Oniomanía o adicción a las compras: una conducta que pasa desapercibida en Saltillo

Saltillo
/ 8 junio 2025

La gratificación inmediata que ofrecen las compras puede derivar en un trastorno adictivo, advierte el psicólogo Leonardo Figueroa

Comprar ya no es solo una necesidad o un gusto: para algunas personas, se ha convertido en una conducta adictiva que deteriora su salud mental, sus relaciones personales e incluso su desempeño laboral. Así lo advierte el psicólogo saltillense Leonardo Figueroa, quien ha detectado casos de adicción a las compras en consulta privada en esta ciudad.

“Una adicción es un trastorno crónico y recurrente. Aunque los síntomas parezcan desaparecer, siempre existe el riesgo de recaer”, explica Figueroa. Aclara que el diagnóstico no se basa únicamente en cuánto dinero gasta una persona, sino en qué tanto esta conducta afecta su vida cotidiana.

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“He atendido a personas que no necesariamente están endeudadas, pero pasan dos o tres horas diarias en plataformas de compras en línea, incluso durante el horario laboral. Ahí ya hay un foco de alerta, porque se está comprometiendo el desempeño y la concentración”, advierte.

El especialista señala que el cerebro humano no distingue entre una sustancia y una conducta cuando se trata de activar el sistema de recompensa. “Para el cerebro, es igual si se trata de azúcar, marihuana, alcohol, sexo o compras. Lo importante es que esa acción libere dopamina, que es la sustancia asociada al placer.”

La adicción a las compras, también conocida como oniomanía, no siempre se identifica con facilidad. Figueroa señala que muchas personas llegan a consulta no porque reconozcan que tienen un problema, sino porque alguien cercano se los sugiere. “Me ha tocado escuchar: ‘Yo estoy aquí porque mi esposa quiere que venga’. Es común que la persona no vea afectaciones importantes, pero su entorno sí.”

El patrón suele ser cíclico: tensión emocional, impulso de compra, placer inmediato y, después, culpa. En algunos casos, incluso se ocultan las adquisiciones o se justifican con frases como “para eso trabajo” o “vida solo hay una”.

Para el tratamiento, Figueroa recomienda primero hablar con alguien de confianza, antes que acudir directamente a un profesional. “Buscar a una persona razonable que escuche sin juzgar puede ser el primer paso. Y cuando se decide buscar ayuda profesional, es válido pedir la cédula del especialista. Eso no debería incomodar a nadie.”

Finalmente, hace un llamado a desestigmatizar tanto las adicciones como el cuidado de la salud mental. “Pedir ayuda no es señal de debilidad, sino de responsabilidad con uno mismo y con quienes nos rodean”, afirma.

En caso de sentir que las compras están afectando tu bienestar emocional o tus relaciones personales, acércate al DIF Saltillo, donde un equipo de profesionales de la salud mental puede orientarte y brindarte el apoyo necesario. 8444121264 es el número donde pueden ayudar con estas situaciones.

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