Destruye revolvedora banqueta en el Centro Histórico de Saltillo, autoridades brillan por su ausencia
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En Saltillo, una revolvedora que se dirigía a las obras de rehabilitación de la calle General Cepeda dañó parte de la banqueta en la esquina de Escobedo y Bravo, en una zona con más de 300 años de historia. Este incidente ha generado indignación entre los vecinos y ciudadanos, quienes cuestionan la falta de supervisión y control por parte de las autoridades.
El daño ocurrió en un área considerada patrimonio histórico, pero según el Centro INAH Coahuila, no existe una declaratoria oficial que permita su intervención directa. “No tenemos injerencia, no es totalmente municipal, a menos que tuviéramos una declaratoria como zona de monumentos. La única declaratoria que tenemos en el estado es en Parras”, explicó un representante del INAH, quien también expresó su molestia por los daños.
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El Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) indicó que el caso debe ser atendido por la Subdirección de Imagen Urbana y Centro Histórico, así como por la Dirección de Movilidad del municipio. Sin embargo, a pesar de que VANGUARDIA solicitó comentarios al municipio, no se ha recibido respuesta oficial hasta el momento.
Vecinos del Centro Histórico de Saltillo también han denunciado fallas en la planeación y ejecución de las obras en la calle General Cepeda, señalando negligencia en el cuidado del agua, con fugas severas y cortes en el suministro que los han dejado sin servicio durante días.
“Estaba en mi negocio cuando vi cómo la revolvedora se subió a la banqueta en la esquina de Escobedo y Bravo. El chofer intentó maniobrar para doblar, pero el peso del camión y las ruedas terminaron por romper la banqueta. Ni siquiera se detuvo, siguió avanzando como si nada hubiera pasado”, relató un vecino del Centro Histórico, quien prefirió permanecer en el anonimato.
El testigo también comentó que no es la primera vez que presencia maniobras imprudentes de vehículos pesados en la zona.
Este incidente reaviva el debate sobre la necesidad de una mejor protección y regulación en zonas históricas, así como una mayor coordinación entre las autoridades locales y las instancias de conservación del patrimonio. Mientras tanto, los vecinos continúan enfrentando las consecuencias de la falta de planificación y supervisión adecuada.
