Foro organizado por Vanguardia: ¿Por qué se inunda Saltillo cuando llueve?

Errores del pasado, falta de planeación y estudios hidrológicos para el desarrollo de obras, crecimiento de la mancha urbana, uso de concreto y pavimento que impide infiltración de agua al subsuelo, así como un plan director que obligue a los desarrolladores a trabajar con un modelo sustentable, fueron algunos de los temas que abordaron especialistas y funcionarios públicos para responder a las preguntas “¿Por qué se inunda Saltillo y qué acciones se requieren para evitarlo?”.

En el foro transmitido por VANGUARDIA participaron Griselda Salas, urbanista, arquitecta y académica de la UAdeC; Andrés Garza, director de Desarrollo Urbano de Saltillo; Óscar Pimentel, director del Instituto Municipal de Planeación (Implan); Antonio Nerio Maltos, director de la Comisión Estatal de Agua y Saneamiento de Coahuila, y Héctor Laredo, urbanista y especialista en diseño de ciudades.

“No tenemos la infraestructura para filtrar esa agua en puntos específicos para evitar que siga corriendo, tenemos gran cantidad de cubiertas de concreto y asfalto que no permiten que permee al subsuelo, tenemos problemas de basura, tenemos taponamientos de arroyos”, dijo la arquitecta Griselda Salas, para empezar el foro de discusión conducido por el periodista Carlos Arredondo.

En este tema los participantes coincidieron en que la orografía de la ciudad es una condicionante importante que marca el curso del agua, y cuando se modifica el medio físico y construye en los cauces naturales, el agua tarde o temprano va a reanudar su curso.

“El tema de las inundaciones no es de hoy ni de ayer, sino que tiene mucho tiempo y que anteriormente hubo muchas cosas que se aprobaron no mal, sino que no se contemplaban estudios hidrológicos”, puntualizó Andrés Garza.

También resaltó el crecimiento de la mancha urbana, el desarrollo de fraccionamientos sin obra hidráulica y asentamientos irregulares.

En este tema profundizó Héctor Laredo, quien sostuvo que la evidencia empírica señala que la urbanización genera más escurrimiento de agua a los arroyos, y más calor, lo que provoca que las precipitaciones se focalicen en esta área.

“El caudal original de un arroyo va a ser insuficiente y no nos vamos a inundar, se va a desbordar, y en ese momento se van a generar nuevos cauces. El problema de Saltillo, y de cualquier ciudad, es de prospectiva principalmente”, explicó.

Por su parte, Óscar Pimentel precisó que la capital coahuilense no sufre de inundaciones, sino afectaciones por el agua que corre a gran velocidad, “por el hecho de que hemos ido impermeabilizando la superficie del valle con la urbanización y perdemos capacidad de recarga de los acuíferos, capacidad de absorción”.

La actividad humana ha afectado el entorno y erosionado la tierra, sobre todo por el tipo de desarrollo urbano que ha devastado áreas importantes de vegetación, lo cual ayuda a mitigar los efectos devastadores de las lluvias.

“Existen una serie de brazos de arroyos que se han ido tapando por la urbanización, con el desarrollo de viviendas, fraccionamientos, calles, frenan el escurrimiento natural del agua”, coincidió Antonio Nerio Maltos.

Agregó que décadas atrás había caudales que terminaban en fincas donde el escurrimiento no rebasaba los 30 centímetros y luego se filtraba al subsuelo, pero con el desarrollo de la parte norte de Saltillo se incrementaron los problemas.

FALTA INTEGRAR DESARROLLO SUSTENTABLE AL PLAN DIRECTOR

Los ponentes destacaron que conforme han pasado las décadas y administraciones, también han cambiado los modelos de ciudad y desarrollo. Por ello, hoy es necesario un nuevo enfoque que permita el desarrollo sustentable, que exija estudios hidrológicos, estudios del medio físico, desarrollo de áreas verdes, entre otros temas, para que se incorpore al Plan Director.

Y a partir de ahí, se puede construir obra bajo lineamientos estrictos de desarrollo sostenible en bienestar de la sociedad y con menor impacto al medio ambiente.