Edificios emblemáticos de la UAdeC: testimonio vivo de historia, arte y educación
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Más allá de su papel como institución educativa, la Universidad Autónoma de Coahuila (UAdeC) es también depositaria de un rico y diverso patrimonio arquitectónico que se distribuye en sus tres unidades regionales: Sureste, Laguna y Norte. Estos edificios no solo han sido testigos del desarrollo académico de generaciones de estudiantes, sino que constituyen un reflejo material de la identidad universitaria y del devenir histórico de la región.
De acuerdo con una investigación realizada por los doctores Eréndira Herrejón Rentería y José Manuel Rosales Mendoza, de la Facultad de Ciencias Sociales, este patrimonio cultural universitario destaca por su valor histórico, estético y social. Sus edificaciones forman parte de una herencia compartida que fortalece el vínculo entre pasado, presente y futuro.
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PATRIMONIO QUE DA IDENTIDAD
Entre las muestras más representativas se encuentra la Facultad de Ciencias Sociales, ubicada en una casona conocida como la Antigua Casa de los Carrillo, construida entre los siglos XVIII y XIX en el Centro Histórico de Saltillo. A unos pasos, el Recinto del Patrimonio Universitario, instalado en una antigua casona colonial, resguarda una destacada colección de obras de arte, mientras que el Recinto Cultural Aurora Morales complementa esta trilogía de espacios que consolidan la oferta cultural de la UAdeC.
En Parras de la Fuente, destaca la sede de la Escuela de Bachilleres Juan Agustín de Espinoza, instalada en una casona que representa la arquitectura vernácula coahuilense y la memoria histórica de la región.
MODERNIDAD ARQUITECTÓNICA CON VISIÓN EDUCATIVA
En la transición hacia la modernidad, la UAdeC resguarda íconos del siglo XX como el Ateneo Fuente, joya arquitectónica de los años 30, obra de Zeferino Domínguez y Blas Cortinas; y la Escuela de Bachilleres Mariano Narváez, construida en 1922 por Arnulfo Narro Peña y Pascuale Falbo, que forma parte de la Universidad desde 1967.
Otro ejemplo significativo es la Escuela de Bachilleres de Agua Nueva en San Pedro de las Colonias, un edificio con diseño propio de la educación agropecuaria del México posrevolucionario.
La sede de la Rectoría y la Facultad de Jurisprudencia, inauguradas en 1968 en Saltillo, son exponentes del movimiento moderno: funcionalidad, eficiencia y técnica al servicio del conocimiento.
Mención especial merece el Hospital Universitario, obra del reconocido arquitecto Mario Pani, proyectado en 1943 e inaugurado en 1950, como una apuesta de vanguardia en la formación médica.
TORREÓN Y LA ARQUITECTURA PROGRESISTA
En la Unidad Laguna, los edificios de las facultades de Medicina (1968), Contaduría y Administración (1966), y Odontología (1968), diseñados por los arquitectos Antonio Palazuelos, Carlos Burciaga y Carlos Torres Ortega respectivamente, son testimonio de una visión universitaria moderna y progresista.
FUNCIONALISMO Y DESARROLLO INDUSTRIAL EN EL NORTE
En la Unidad Norte, la UAdeC alberga edificios como el de la Escuela Superior de Ingeniería en Minería y Metalurgia de Nueva Rosita, obra del arquitecto Suárez Leroy y su equipo, inaugurado en 1962. En Monclova, destaca el conjunto arquitectónico de la Facultad de Ingeniería Mecánica y Eléctrica, proyecto de Franklin Fernández inaugurado en 1966.
Este mosaico arquitectónico no solo representa los ideales universitarios, sino que también ofrece una narrativa visual del desarrollo educativo y social de Coahuila.
“Preservar estos espacios es vital para mantener viva la memoria colectiva, transmitir valores culturales y proyectar una educación con raíces sólidas y visión sostenible”, concluye el estudio.
