Adolfo Efrén Alvarado Tavira, perfil de un testigo zeta
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Durante varias horas, Alvarado Tavita narró a los miembros del jurado su trayectoria en el crimen organizado que operaba en el norte de Coahuila
El hombre que testificó el jueves en una Corte Federal de San Antonio, Texas, Adolfo Efrén Alvarado Tavira, exgerente de Producción de Televisa en Piedras Negras y traficante de armas y drogas para Los Zetas, sostuvo que conoció de la entrega de una Suburban “atestada de maletas de dinero” para el gobernador de Coahuila, Rubén Moreira Valdez.
Desde luego, el Gobierno del Estado desmintió al delincuente confeso que subió al estrado para testificar a favor de la Fiscalía en el juicio que se le sigue en San Antonio al narcotraficante mexicano Mariano Millán Vázquez, “Chano”, quien en marzo de 2011 participó en los asesinatos masivos perpetrados en el Penal de Piedras Negras y luego fue ascendido a jefe de plaza de esa ciudad fronteriza.
AUGE
Durante varias horas, Alvarado Tavita narró a los miembros del jurado su trayectoria en el crimen organizado que operaba en el norte de Coahuila.
Dijo que, trabajando en Televisa Piedras Negras, llegó a ser gerente de Producción y también colaboró en el área de Noticieros locales.
Purgando una condena de 30 años en Estados Unidos, el excolaborador de la televisora, describe ante EU una de las matanzas al norte del Estado, según publicó el diario San Antonio Express News.
El rotativo retomó las declaraciones de Tavira en la que refuerza la información de otro testigo sobre que hubo 300 víctimas en esta matanza al norte de la entidad, esto dentro del juicio que se sigue en contra de Marciano Millán, líder de la organización en Piedras Negras.
“Tavira reforzó el testimonio de (J.) Rodríguez que 40 de las víctimas fueron baleadas hasta morir en Piedras Negras, una masacre en la que Millán estuvo presente. Tavira dijo que estuvo ahí –secuestrado, esposado y llevado a una propiedad en el extremo oeste de la ciudad por Millán y otros sicarios porque Tavira había trabajado bajo las órdenes de Mario Alfonso Cuéllar, capo que había desertado tras presuntamente traicionar a la organización”.
El testigo señaló que, durante la ejecución de una de sus actividades delictivas, Millán lo sacó de un auto, mientras que otro integrante del grupo delictivo Los Zetas, identificado como Daniel Menera, lo dejó en el asiento trasero de una de las muchas camionetas en las que viajaban.
“Dijo que Miguel Treviño le preguntó dónde estaba Cuéllar, y no pareció satisfecho con la respuesta de Tavira: ‘No sé. No lo he visto en un buen rato’. Menera, con el teléfono en la mano, se acercó. En el teléfono estaba el jefe regional de Los Zetas conocido como ‘Comandante Z-100’. Entre los dos le explicaron al ‘Z-40’ que Tavira había trabajado para ellos y había dejado de trabajar para Cuéllar”, publica el periódico texano.
Tavira señaló que entre las víctimas había hombres, mujeres e inclusive niños, algunos no tenían nada que ver con el crimen organizado. Sin embargo, al existir alguna relación con el capo Cuéllar decidieron matarlos.
Según el testigo, ahí borraba de las notas los nombres de narcotraficantes para que no aparecieran en las noticias, y habló con otros medios de comunicación para que hicieran lo mismo.
Así, entre los años 1996 y 2000, los narcos le pagaban y él, a su vez, lo hacía a sus colegas.
Tavira declaró: “Supe de unas contribuciones, exactamente no sé qué tanto dinero, pero se entregaron para el gobernador. En ese tiempo estaba Rubén Moreira”.
“Estuve presente en una entrega, pero yo me salí de ahí”, añadió. “Lo iban a hacer y después me dijeron que sí lo hicieron. Fue en el rancho de ‘Beto’ Casas (un capo zeta de Piedras Negras).
“Sólo me dijeron que le habían entregado una Suburban con un montón de maletas llenas de dinero”.
Tavira también dijo que cuatro veces compró en Houston, Texas, lotes de rifles de asalto para Los Zetas y coordinó el trasvase de cocaína a Eagle Pass.
Asimismo, describió el asesinato de unas 40 personas conocidas del excapo Alfonso “Poncho” Cuéllar, y detalló que los hermanos Miguel Ángel y Óscar Omar Treviño Morales estuvieron en la ejecución de hombres, mujeres y menores que no tenían ligas con el narcotráfico.
CAÍDA
En octubre de 2011, decenas de armas semiautomáticas y municiones fueron incautadas por elementos del Sheriff del Condado de Guadalupe, Texas, después de ser detenido en la carretera interestatal 10 por una falta menor de tránsito.
La revelación se produjo durante una audiencia de fianza en San Antonio por dos de los seis sospechosos acusados por cargos de conspiración para el contrabando de mercancías de Estados Unidos y de complicidad.
Las armas fueron incautadas el 7 de julio de 2011, tras seguir la información de las llamadas telefónicas monitoreado por la DEA, lo que permitió detener la camioneta Ford 1993.
Los detalles fueron escasos en ese momento, hasta que los fiscales federales lanzaron su caso.
Muchos de las armas de fuego fueron de asalto, y en la otra mitad se borraron los números de serie para que las armas no fueran localizadas.
Denise Piedra, agente de la DEA, declaró que Fidalgo-Cabello, quien asiste a Eagle Pass High School, pero vive en Piedras Negras, ayudó a cargar las armas de fuego en el remolque en Houston.
El camión y el remolque fuern llevados hasta allí desde Eagle Pass por Fidalgo-Cabello, Martínez, su novio Raymundo Esteban Rivera, Jesús Manuel Pérez y Adolfo Efrén Alvarado Tavira, según la acusación. El envío fue organizado por su coacusado, Jesús Manuel Pérez, que operaba una filial de Los Zetas en la zona Eagle Pass-Piedras Negras.
Actualmente, Adolfo Efrén Alvarado Tavira y otros detenidos se encuentran bajo custodia en Del Rio o San Antonio, en calidad de testigos protegidos.