‘Oren por nosotros’: Obispo de Saltillo pide apoyo espiritual para los sacerdotes

El obispo Hilario González pidió a la feligresía que ore por la fidelidad, salud, estado de ánimo, tentaciones, desgracias, mal testimonio, mal temperamento, materialismo y otras situaciones con las que suelen lidiar los sacerdotes de la Diócesis de Saltillo.

Con motivo de la Misa Crismal, en el marco de la Semana Mayor, el clérigo agradeció a la grey haber acompañado a los oficiantes en dicho servicio litúrgico, durante el cual hizo votos para que sus colaboradores mantengan su fidelidad.

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El oficiante remató un amplio mensaje con la siguiente petición múltiple: “No dejen de orar por nosotros, sus presbíteros y obispos; pidan para que seamos fieles en nuestra vocación sacerdotal y seamos buenos pastores para ustedes”.

“Intercedan por los sacerdotes que sufrimos enfermedad; los que pasamos por momentos de desánimo y tentación; los que hemos caído en la desgracia o dado un mal testimonio; los que tenemos mal temperamento”, expresó.

González García solicitó, asimismo, que se ruegue por quienes “hemos perdido —dijo— la sencillez del corazón; los que estamos agotados por el trabajo o abatidos por la frustración; los que buscamos nuestros intereses materiales o hemos olvidado la gratuidad del don sacerdotal”.

“Oren para que seamos fraternos entre nosotros y con ustedes, para que mantengamos la fidelidad a Jesús, Buen Pastor, y lo reflejemos con sinceridad de corazón, con alegría y disposición servicial”, externó.

La Misa Crismal consiste en un servicio religioso correspondiente al “Jueves Santo” en la catedral de cada diócesis. Se denomina “crismal” porque incluye la bendición de los santos óleos que servirán a lo largo del año para impartir los sacramentos de la Confirmación, la Unción de los Enfermos y la Ordenación Sacerdotal.

Al respecto, el obispo declaró: “Querido pueblo de Dios que peregrina en nuestra Diócesis de Saltillo: compartimos la unción del Espíritu en el sacerdocio bautismal”.

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“Ustedes son la razón de ser de nuestro ministerio; son el rebaño amado de Jesús que se nos confía para ser alimentado, fortalecido, guiado y protegido como Él quiere, y que hemos de conducir para que tengan la vida abundante que Cristo nos ofrece”, indicó.

Más adelante, expresó: “Al bendecir el Óleo de los Catecúmenos los invito a reconocer que nuestra fuerza y nuestra esperanza de salvación están en el Señor Jesús... Con este aceite deseamos ser fieles a las enseñanzas del Evangelio y llevar una vida digna del llamamiento que hemos recibido”.

“Que este aceite nos haga caer en la cuenta de la necesidad de dar un mejor testimonio de vida ante las insidias del enemigo y las debilidades de nuestra carne”, indicó el pastor diocesano.