Superadobe: La historia detrás de una vivienda de este tipo en Saltillo
Una familia en la ciudad construyó su hogar con esta técnica ecológica y con recursos locales. Conoce su historia y experiencia
Hace 14 años Laila Castillo y Elier Mayorga, se convirtieron en pioneros de la bioconstrucción en Saltillo. Edificaron su casa con la técnica de superadobe. Ha sido una aventura.

VANGUARDIA conversó con el matrimonio y su hija María, de 16 años. Compartieron la experiencia de vivir en una residencia de ese estilo en nuestra ciudad.
Este es un recorrido por la historia de su casa.
Pero primero pongamos en contexto, ¿qué es el superadobe?
“Es una técnica de bioconstrucción que consiste en llenar costales con una mezcla de tierra, paja y un poquito de agua. Se apisonan y entre cada capa de costales va alambre de púas para unir una capa con otra, hasta que va tomando altura”, explica Laila.
A diferencia del adobe tradicional, las ventajas que ofrece es que no hay que esperar a hacer el adobe y que se seque para empezar a construir, sino que se hace todo en el mismo momento y que se usa mucha menos agua.

Uno llega a esta casa y al entrar se respira naturalidad y esa sensación acogedora de los hogares de pueblo. ¿Cómo está constituida esta original vivienda? La sala circular es el eje, se concentran la cocina, dos baños -uno seco, con ducha y uno convencional-, dos habitaciones y un tapanco, todos concéntricos y en estructuras circulares.
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Por otro lado, la vivienda está inusitada de paredes irregulares llenas de encanto, tiene un estilo rústico y muebles de madera que destacan en las habitaciones redondas.
Pero, ¿cómo ha resistido las condiciones climáticas de Saltillo?
Laila observa su casa desde la cocina y luego de tomar un poco de café afirma, “bastante bien, sigue teniendo asentamientos que provocan grietas, como todas las casas”.
¿CÓMO NACIÓ LA IDEA?

Elier relata que se inspiraron en una ecoaldea de Tepoztlán para construir su casa, “cuando vimos esas casas nos dimos cuenta que la nuestra tenía que ser social, ecológica y económicamente sustentable”.
Al reflexionar asumieron que si edificaban con material tradicional iban a generar mucha basura.
La andanza en la que se embarcó la familia no ha sido sencilla, Laila cuenta que el principal reto fue la falta de información.
“Hace 14 años no había toda la data que hay ahora en internet, hoy te metes a YouTube y consigues un tutorial de cómo hacer una casa, pero antes no había eso”.
En su momento, el apoyo que tuvieron fueron unas fotos que le compartieron a Elier en la ecoaldea. Además de un par de consultas a través de Skype y dos DVD’s con videos de entrevistas de personas de Chile y de Argentina, esos fueron sus referentes.
Otra dificultad fue que en aquel momento ambos trabajaban y cotizaban para Infonavit, pero el instituto “no te presta para construir de esta forma”, detalla Laila.
Y finalmente tuvieron que enfrentar la presión social. Aunque Elier admite que “eso fue algo padre”.
Laila recuerda que hubo gente que les decía, ‘no pueden construir así’, ‘se les va a caer la casa’ o ‘es inseguro’. Mitos que el tiempo derrumbó.
UN BAÑO PECULIAR
La casa de superadobe cuenta con un baño seco y Laila narra que los primeros años hubo gente que dejó de ir precisamente por los prejuicios en torno a este.
El baño es uno de los principales responsables de nuestra huella hídrica, tan solo una descarga promedio en el WC emplea entre 10 y 16 litros, por eso el baño seco es una alternativa eco amigable, pues no requiere agua para el desecho de nuestros residuos.
En su lugar puede fermentarlos o compostarlos, que es lo que hace la familia Mayorga-Castillo, lo que no solo evita la contaminación del agua, sino que aprovecha esos residuos para nutrir a la tierra.
Para ello el baño tiene una instalación que separa sólidos y líquidos. Los sólidos se mezclan con material orgánico como aserrín, de modo que no se genera ningún mal olor y se compostan.

EFICIENCIA TÉRMICA
Con una escalera de caracol y un pasamanos metálico, que combina el estilo industrial con el encanto rural, en la casa hay un tapanco con un sofá.
Laila platica que es un espacio en el que todavía se siente mucho calor en el verano y que eventualmente le gustaría modificar la ventilación de ahí, pero es un proyecto a futuro.
Además cuentan que hace un par de años hubo una ola de calor en Saltillo pero la casa resistió bien.
“Solo compramos un par de ventiladores, pero ningún minisplit, tratamos de ser congruentes con el estilo de la casa”, precisa Laila.
Los techos de cada habitación son abovedados y rematan con un domo de policarbonato translúcido que filtra la luz a lo largo de la jornada, pero antes había acrílicos planos de aproximadamente cinco milímetros, y en invierno representaban un problema, como recuerda Laila.
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Eso porque al ser las paredes de lodo, estas tardan años en secarse y “había mucha humedad y se condensaba, ese acrílico propiciaba un círculo mojado en el piso. Ahora, estos tienen forma curva y si hay condensación, se resbala y tiene una salida”.

IMPACTO EN SU ESTILO VIDA
Vivir en una casa de este estilo ha impactado en la vida de cada uno de los miembros de esta familia, desde que la construyeron cada uno tomó un rol.
Cuando se mudaron Laila asumió como su tarea todo lo que concierne al interior de la casa, es decir amueblar y crear un ambiente cómodo y lindo para los tres.
Mientras que Elier se encargó de la parte exterior y narra que el agua de la lavadora y la de los trastes se reutilizan para el riego del jardín. Ahora tienen árboles frutales y hierbas de olor, pero antes tuvieron un pequeño huerto.
Y como María era muy pequeña al principio no participaba tanto, pero platica que actualmente, junto a sus papás cada año repella la paredes de cierta área de la casa, para darles mantenimiento.
“Es como jugar a hacer manualidades, pero en una casa”.
Los tres se sienten satisfechos al poner de su parte en la búsqueda de una vida más ecológica, “gran parte de los desechos que generamos, aquí los procesamos” explica Laila.
“La casa tiene un patio, que supera el promedio de las viviendas de Saltillo, pero no utilizamos agua extra para regarlo, se riega con agua de la lavadora, de la cocina y de la regadera”.
Es decir que eficientan los recursos y no promueven el uso desmesurado del agua.

SI PLANEAS CONSTRUIR CON SUPERADOBE
Tanto Laila como Elier se ofrecen como asesores para quienes deseen incursionar y embarcarse en esta aventura.
“Que aprendan de los errores que nosotros cometimos”, dice entre risas Elier.
“Ya no empiezan desde cero”. Y de este modo no será un esfuerzo aislado.
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