Video de hombre haciendo malabares en el cofre de una camioneta en plena circulación se viraliza en Saltillo
Los más de 34 mil seguidores de la página “Saltillo of Late Capitalism” se divirtieron con un divertido video que compartió la página, una de las comunidades virtuales que se ha convertido en un espacio obligado para los saltillenses amantes del humor y los sucesos más peculiares de la ciudad.
Y es que si pensabas que ya lo habías visto todo, prepárate para las sorpresas que, una vez más, Saltillo tiene para ofrecer.
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En esta ocasión, el protagonista de la escena no es otro que un valiente (y algo excéntrico) conductor que decidió poner a prueba las leyes de la física y el sentido común mientras circulaba por el bulevar Fundadores. ¿El escenario? Una camioneta que, por razones aún no esclarecidas, decidió circular con el cofre completamente abierto... y con una persona dentro de él.
¡Sí, leíste bien! Al parecer, un desperfecto mecánico obligó a este hombre intrépido a convertirse en parte activa del vehículo, al maniobrar dentro del cofre mientras el motor rugía y el tráfico se preguntaba qué estaba sucediendo. Mientras tanto, los conductores a su lado no podían creer lo que sus ojos les mostraban.
Los tripulantes de un automóvil cercano no pudieron evitar capturar la peculiar escena, mientras hacían comentarios entre risas e incredulidad. El momento fue tan surrealista que la gente en redes no tardó en reaccionar.
¿RECUERDAS EL BEETLE CON PIES EN LA CAJUELA?...
Este video nos recuerda el corto compartido por esa misma página en diciembre pasado, cuando un hombre nos sorprendió con una hazaña igual de inusual... y divertida.
En un video que rápidamente se volvió viral, un valiente conductor de un pequeño Beetle mostró una forma un tanto... peculiar de transportar un regalo navideño. ¿La misión? Meter una enorme pantalla en la cajuela del auto. ¿La solución? Colocar la pantalla dentro de la cajuela, pero asegurándose de que no se moviera, con alguien dentro de la cajuela y usando sus pies para sujetarla.
Así es, sus pies sobresalían de la cajuela mientras el auto se desplazaba por las calles, dejando a los testigos de la escena boquiabiertos y, al mismo tiempo, muertos de risa.
En resumen, Saltillo sigue siendo ese lugar donde la combinación de ingenio, valentía y, a veces, un poco de locura, dan como resultado momentos que valen la pena compartir.