Once madres murieron sin hallar a sus desaparecidos en Coahuila

Saltillo
/ 10 mayo 2022

No en todos los hogares se celebrará el 10 de Mayo; en algunas mesas habrá algunas sillas vacías

En México el 10 de Mayo es una de las festividades más importantes para celebrar a la mujer que da la vida, que cuida y procura a sus hijos.

Sin embargo, en el país, existen al menos 100 mil casos de personas desaparecidas denunciadas formalmente ante las autoridades desde 1964, y en la gran mayoría de los casos, son las propias madres quienes han permanecido en las búsquedas y para las que el 10 de Mayo no volvió a ser igual.

Una de las realidades que más preocupan a las organizaciones en defensa de los derechos humanos, no es solo los cambios radicales que las familias y las madres tienen a raíz de una desaparición, sino que además, muchas de ellas han muerto sin encontrar respuestas de sus hijos, y sus esposos, en medio de los procesos de búsqueda de justicia.

En las organizaciones Fuerzas Unidas por Nuestros Desaparecidos en Coahuila y México, Familias Unidas por la Búsqueda y Localización de Personas Desaparecidas en Piedras Negras y la organización Fray Juan de Larios, recuerdan que desde la formación del primer colectivo, en 2009, hay registros de por lo menos 11 madres que fallecieron sin respuesta.

Una de las más recientes pérdidas que fue recordada es la de María Hortensia Rivas, quien era presidenta del colectivo Familias Unidas, originario de Piedras Negras, que se formó a raíz de que ella y otras madres alzaron la voz por sus hijos. Ella falleció en agosto de 2021 a causa del COVID-19.

INTERVIENE LA ONU

Hortensia, fue una de los casos más emblemáticos por la búsqueda de su hijo Víctor Manuel Guajardo, que llegó hasta el Comité de Derechos Humanos de la Organización de las Naciones Unidas, quien responsabilizó al Estado Mexicano por la desaparición forzada de Víctor a quien Hortensia buscaba desde el 10 de julio de 2013 en la frontera de Coahuila.

También está la de María del Carmen Ortiz Villegas, quien falleció el 20 de marzo de 2021. La madre que además integraba junto con su hija Brenda Rangel a colectivos de otras partes del país; buscaba a su hijo Héctor Rangel Ortiz, desaparecido el 10 de noviembre de 2009 en Monclova.

Por su caso, incluso existe una recomendación de la Comisión Nacional de Derechos Humanos, donde se informó sobre las omisiones que han tenido las autoridades para con las búsquedas.

Y otro de los más recientes es el de María del Socorro Espiricueta Martínez, quien falleció el 24 de marzo de 2021, y de acuerdo con los colectivos, ella esperó siempre el regreso de su hijo José Juan Peña Espiricueta, quien desapareció el 13 de marzo de 2011.

14 años de búsqueda

Además está el caso de María Florencia Hernández García, madre quien falleció el 08 de enero de 2018 en la ciudad de Torreón. Ella buscaba a su hijo Gerardo Villasana Hernández, desaparecido el 12 de febrero de 2008 en el mismo municipio lagunero.

“Florencia fue una de las primeras madres que se unió a Fuundec en 2010 en Torreón. Siempre tuvo la esperanza de encontrar a su hijo”, dice la organización Fray Juan de Larios.

Un caso más es el de Romanita Ortiz Reyes, quien falleció en 2017 en Torreón. Buscaba a su hijo Pedro Ramírez y a su nieto Armando Salas, desaparecidos el 12 de mayo de 2008 en la misma ciudad.

Junto a su hija, Romanita fue una de las fundadoras de Fuundec en Torreón, y sorprendía por su preparación constante en materias legales y de búsqueda que hacía con el fin de tener más pistas sobre el paradero de Pedro y Armando.

“Siempre buscó hasta que enfermó y eso le impidió continuar la búsqueda. Sin embargo, desde su casa animaba a sus compañeras, compañeros para que continuaran en la lucha incansable de la verdad y la justicia”, dice Fray Juan Larios.

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LISTA INTERMINABLE

Y así, están también los nombres de Domitilia López Cedillo, quien buscaba a su esposo José Juan Pacheco, el de Alma Guadalupe Solís Fuentes quien buscaba a su hijo Juan Antonio Ornelas Solís; Socorro Chavarría Cruz, buscaba a su nieto Agustín Núñez; María Martina Ramos, quien buscaba a su hijo Rubén Limón Ramos.

Al igual está el de María Demetria Martínez, quien buscaba a su esposo Gersain Cardona, y el de Hilda Torrecillas, quien buscaba a su hijo Ezequiel Castro.

Dentro de los colectivos, las madres de personas desaparecidas y en general todos los familiares, han reiterado a sus compañeros que aún cuando se vayan de este plano, las búsquedas seguirán por parte de sus compañeros, ha sido pacto entre las familias.

“Esto no detendrá nuestro compromiso de quienes nos quedamos. La lucha seguirá en este país donde la corrupción y la impunidad nos llevan a no quedarnos calladas y callados”, dice Fray Juan de Larios.

Aunque de estos colectivos existen 11 casos que han resaltado, las organizaciones insisten en que ésta es la realidad que se vive el 10 de Mayo, en todos los estados de la República.

“Ellos y ellas jamás dejaron de buscar a sus seres desaparecidos hasta su muerte. 5, 7 y hasta 14 años de caminar, de preguntar, de ir a todos los lugares posibles para saber qué había pasado con ellos. Se fueron sin saber nada de los suyos”, reitera.

Este 10 de Mayo, colectivos de familiares de personas desaparecidas se reunirán nuevamente en la Ciudad de México para realizar la “Marcha de la Dignidad Nacional”, que será encabezada por madres en búsqueda.

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