SEMANARIO: Lacho `el Feroz', la historia de un matón
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Esta es la leyenda del bandolero ms famoso que haya pisado suelo lagunero. Para El matar era tan com?n como cerrar los ojos. En su morral cargaba su pistola calibre 35 y 50 balas por si las dudas. Sus mujeres y amigos narran a Semanario la furia y fin de este hombre
¿Oiga y Lacho `El Feroz'?
- Ese ya se murió. Era un sanguinario.
- ¿De plano?
- Era una cajota bien hecha. La gente no le quería. Asaltaba a todo mundo. Cualquier persona que le caía gorda la mataba.
- ¿Usted lo conoció?
- No, mi padre me cuenta. De generación en generación se ha pasado. Se balaceó con Martín Burciaga.
- ¿Entonces en Matamoros todos saben de él?
- Un loco, un matón muy conocido- explica un policía de Matamoros, Coahuila. De Horacio García Gómez, Lacho `El Feroz', se cuentan muchas historias: algunos dicen que mató a más de 20 personas, otros dicen que a más de 30, y otros más que arriba de 50. Nunca le comprobaron un crimen.
De su último día se dice que murió allá por el ejido de Las Tetas de Juana cuando lo perseguían judiciales de San Pedro. Su camioneta (unos dicen que iba en moto) se volcó y los agentes lo remataron de un balazo en el estómago.
Moisés Carrera, policía de Matamoros y amigo de Lacho desde pequeño, cuenta su versión: Su primera bala la disparó a los 18 años y terminó en la rodilla de un hombre durante un pleito callejero.
Su primer muerte fue en la zona de tolerancia de Matamoros, en "La Garcita", a los 25 años, recuerda Moisés. A Lacho se le cayeron 20 pesos sin darse cuenta en una de las cantinas de la zona, cuando lo notó, el mesero los agarró. "Dámelos", le dijo Lacho, "Son míos", le reviró el mesero.
Para Horacio García (Lacho), ladrillero de oficio, 20 pesos eran mucho dinero. Salió del lugar, tomó su 38 súper (su pistola favorita), y desde afuera asesinó al mesero. Lo mató como a un ladrón que se llevaba las joyas de la familia.
"De ahí empezó a huír y se juntó con la mafia de los Villalobos. Mataban y robaban. A mí me decía `vente pa'ca, aquí hay mujeres, dinero, bebida'. Pero nunca me gustó eso" dice Moisés.
María de Lourdes Montes, esposa de Lacho, tiene otra historia. Todo inició, dice, porque Lacho andaba en los territorios de otra mujer.
Una vez, en la zona de tolerancia de "La Garcita", el grupo de hombres entró con la idea de "picar" a Lacho, pero al que picaron fue a otro, al "Cuate", su amigo. El cantinero le dio una patada en la boca al cuerpo derrumbado. Lacho mató a uno de ellos. Y huyó.
"Yo le decía que se entregara que al cabo con una fianza salía; pero me decía que por qué se iba a entregar", relata María de Lourdes. Después, dice la ex esposa, Lacho se fue a Providencia, municipio de Torreón para empezar otra vida.
A partir de entonces, cualquiera que sea la verdad, nació la leyenda de Lacho el Feroz, un matón como pocos; quizás el más temido como lo dice un corrido del Grupo Mestizo: "Asaltante de caminos, de todas las rancherías. Temido por mucha gente, también de la policía.
"Los rurales lo buscaban, no le miraban ni el polvo. Lacho el Feeeeroz en San Pedro, en Chávez y en Matamoros, cometiendo violaciones, asesinatos y robos."
¿SENTIMIENTOS NOBLES?
Todos coinciden que antes de cualquier historia sangrienta, Horacio García era una buena persona. No le gustaba pelearse, era amigo de todos y hasta, dicen, se escondía cuando los pleitos.
"Él era muy bueno, muy bueno. Nos dededicábamos a vender ladrillo. Los vecinos lo querían, toda la gente le quería. Criaba marranos, mataba uno y le daba a cualquier gente. Nunca andaba en los vicios. Dormíamos en cartones. Yo todavía quisiera tenerlo.... pero cuando se empezó a ser famoso (Lacho) pues me dejó", cuenta María de Lourdes, su esposa, mientras lleva sus manos al corazón, pues a los 52 años ya vivió un infarto, sufre crisis de taquicardia, es diabética y batalla para hablar.
Es ella quien describe a Lacho `El Feroz' como "gordo, chaparro, cejón y de nariz afiladita".
- Cuando se fue Lacho ¿qué oía de él?, pregunto.
- "Yo nomás oía que hacía y hacía. Pero pos' se murió y sigue haciendo, tal vez era sólo la fama. Él fue una persona muy querida, no sé si fuera cierto lo que se dijo de él". Cuenta que cada cinco meses Lacho `El Feroz' se aparecía en su casa: en sus manos traía polvo y callos; algunas veces frijol o mandado.
MUJERIEGO Y TOMADOR
La mayor parte del tiempo dicen, se la pasaba en Providencia, un ejido del municipio de Torreón. Aunque otros dicen no tenía lugar fijo. .
Josefina, una vecina del ejido Providencia cuenta: "La gente no salía cuando Lacho estaba aquí y menos cuando había bailes".
- ¿Y aquí sí mató mucha gente?, pregunto.
- "Mataba hasta viejitos indefensos".
- ¿Oiga y Juana (la otra mujer)?
- "Pobrecita, la maltrataba. Dicen que ella (Juana) alzó los brazos al cielo cuando él murió". Lacho conoció en Providencia a Juana "La Guaca", una mujer que describen como chaparra y robusta como él.
María de Lourdes, quien fuera su esposa, tiene muy presente quién era Juana, porque un día Lacho vivió con las dos en San Pedro.
"Vivíamos los tres; a mí me pegaba y me mandaba trabajar para que los mantuviera a los dos. Trabajaba con los mieleros: limpiaba bastidores y planchaba", confiesa María de Lourdes sin tonos de rencor.
- ¿Qué le hacía Lacho?, pregunto.
- "Me dejaba bañada en sangre de puros cachazos".
- ¿Y Juana qué hacía?
- "La vieja decía que yo tenía queridos, le aconsejaba. Yo sufrí mucho con él".
- ¿No podía escaparse?
- "Si no aceptaba sus condiciones me echaba pa'juera con mis tres hijos. Me decía que si me iba mataba a mi mamá. Le tenía miedo".
Así transcurrió un tiempo hasta que María de Lourdes se fue con dos de sus tres hijos. El mayor, Jesús, se lo arrebató Lacho. El más chico moriría dos años después de una infección en el intestino.
Según María, Lacho el Feroz presagiaba: "Cuando miren a Juana allá en el rancho (Providencia) es que ya me mataron". Un día sucedió. Se rumora que cuando los vecinos vieron a Juana especularon: `algo le pasó a Lacho'.
Pero Juana niega haber sido amante de Lacho el Feroz: "No lo conocí bien. Me tenía a la fuerza. Yo no me quería juntar con él. Pareja no éramos", dice de manera desdeñable, como si terminando de hablar fuera a desaparecer el pasado.
- ¿Y todo lo que se dice que usted era la amante?
- "No, yo le gustaba pero él a mí no. No me dejaba venir a mi casa, me tenía allá por donde lo mataron. Aparte era casado".
- ¿Y conoció a la esposa?
- "Sí".
- ¿Y también la golpeaba?
- "Sí, mire como me dejó aquí", dice mientras enseña una cortada en el labio.
- ¿Y qué sabía de su vida (la de Lacho)?
- "No supe nada, sólo lo que se dice. Que era un asesino".
Cuando Lacho el Feroz murió en aquella volcadura, Juana salió por su propio pie y regresó a Providencia. "Yo no quería estar con él, por eso me pegaba. Cuando murió dije; `en nombre sea de Dios'. Le agradecí a Dios porque ya no sufrí", cuenta Juana.
BUENA PUNTERIA
Nadie sabe cuánta gente mató Horacio García Gómez, Lacho el Feroz, mucho menos cuánto robó, ni a cuántas mujeres violó. Se le acusó de palabra muchas veces. Lo que más recuerda su amigo Moisés Carrera, es que Lacho no era tan valiente: "mataba a traición, con alevosía. Nunca en enfrentamientos parejos", confiesa.
Moisés dice que en una ocasión mató a un regador de parcelas sólo por tiro al blanco. "Voy a practicar, deja hago puntería", dijo Lacho, e hizo escupir su 38 súper.
- ¿Y siempre con una 38?
- "Casi siempre, también llegó a cargar cuerno (cuerno de chivo). A veces traía morrales llenos de balas y armas".
- ¿Cómo era Lacho?
- "Muy listo, muy astuto, nunca lo agarraron".
- ¿Por qué lo corrieron los Villalobos?
- "Porque ya no tenía control. El vicio era mucho: alcohol, drogas, la coca; todo lo transformaba. Se le hizo costumbre matar. El dinero se lo gastaba en drogas y cerveza".
- ¿Y por qué siempre a traición?
- "Por miedo".
En el 76', cuenta Moisés Carrera, mató a unos maestros en el ejido San Francisco. Sólo por gusto. "Iban en un camión, lo paró y los mató", cuenta.
Dicen que era tal ya su locura, que a Jesús, su hijo mayor, aquel que le arrebató a María de Lourdes, lo trepaba a la espalada mientras asesinaba a gente.
Moisés Carrera asegura que en una ocasión el niño de siete años, le salvó la vida, como una escena perdida de la película Camino a la Perdición de Tom Hanks.
Jesús García Montes "El Conejo", hijo de Lacho el Feroz, terminaría en el Cereso y lo matarían años después que a su padre, durante un motín en la cárcel. Otro hijo (no de María de Lourdes), dice Moisés, habita en el Cereso por haber matado a su suegro.
Mientras tanto para Mestizo Norteño la muerte de Lacho trajo la paz:
"Ya podrá estar más tranquila, la Comarca Lagunera; ya están libres los caminos ya les mataron la fiera. Se puso contra el gobierno, nomás faltó que pudieran."
Así como lo define el corrido, como una fiera, así también lo hace Andrés Covarrubias, vecinodel ejido la Providencia y un hombre más que tiene una historia sobre Lacho.
"El que es duro de carácter es duro. No trabajaba, era un persona que se metía con quien le provocaba o le mandaban indirectas. Era un persona muy recia, se encendía, lo mejor era darle placer un rato y ya", comenta Covarrubias.
A decir de este vecino, Lacho `El Feroz' hacía su vida de rancho en rancho. Vivía en el monte. Se paseaba en el maizal, en el sorgo. Nunca daba la cara.
Covarrubias recuerda uno de los asesinatos. "Después de un juego de béisbol, sentados, se empezó a hacer de palabras con un muchacho más joven. Yo estaba ahí cuando empezaron a gritar y lo amenazó con la 38 súper", relata.
El muchacho se levantó y salió corriendo atemorizado por la mezcla de alcohol y pistola. Lacho `El Feroz' esperó unos segundos y ¡pum! Le disparó por la espalda.
- ¿Qué piensa de lo que vio?
- "Son problemas ya de borrachos pero él siempre tenía una pistola y pos' todo el que trae con qué defenderse es más hombre. Cuando uno es hombre se las da de frente".
- ¿Y presenció otros asesinatos?
- "No, a la mayoría los dejaba heridos y después de días se morían".
- ¿Cómo era Lacho con usted?
- "A veces llegaba y pichaba las cheves. Al que hizo le hizo y al que no, pues no lo vamos a juzgar".
- ¿Y cómo era su aspecto?
- "Fachoso. Traía su morral lagunero grandote con su súper 38 y un cargador de 50 tiros. Siempre andaba solo".
LA MUERTE LO SORPRENDIO
María de Lourdes fue a la primera y única persona que le avisaron cuando Lacho el Feroz murió. Lo vio en la plancha cubierto de periódico, lo reconoció y lo trajo de vuelta a Matamoros en una caja metálica.
Un mes tardó María de Lourdes para conseguir dinero y enterrarlo, "fue toda la gente, todos los vecinos", recuerda.
Quien no asistió fue su hija Nancy, a quien Lacho nunca procuró. Ella le decía a su mamá María de Lourdes: "Mejor un perro que ése. No voy a andar recogiendo y enterrando un perro, ay déjalo `ama, que lo echen a la fosa". María no hizo caso.
Tampoco recuerda la fecha en qué murió pues no sabe leer ni escribir. La mayoría coincide que Lacho tendría 40 años cuando murió.
Sobre su muerte también existen teorías. Mestizo Norteño tiene una de ellas al final del corrido:
No quise ofender a nadie ya murió el Lacho afamado, ni policías ni rurales, ni judicial del estado. Pero hay que reconocer, sólo muerto lo agarraron.
Dicen que después que se volcó murió al instante, otros dicen que aún estaba inconsciente cuando llegaron los judiciales y lo remataron de un balazo, por latoso. Moisés Carrera, amigo de Lacho, cuenta que quienes le perseguían no sabían que era Lacho el Feroz. "Lo mataron pero no sabían que era Lacho, si hubieran sabido no se arrimaban ni lo hubieran seguido", narra.
Lacho siempre decía: "Prefiero que me maten antes de ir a la cárcel". Y así fue. Jamás estuvo tras las rejas.
En el camino dejó nada. Historias, leyendas y rumores, eso sí. Días después de sepultado, María de Lourdes visitó el lugar donde vivía. Encontró un cuarto de menos de 15 metros cuadrados, sin enjarre y sin estufa. Sucio y con olores fétidos.
María reflexiona: "Tal vez si en verdad era muy famoso nos hubiera dejado dinero, por lo menos a sus hijos. A mí sólo me dejó abolladuras".
Cuando aún vivía Lacho, un día, María de Lourdes tomó las fotos donde salía su esposo y las rompió. Hechas pedazos se las llevó a su cuñada. "Aquí en mi casa sólo tengo malos recuerdos de él", dice María.
Además de los malos recuerdos, le queda una sola foto adornada con un marco de madera de cuando se casaron. Sólo una. En ella, Lacho el Feroz no luce tan gordo como dicen que estaba, se ve mayor de 17 años. Viste un traje negro, camisa blanca y una corbata a rayas amarillas, grises y negras.
Tal vez es lo único material que queda de Horacio García Gómez, Lacho el Feroz, pues sólo queda la historia del matón que asesinaba a quien le diera la gana. Sólo su nombre dejó.
- Oiga, tal vez ese cuadro sea lo único que quede de Lacho, comenta el reportero a María de Lourdes.
- "Sí, tal vez. Me dan ganas de tirarla, ya está re fea".