Fiesteros tienen su 'buen fin'

El buen fin no sólo trajo ofertas y promociones, también la desgracia a un grupo de amigos que se encontraban en una fiesta al sur de la ciudad  y es que una jovencita terminó gravemente lesionada luego de participar en un fuerte accidente que la hizo rebotar en el parabrisas de su coche.

Flor Azucena Gómez Belmares de 21 años, es el nombre de la joven que terminó seriamente lesionada luego que el conductor de un Neon con placas FHB1673 qué circulaba por la calle Santa Cecilia de la colonia parajes de Santa Elena no tuvo la precaución de respetar su alto total quedando en medio del boulevard Santa Cecilia, provocando que una camioneta con placas EY 35 931 le pegara en seco al costado izquierdo justo donde se encontraba la mujer que salió proyectada contra el parabrisas.

Por el susto y el estado etílico en el que manejaban el automóvil, los acompañantes de Flor solamente la sacaron del auto y como un animal la dejaron en el pavimento para huir del lugar y así evitar las celdas municipales dejando a su suerte a la pobre lesionada que sangraba  por los diversos golpes que recibió los demás gravedad encabeza, cadera y columna.

Los hechos ocurrieron cerca de las 3 de la mañana del sábado, a esa hora los paramédicos de la Cruz Roja llegaron de inmediato para valorar la salud de Flor que se encontraba en posición fetal con un cobertor que los mismos vecinos le pusieron encima pues el mismo golpe la despojo de sus ropas de la parte de arriba exponiendo sus pechos.

Luego de valorarla la mujer fue empaquetada y se trasladó a la clínica 2 del seguro social para que le tratarán sus lesiones en calidad de urgente, además de verificar que no tuviera ninguna otra lesion interna que pusiera en riesgo su vida; hasta el momento su salud es considerada como delicada.

Elementos de la policía de tránsito y vialidad de Saltillo resguardar el lugar hasta que se levantó todo el peritaje para iniciar con las investigaciones y deslindar responsabilidades además de que los carros fueron retirados del lugar y llevados al corralón del municipio hasta que el o los responsables puedan cubrir los gastos de lesiones y daños.