Saltillo: ¿Sabes qué significa el Miércoles de Ceniza?
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Con este día también da inicio la Cuaresma, periodo de reflexión y arrepentimiento
Con el inicio de la Cuaresma, los católicos celebran el Miércoles de Ceniza, marcando un periodo de reflexión y penitencia antes de la Semana Santa.
En Saltillo, las iglesias de la Diócesis de Saltillo se preparan para la celebración del día que da inicio a la Cuaresma.
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En la tradición bíblica la ceniza hace referencia a un sentimiento de humildad, particularmente delante de Dios. Le recuerda al cristiano su origen y su fin, y que la vida terrenal es temporal. Para el pueblo judío, la ceniza era un símbolo que representaba la fugacidad de la vida y el arrepentimiento de los pecados.
Desde tiempos muy remotos el uso de la ceniza se asocia con el significado de humillación y penitencia, en ese sentido ya aparece en el Antiguo Testamento, pero será hasta tiempos de San Gregorio Magno, en el siglo VI, cuando se empiece a practicar como parte de los actos propios de la liturgia cristiana.
Originalmente, era una práctica que estaba dirigida a los creyentes que habían cometido algún pecado grave y público y que en consecuencia debían también cumplir pública penitencia, para tal efecto, el Miércoles de Ceniza, el Pontífice bendecía los cilicios que los penitentes iban a llevar durante toda la Cuaresma (cuarentena previa al sacrificio de Jesucristo), y les imponía la ceniza. En el siglo XI, el Papa Urbano VI, mandó que fuese impuesta a todos los fieles.
La ceniza utilizada proviene de la quema de palmas bendecidas durante el Domingo de Ramos del año anterior, otorgándole un significado especial. La bendición de la ceniza busca infundir humildad y un espíritu de sacrificio en los creyentes.
La cruz de ceniza que marca la frente de los fieles representa la mortalidad y la penitencia por sus pecados. La aplica un sacerdote durante la misa matutina, a menudo junto con una pequeña bendición: “Recuerda que eres polvo y en polvo te convertirás”.
La ceremonia de imposición de ceniza no es meramente protocolar; se espera que quienes participen lo hagan con un corazón contrito.
Al acercarse al sacerdote, se invita a los fieles a reflexionar sobre el profundo significado de este acto y a prepararse espiritualmente para los días venideros.