Se recupera de malestar obispo emérito de Saltillo
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A casi un mes de la recaída de salud el jerarca católico sigue las recomendaciones médicas que le fueron asignadas para su recuperación.
A tres semanas de haber sufrido una deshidratación debido a un malestar generado por la diverticulosis crónica que padece el obispo emérito Francisco Raúl Villalobos Padilla, él se encuentra estable y en recuperación.
Fuentes de la Diócesis de Saltillo confirmaron a VANGUARDIA que a casi un mes de la recaída de salud el jerarca católico sigue las recomendaciones médicas que le fueron asignadas para su recuperación.
“Él está en su casa siguiendo las recomendaciones médicas, está hidratándose y recuperándose”, detallaron.
En esas fechas la Diócesis especificó a través de un comunicado que el obispo emérito vive con ese padecimiento desde joven, por lo que de su llegada a Saltillo su dieta alimenticia ha sido restringida y cuidada, al consumir solamente carnes blancas, frutas y verduras permitidas por el médico.
A través de una semblanza publicada en la plataforma de la Diócesis de Saltillo, el padre José Guadalupe Tiscareño detalla que el obispo emérito no come carnes frías, carne molida (como picadillo, albóndigas, pastel de carne, hamburguesas), birria, barbacoa, pozole, menudo.
Tampoco prueba cebolla, ajo, chile, rábanos, pepino, nabo, apio, coliflor, repollo, ni tolera las hierbas olorosas como: perejil, orégano, tomillo, cilantro, laurel. Tampoco son de su agrado la nuez, coco, almendras, cacahuates, piñones, pepitas ni ajonjolí ni ningún mole.
Entre las frutas no le gustan la guayaba, sandía, melón, jícama, granada y le disgusta el sabor a chocolate.
Le gusta tomar (casi) a diario un jugo de limón, aguacate, lechuga, tomate, crema, queso, y prefiere una copa de tequila, mezcal, brandy, cognac, una cerveza, o medio vaso de vino. Jamás toma whisky o vodka.