artículo “La provisión extraordinaria de agua para sequías y el futuro de los suministros de agua del Río Grande bajo el tratado de agua entre Estados Unidos y México de 1944: un análisis exploratorio de políticas” publicado en la revista Water International en febrero pasado, realizó algunas propuestas de cara a la situación entre ambos países.

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El texto, firmado por Sánchez Flores, Stephen Mumme y Gabriel Eckstein, señala que Estados Unidos y particularmente el estado de Texas, deben reconocer a todos los niveles políticos que la situación ha cambiado.

“El tratado no puede aportar ni generar más agua; el cambio climático está reduciendo la disponibilidad de agua en ambos lados de la frontera; las prácticas y usos actuales no pueden continuar sin cambios significativos en los sistemas de gobernanza laxos existentes; y con el modelo de agricultura intensiva y extensiva, poco se logrará sin cooperación”, señalaron los científicos.

Apuntaron también que un acuerdo con Estados Unidos para reducir las asignaciones de agua hacia ese país según los niveles de almacenamiento de la Presa Amistad, tal como sucedió en el Río Colorado, generará controversia.

Además señalaron que este escenario requerirá “una sólida estrategia diplomática para que las partes interesadas de Texas reconozcan que las condiciones han cambiado para ambas partes”. Otro punto importante que señalan los científicos en su artículo es que no tiene sentido comprometerse a suministrar cantidades fijas de agua considerando que la cuenca no puede proporcionar agua adicional en respuesta al crecimiento futuro previsto.

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Sobre México, los académicos apuntan que el país debe comprometerse con un plan estratégico para garantizar la previsibilidad y confiabilidad del suministro de agua a Estados Unidos anualmente.

“De igual manera, los usuarios de agua de Texas deben afrontar la escasez causada por el clima en toda la cuenca, lo que requiere una respuesta cooperativa para desarrollar medidas de adaptación a nivel nacional y binacional. Esto requerirá un cambio importante en la forma en que ambos países gestionan los recursos hídricos en la región fronteriza y requerirá tiempo y responsabilidad por parte de los gobiernos federal y estatal”, indican.