Exige su liquidación a la Clínica de Magisterio
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Reclama que no le ha pagado su finiquito
Hace tres años, a manera de protesta por su situación laboral, Héctor Rogelio Fernández incendió la farmacia de la Clínica del Magisterio, por lo que inmediatamente se quedó sin trabajo.
Ahora asegura que la institución, que alega haberlo despedido de manera justificada, no le ha pagado su finiquito.
El denunciante espera más de un millón de pesos como liquidación.
Fernández García trabajó 26 años en la clínica, la mayor parte del tiempo como dependiente de la farmacia, pero en un cambio de administración, lo fueron moviendo de área hasta intendencia.
Asegura que primero pasó por archivista, e incluso trabajó en el área de las ambulancias sin ser paramédico, chofer, ni enfermero.
“Eso es común en la dependencia: tener puestos sin estar calificado”, aseguró.
Harto incendió la farmacia a manera de protesta. “Fue un incidente leve”, según sus palabras. “Afortunadamente no pasó a mayores”.
Policías lo arrestaron tres días pero no hubo demanda, por lo que quedó libre. pero sin empleo.
Tras tres años de su despido, lleva un proceso en Conciliación y Arbitraje porque la institución se niega a pagarle.
De acuerdo con su licenciado, el caso pasa de mano en mano y se limitan de decirle que sigue en proceso.