Yo, abortera: Confesiones desde la clandestinidad
¿Quién acompaña a un desconocido a cometer un crimen? ¿Por qué correr el riesgo de ir a prisión por proteger y cuidar la decisión de otra persona? Un colectivo anónimo de mujeres habló con SEMANARIO sobre sus experiencias apoyando a otras que han abortado. Esta es su historia
Texto: Christian Martínez
Fotos e ilustraciones: Julieta Arosteguy/ Danielle Barnhart
Diseño: Édgar de la Garza
Edición: Quetzali García Celestina habla convencida de que todas las mujeres deben de tener el derecho de decidir sobre sus cuerpos y sobre el destino de sus vidas. Responde las preguntas con energía, seguridad, orgullo y con cierto sigilo necesario para no confesarse ante los curiosos de la mesa cercana como si estuviera vendiendo crack o meta. Pocos minutos después de comenzar con la charla, dio una cátedra sobre las decisiones tomadas por la Organización Mundial de la Salud en torno el aborto.
Iba acompañada de su compañero sentimental, un joven médico que confesó no saber la mayoría de las cuestiones de las que ella estaba enterada, hasta que la conoció.
Es abogada y las mujeres la contactan para abortar por el motivo que ellas elijan: proyectos de vida, enfermedad, corta edad o sólo por decidir que no es el momento indicado para ser madres. Celestina consigue lo necesario para que lo hagan con seguridad. Debe de ser antes de las doce semanas de embarazo: después de este lapso el aborto se puede complicar.
FONDO MARÍA Y JUSTICIA SOCIAL
Historia
Es el primer Fondo de Aborto en América Latina y es integrante de la Red Nacional de Fondos de Aborto de Estados Unidos- NNAF.
Misión
Contribuir a la construcción de un contexto social que reconozca y apoye el derecho de las mujeres a decidir sobre su cuerpo.
La solución
Otorgan apoyo financiero, emocional y logístico a mujeres que no pueden acceder a los servicios de la CDMX.
Arte abortera Estas imágenes de personalidades y obras de arte modificadas son
creación de la argentina Julieta Arosteguy quien fue despedida
como docente por reconocerse “atea, feminista y abortista” en
una clase. Una corte consideró que ese despido fue
discriminatorio y ordenó el pago de
salarios y el daño moral
por discriminacion.
Su nombre no es Celestina, es Mercedes. Su nombre no es Mercedes, es Beatriz. Su nombre no es Beatriz, es Lilith, Saba, Junia, Minerva o cualquiera de los nombres de mujeres que hayan acompañado este colectivo integrado por abogadas, artistas, doctoras y demás profesionistas en estos últimos siete años en la clandestinidad. Y es importante aclararlo, su voz en esta entrevista está escrita con la información de varias mujeres entrevistadas de manera anónima.
Esta actividad las lleva a tener una doble vida, dos celulares, dobles cuentas en redes sociales y a ser cautelosas al momento de elegir a quien acompañaran. Si este texto hubiese sido escrito en otro país o en la Ciudad de México o si Coahuila no hubiera rechazado ya tres intentos de legalización del aborto, los nombres verdaderos se hubiesen mostrado.
Antes de conocerse, cada una de estas mujeres acompañaba a amigas, familiares y conocidas al momento de abortar. Lo hacían por separado. Con su conocimiento en los métodos, asesoraban para mejorar el proceso. Tiempo después tuvieron la oportunidad de intercambiaron experiencias y testimonios y ahora tienen una red en todo el Estado de Coahuila.
Entre las jóvenes mujeres, la que cuenta con más experiencia lo hace desde el 2011. Trabajan junto con “Fondo María”, una asociación civil de la Ciudad de México que hacen lo mismo pero en un ambiente de legalidad.
Durante este proceso, una mujer puede gastar alrededor de 2 mil pesos y en algunas ocasiones, el colectivo se ha visto en la necesidad de “hacer coperacha” cuando se trata de una compañera de escasos recursos o que en ese momento la está pasando mal.
Una de las medidas de seguridad, después de varios intentos de “reventar” el movimiento, es que el medicamento que se utiliza para el aborto pasa exclusivamente por manos de mujeres desde la Ciudad de México, Jalisco o Nuevo León dependiendo de la disponibilidad, hasta llegar a Coahuila.
“Nosotros ni siquiera tenemos medicamento a la mano. Los medicamentos se mandan desde los diferentes colectivos del país. Del que esté disponible. Porque ya hay una cruzada en las farmacias y en todas partes para evitar la venta de estos medicamentos. Quieren tenerlo más controlado. De donde se puede, se consigue. Algunos lo traen de Monterrey; otros, desde CDMX o de Guadalajara. Depende de la Red que diga que hay disponibilidad de medicamento. Es lo único que nosotros hacemos.
“Cuando una mujer nos pide ayuda, le especificamos que el medicamento que llega por medio de nuestras Redes es seguro y el medicamento pasa por puras manos de mujeres. Nosotros les decimos el costo del el envío. Nos aseguramos que sean las dosis adecuadas y que sea el activo correcto.
“Ha pasado que en Monterrey, por ejemplo, había un proveedor que estaba intentando vender pastillas más baratas. Una de las compañeras lo compró para verificar y resultó que era puro Paracetamol. Aquí, estamos en una burbujita, pero allá afuera hay gente que busca nuestras redes para reventarlas. Así como ese señor la cambió por Paracetamol, lo pudo haber cambiado por otra cosa que realmente hiciera daño a las mujeres.
“Ellos no escuchan a las mujeres con la voz entrecortadas diciendo, ‘necesito ayuda’. Ya cuando una mujer llega a esta decisión es porque ya lo analizó.
“Hay miles de historias: desde mamás que ya tienen cuatro hijos, mamás solteras, mamás casadas, mujeres que están cursando una carrera o adolescentes. Cuando alguien llega y dice, ‘es que no veo otra salida’ es porque así es. En su mundo, así es.
En Saltillo las mujeres formaron un colectivo. Si estuvieran en la Ciudad de México tendrían la oportunidad de formar una Asociación Civil, como Fondo María, que al estar constituidas legalmente tienen más mujeres a su alcance. Se formó desde el 2009. Cuenta con abogadas que ayudaron a darle forma a los protocolos que la Asociación comparte basados en las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud.
“La ONU reconoció el aborto como un derecho humano; la OMS lo que regula es la forma del aborto casero o el aborto de pocas semanas de gestación que lo puede hacer cualquier mujer con o sin asistencia médica. Siguiendo ciertas reglas, en teoría, la mujer no tiene por qué ir a parar al médico por el motivo del aborto más que para darle el seguimiento que consiste en hacer un eco de control para checar que no queden residuos y esté todo bien”, siguió explicando Celestina quien aseguró que inclusive hay documentos de la ONU que incentivan la práctica de abortos clandestinos para las situaciones en América Latina en donde la mayoría de los países es ilegal.
Estos tienen dos protocolos: uno con un tipo de medicamento y otro con dos medicamentos combinados. La misma ONU hizo lo anterior para el caso de América Latina en donde es muy difícil de conseguir el fármaco específico para abortar y es necesario mezclar dos medicamentos.
En el 2012 la OMS publicó el Manual de Práctica Clínica para el Cuidado del Aborto seguro el cual tiene como fin, según sus estatutos, facilitar la aplicación práctica de las recomendaciones clínicas de la segunda edición de Aborto seguro: guía técnica y de políticas para los sistemas de salud.
Si bien los contextos legales, normativos, políticas y de servicios pueden variar de un país a otro, estas recomendaciones y las prácticas descritas en estos documentos, tienen la intención de permitir una toma de decisiones basada en la evidencia, con respecto a los cuidados y se deben de distribuir para la informar sobre un aborto seguro. La información deja claro que no es un sustituto para capacitación formal, ni un manual de entrenamiento y formó parte de las bases para que en la Ciudad de México el aborto sea legal.
En Coahuila sigue siendo ilegal
“En Coahuila, no solamente es ilegal en el sentido de que no está regulado sino que también es un delito. Por eso no te quiero dar mi nombre. Al final del día estoy cometiendo un delito”, dijo Celestina explicando la situación legal en el Estado ya que de uno a tres años de prisión y multa es lo que dicta el código Penal del Estado a la mujer que procure su aborto o a la persona que la haga abortar bajo consentimiento. Y aunque los motivos sean graves como alguna deformación genética el castigo perdura y va de tres días a seis meses de prisión y multa.
Dicho código contiene un artículo especial que hace referencia al castigo que recibirán las personas que decidan asistir a alguien en esta situación, si se trata profesionistas de la salud como médicos, parteros, enfermeros, suspendiendo de dos a seis años el ejercicio de su profesión u oficio. En el Congreso del Estado, en tres ocasiones la iniciativa de legalización se ha echado para atrás por mayoría de votos.
A parte de los riesgos en la salud la desinformación se encuentra latente entre las mujeres y hombres lo que ha generado complicaciones en el procedimiento.
“Hay adolescentes que no saben en donde buscar o el internet les ofrece información que está fuera del contexto mexicano. En la región Laguna existen doctoras que forman parte del colectivo y a través de las redes sociales asesoran a todas las mujeres para que se reduzcan los riesgos.
Celestina aseguró que a pesar de que existan hombres y mujeres que hayan cursado una carrera médica, en cuestiones de aborto, la educación universitaria científica mexicana deja mucho que desear. “Ninguna de nosotras somos doctoras, hasta donde sé. No tenemos doctoras. La mayoría que los hacemos somos profesionistas. Bueno, en La Laguna y en Piedras Negras hay algunas doctoras que también se dedican a lo mismo. Pero esto se debe de decir: a pesar de que ellas son doctoras, no tienen el conocimiento de cómo se practica un aborto tal cual.
“Aunque estudiaste medicina, es una información que nunca llevan los estudiantes de medicina. El juramento hipocrático que hacen los doctores dicen que nunca realizaran un aborto, y que lucharan siempre por la vida. Es una cosa súper histórica que a mi parecer ya es anacrónica. Está muy encarnado en esta profesión ser provida y no tocan ese tema.
“O las mujeres que son doctoras, las chavas que tienen más experiencia nos dicen, mira yo atendí tantos casos así. Son protocolos muy seguros. Que inclusive, el porcentaje de mujeres que tienen complicaciones por abortar con medicamentos antes de las doce semanas de embarazo, es mínimo.
“En esto hay gente mala, realmente. Una ocasión llegó el caso de una mujer que abortó por su cuenta y nosotros le dimos la indicación de hacerse un eco. Al acudir tuvo que mentir los síntomas y no dijo que había intentado abortar. A pesar de su estado se salud, la doctora que realizaría el eco se negó a atenderla pidiéndole que se retirara del consultorio al darse cuenta que se trataba de un aborto”.
“Hasta donde yo sé no es un asunto que se lleve en clase en la universidad. Ya cuando los contratan, a los médicos de las clínicas les dan su cursito de capacitación y ya”.
La Secretaría de Salud del Estado ha hecho uso de la norme 046 sólo 17 ocasiones desde que entró en vigencia. Dicha norma se activa cuando en los centros de salud llega alguna mujer asegurando que el embarazo es producto de una violación. Inmediatamente se da aviso al Ministerio Público.
Aunque exista esta posibilidad, un médico tiene la facultad y el derecho de negarse a realizar el aborto y en las clínicas de Coahuila existen médicos que lo hacen. Aun así, según declaraciones de esta Secretaría, todas las instituciones en Coahuila cuentan con al menos un médico, que en caso que la norma lo requiera, lo pueda llevar a cabo.
Coahuila es el tercer lugar con más atenciones por violación en todo México debajo de Jalisco y del Estado de México. Aquí 10 menores de edad dan a luz cada día.
Complicaciones
Antes de que existieran este tipo de grupos, las mujeres tenían que acudir con hierberas o corrían el riesgo de que la mujer pudiera desangrarse. Otro testimonio de Celestina indicó las recomendaciones al realizar un acompañamiento pues se trata de estar de cuatro a ocho horas con la persona, dejarla que descanse dentro de lo que se pueda pues puede sufrir fiebre, cólicos muy fuertes, dolor de espalda y de cabeza.
“Aquí en Saltillo, los que hemos llevado nosotros ninguna ha tenido complicaciones cuando se sigue el protocolo. Cuando hay complicaciones y que se hacen públicas en medios de comunicación, son mujeres que no buscaron un tratamiento o no obtuvieron información. Tenemos casos de personas que llegan ya después con nosotros y la información la sacaron de internet. Compraron los medicamentos por internet; leyeron que vía vaginal se podía poner las pastillas y ‘gua-gua-guá’. No te sale primero la página de Fondo María, por ejemplo. Te aparecen páginas gringas que no están acopladas al contexto de México. Hay mujeres que están mal informadas. Puede ser que tanto hombres y mujeres están mal informadas pero la que al final padece todas las consecuencias es la mujer. La que pone en riesgo su vida, salud reproductiva y salud en general.
“Les decimos lo que tienen que hacer. Primero se tiene que hacer un eco. Necesitamos que nos diga si acaba de parir. Si ya ha realizado otros abortos. Hace cuánto tiempo. Si tiene enfermedades crónicas: diabetes o mala coagulación. Como hablas de mucha pérdida de sangre, es necesario que tengan buena coagulación. Que no tengan problemas de esos. Porque entonces si requiere atención diferente.
Celestina, cuando aún no se enteraba de que existían más mujeres haciendo lo anterior, en la preparatoria se enteró de varios casos que decidían abortar y dañaron su salud. O se veían en la necesidad de acudir con hierberas para terminar con el procedimiento. Narró su experiencia y lo que significó acompañar a alguien por primera vez.
“Desde que yo estaba en preparatoria, conozco chavitas que lo hacían. Muchas pusieron en peligro su vida. Se tomaron pastillas sin saber. Iban con brujas o con hierberas para que les ayudaran a abortar, y al final lo conseguían. Recuerdo el caso de una chava que sí se puso muy mal y que el novio se la tuvo que llevar al hospital de urgencia porque lo hizo de una manera incorrecta.
Aspectos jurídicos del aborto en Coahuila En Coahuila se puede practicar un aborto siempre y cuando haya malformaciones o corra algún riesgo la salud de la mujer gestante, en el Código Penal está penalizado en los artículos 195 y 196 del Código Penal de Coahuila. La rebelión Las activistas y aborteras entrevistadas en esta pieza, señalan que el movimiento del pañuelo verde que significa estar a favor del aborto es una forma de protesta por la opresión legal a la que están sujetas las mujeres.
Ahora, gracias a la información que está más al alcance gracias a asociaciones que la promueven se ponen menos en peligro. Aunque, claro, es mucho mejor pasar por este proceso con la compañía de alguien.
“En mi caso, yo no estuve para juzgar, sólo para acompañar y para cuidar. Que la mujer que toma la decisión, esté tranquila y tenga a alguien a su lado para que la lleve al hospital. Sólo saber que hay alguien contigo, es suficiente.
“Acompañar a alguien es estar de cuatro a ocho horas con esa persona, dejarla que descanse dentro de lo que se pueda, pues cada quién pasará por diferentes síntomas, como fiebre, cólicos muy fuertes, dolor de espalda, de cabeza. Es un proceso que implica mente, cuerpo y espíritu. No es cualquier cosa. La mujer tiene que estar en reposo, tranquila, lo mejor es que sin celular ni nadie que le quite energía durante esas horas. Tiene que tener un baño cerca y un lugar para acostarse y taparse por si tiene escalofríos. Puede beber té.
“A lo largo de mi vida he conocido a unas ocho o nueve mujeres que han abortado. Y cada una de ellas ha conocido a otras tantas más. Pero no recuerdo que ninguna haya visto en el aborto una salida fácil, ni que haya pensado que después de este duro y traumático proceso, exista un nuevo “método anticonceptivo” que no conocía.
Sobre los argumentos provida, Celestina los tacha cómo anacrónicos, tonterías y están hechos como si la mujer no contara con sentido común.
“Es una tontería ésa de que, si se legaliza el aborto, las mujeres van a tener más sexo sin protección porque el aborto ‘ahí está’. Abortar no es cualquier cosa. De hecho, la mujer que aborta se vuelve, por lo general más precavida, más consciente de sus actos, pues ahora sabe con seguridad lo que no quiere en ese momento de su vida.
“Antes de tomar la decisión de abortar la mujer se cuestiona, entra en dilemas personales, morales, religiosos. Piensa en su futuro, en lo que puede ofrecer, en con quién está, en qué circunstancias llevaron a ese embarazo no deseado, si hubo violencia, si fue víctima de una violación, incluso de su propia pareja.
DATOS 3 intentos de despenalización se han presentado en Coahuila. 212,296 abortos desde que se abolió la penalización se han realizado en la Ciudad de México. 6.5% de las mujeres que se practicaron un aborto sin estudios o con nivel educativo de primaria, esto en la CDMX.
“La gente debería informarse, leer más, tener argumentos más allá de sus propias creencias. Pero no sólo la gente. ¡Los políticos que hacen las leyes! Parece que nada más siguen una agenda, no están realmente preocupados por avanzar en cuestiones de derechos humanos.
“Mientras eso ocurre en el mundo del ciberespacio y en la hipocresía de la política, las mujeres continuarán decidiendo. A una mujer segura de abortar, no hay poder humano que la convenza de lo contrario. Así que encontrará una amiga que la apoye, o un grupo de mujeres como los que están surgiendo ahora, que acompañan, que dan información. Es una especie de rebelión contra estas políticas retrógradas.
Actualmente, hay decenas de movimientos proaborto en el mundo. A pesar de que nos encontramos en el tope de las muestras de civilización en la historia. Sobre si estas mujeres tratan presionar al Estado respondieron que el verdadero fin es el acompañamiento.
“Nosotros no tenemos realmente fines políticos y no nos organizamos de otra forma que no sea para el acompañamiento. Estamos conscientes que a lo mejor es un camino muy algo para recorrerlo. Sabemos que no todo aborto ilegal tiene que ser inseguro.
Si tener acceso a una información tan sencilla. Tan pública. Tan oficial, porque viene de la OMS, puedes salvar vidas: entonces esa es como nuestra labor. Por otro lado hay compañeras que están inmiscuidas y presentan propuestas. Obviamente, como feministas, el anhelo es que algún día sea aborto seguro y legal para todos. Información sexual, para poder decidir, aborto legal para no morir. Es nuestro deseo. Pero como colectivo de acompañamiento, no trabajamos en ello. No nos empeñamos en ello. Sí, lo deseamos pero es un trabajo que requiere de mucho tiempo. La mayoría nos dedicamos a nuestro trabajo normal y aparte tenemos otro celular y otra cuenta en donde te contactan. Estamos en la lucha clandestina.
Nosotras no preguntamos el porqué. Al menos que ellas quieran decirlo. Es parte del protocolo de acción que nosotras mismas tenemos y que nos enseñaron. De tu boca nunca puede salir, ‘¿Entonces quieres abortar? Okey, entonces yo te puedo ayudar a abortar’. Normalmente nos contactan y nos dicen, como si vendieras drogas, ‘Oye, me dijeron que me podías ayudar. Me dijeron que tú sabías cómo…
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