La baja respuesta en el Estado al programa que busca activar a jóvenes que no estudian ni trabajan, no ha tenido la respuesta esperada por la ambigüedad de sus objetivos y porque en el Estado ya existe un déficit de mano de obra y, en busca de cubrirlo, las empresas ofrecen más beneficios que los del programa.
Miguel Monroy, director de Coparmex en el sureste, y el economista Francisco Antonio Serrano, hablan al respecto.
De acuerdo con Iván Jiménez Moreno, quien dirige el programa federal en Coahuila que busca activar a los jóvenes que no estudian ni trabajan, a 14 semanas de haber iniciado ha registrado un 10.75 por ciento de avance en la meta anual. Según las cifras registradas al cierre de esta edición, la plataforma muestra 7 mil 634 vacantes en el Estado y de ellas han sido ocupadas mil 862, es decir, el 24 por ciento.
Según Miguel Monroy Robles, titular de la Confederación Patronal de la República Mexicana en la Región Sureste, las empresas afiliadas a esta institución han registrado 300 vacantes en el programa, pero hasta la fecha solo han podido ocupar 8 de ellas.
“Ese programa está pensado con los pies. No es lo mismo Saltillo, donde tienes más de 11 mil puestos que no se pueden ocupar, a Chiapas o Campeche, donde aunque haya mil personas que quieran trabajar, no hay puestos de trabajo, además está muy mal diseñado desde un principio, es un programa pensado en mantener ocupados a los muchachos, no por desarrollar mano de obra”, aseguró el doctor en economía Antonio Serrano.
Los jóvenes van a preferir contratarse en empresas con sueldo más alto que el apoyo que da el programa”.
Miguel Monroy, director de Coparmex Región Sureste.
Para Monroy Robles el programa ha tenido éxito en los estados en los que no cuentan con un sector industrial desarrollado, porque no hay opciones laborales en la zona.
“Si tenemos 11 mil vacantes que no podemos cubrir, con un sueldo de más del doble que el apoyo que se da con el programa, más prestaciones. Muy difícil vamos a llegar a la meta de colocación que manejan”, indicó el empresario, agregando que la opinión de los empresarios es: “Yo con gusto abro las puertas para los jóvenes de este programa. El problema es que van a preferir contratarse de planta con un sueldo más alto, donde ya pueden hacer antigüedad y acceder a otras prestaciones como el comedor, el uniforme, el transporte”.
De acuerdo con el catedrático de la UAdeC, uno de los problemas que tiene JCF es que la oferta no va en función de lo que quieren los jóvenes, va en función de lo que quieren las empresas. Las empresas quieren llenar sus puestos de trabajo más que contribuir al desarrollo del país, asegura. En ese sentido, el director del programa comentó que si los jóvenes ya tienen pensado dónde hacer su capacitación y la empresa no está inscrita, ellos podrían llevar una carta y solicitar que se registren.
“El problema también es que nadie les ha explicado claramente de qué trata el programa, de hecho al día de hoy el objetivo del programa está muy vago. Eso y nada son dos nadas, no tiene fundamento.
“Gran parte de los trabajos que se tienen ahorita son trabajos repetitivos, trabajos en la línea de manufactura, y son trabajos que los jóvenes no quieren. Ellos quieren trabajos casi como si fueran juegos de software y la verdad es que las empresas ni están preparadas, ni tampoco existen ese tipo de trabajo, ni en Coahuila, ni en gran parte de México. Por eso los jóvenes van, están tres o cuatro días y se van, si es que van”, consideró el economista.
Es un programa pensado en mantener ocupados a los muchachos, no por desarrollar mano de obra”.
Antonio Serrano, doctor en economía.
Por otro lado Serrano indicó que las empresas demandan la misma responsabilidad a los becarios que a cualquier otro trabajador y, si es una persona que desertó de la escuela o de un trabajo, probablemente no tiene la constancia y madurez para el mundo laboral.
“Los programas de desarrollo de mano de obra no pueden generalizarse, deben de ser focales y están en función de las vocaciones económicas de cada estado y en este caso, esa generalidad de que con un programa vamos a estar bien todos, nos está llevando al fracaso, no me da gusto que el programa fracase porque amo a mi país, pero me da gusto que se vea que hacer los programas así nada más no tiene ninguna relevancia”, indicó Antonio Serrano.
Para Monroy Robles el programa “más que replantearlo, hay que aprovecharlo como está”, invitó, agregando que “si van a caer uno, dos o tres, los que sean, hay que aprovechar esta oportunidad que nos está dando el Gobierno Federal”.
¿Qué es el JCF?
Jóvenes Construyendo el Futuro es un programa que busca que miles de jóvenes de entre 18 1 29 años de edad puedan capacitarse en el trabajo.
El Gobierno de México les otorgará una beca mensual de 3 mil 600 pesos para que se capaciten durante un año.
Seguro médico que cubrirá las ramas de accidentes, enfermedades, maternidad y de riesgos de trabajo durante el periodo de permanencia en el Programa.
Constancia de capacitación que describe la formación recibida y las habilidades desarrolladas durante la permanencia en el programa
Es la oportunidad para que empresas, instituciones públicas y organizaciones sociales los capaciten para que desarrollen habilidades, aprovechen su talento y comiencen su experiencia laboral.
A nivel nacional son 2 millones 300 mil jóvenes los que pueden ser inscritos.
Representan el 22 por ciento de la población joven en el país.
EL DATO
De 7 mil 634 vacantes solo han sido ocupadas mil 862