Gastan comerciantes de Saltillo hasta 7 mil pesos para cumplir con normas de sanidad
Entre algunos de los requisitos exigidos por el comité, se expuso que los restaurantes, además de brindar gel antibacterial y procurar el lavado de manos en sus empleados, debían tomar la temperatura de sus clientes y habilitar sus instalaciones
El regreso a la “nueva normalidad” después de los más de 40 días que duró el confinamiento por el COVID-19, se ha convertido en el dolor de cabeza para muchos de los comerciantes que esperaban con ansias la reactivación económica de la ciudad.
Cumplir con las normas de sanidad establecidas tiene un costo de hasta 7 mil pesos para cada comercio.
En un recorrido realizado por VANGUARDIA, se pudo captar que la mayoría de los negocios del Centro Histórico no cumplen con algunas de las medidas establecidas por el Subcomité Técnico Regional COVID-19 Sureste, que anunció la reactivación el pasado viernes.
Entre algunos de los requisitos exigidos por el comité, se expuso que los restaurantes, además de brindar gel antibacterial y procurar el lavado de manos en sus empleados, debían tomar la temperatura de sus clientes y habilitar sus instalaciones para solo recibir al 50 por ciento del aforo contemplado.
En la calle Victoria, donde hay por lo menos siete restaurantes o fondas de comida, únicamente las tres franquicias asignaron a un integrante de su personal a la entrada de la tienda para toma de temperatura y gel antibacterial.
En el recorrido por la calle Allende, Padre Flores y Xicoténcatl, se pudo observar que la oferta de comida, de igual forma, fue la menos cumplida, pues de cinco puestos y una fonda, únicamente uno cumplió con las medidas de filtro al ingreso, mientras que una tienda departamental y un banco aplicaron el filtro que incluye la toma de temperatura, al igual que en una frutería, aunque en esta última, el acceso no fue limitado.
CARO REGRESO
Dependiendo de la plantilla de personal y de las medidas del establecimiento, Sergio Castillo, socio del Cerdo de Babel, del Centro Histórico, dice que entre la compra de cubrebocas, gafas de protección, sanitizantes, gel antibacterial a sobreprecio y termómetros digitales de frente en sobredemanda, el regreso a la “nueva normalidad”, tiene un costo promedio de entre 5 mil y 7 mil pesos.
Aunque se ha cumplido con las normas y resaltando que las medidas han sido por el bien de la población, Castillo dice que el regreso a la “nueva normalidad”, también será complejo para muchos de los comerciantes en el giro restaurantero, pues al solo permitir la recepción del 50 por ciento del público, solo se registra la mitad del ingreso regular, pues mientras que eso sucede, se deben pagar los mismos salarios a los empleados, el mismo costo de los servicios, a la par que muchos de los productos alimenticios han incrementado en sus precios.