Con hechos, buscan conservar agua en Cuatro Ciénegas e incidir en la protección ambiental

TORREÓN, COAH.- El Acuerdo Nacional por el Derecho Humano al Agua y la Sustentabilidad, encabezado y firmado esta semana por la presidenta Claudia Sheinbaum, representa una oportunidad de que con hechos se pueda intervenir e incidir positivamente en una porción importante de protección ambiental, aseguró Édgar Salinas Uribe, director de Responsabilidad y Vinculación Social en LALA y Fundación LALA.

“Para nosotros la sostenibilidad y la responsabilidad es un desempeño más que una narrativa. Y más en estos dos estados (Coahuila y Durango) en donde tenemos una operación importante”, comentó Salinas Uribe.

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En la firma del acuerdo el presidente de Grupo LALA, Eduardo Tricio, anunció que la empresa impulsará cinco acciones concretas: la transmisión del agua para consumo humano de dos concesiones en Monterrey y una en Ciudad de México, la inversión en tecnificación del riego con tecnología de última generación, la transmisión de un volumen de 1.9 millones de metros cúbicos para la reserva ambiental de Cuatro Ciénegas, la inversión para la recuperación de al menos 600 mil metros cuadrados de humedales del área natural protegida y la inversión en la protección de ecosistemas prioritarios en la cuenca del río Nazas y en el área natural protegida del Cañón de Fernández a través del Fondo de Agua de La Laguna.

Édgar Salinas señaló que desde 2007 LALA no tiene actividad agrícola en Cuatro Ciénegas, ni propia ni a través de proveedores, pero sí presencia social con apoyos por parte de la fundación, desde apoyos a las comunidades del municipio, apoyo con un laboratorio ambiental, programa de alimentación o procesos de formación ambiental.

En ese sentido dijo que se ofreció por parte de proveedores de LALA, la devolución de ocho concesiones del valle de El Hundido que suman 1.9 millones de metros cúbicos para la reserva ambiental de Cuatro Ciénegas.

Además, dijo que el proyecto de recuperación de 600 mil metros cuadrados de humedales se hará con la Semarnat y con organizaciones expertas.

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Precisó que el trabajo de campo será el que delinee el periodo que llevará cumplir con la meta de 600 mil metros cuadrados de recuperación de humedales.

“Nosotros propusimos el proyecto. No lo vamos a realizar en campo, sino a través de una ONG experta”, detalló.

Añadió que el foco es ver la necesidad, diagnosticar y comenzar a intervenir, y que esa intervención dirija hacia dónde debe de ir el proyecto en el conjunto de las acciones de la protección del área natural.

HACER MÁS CON MENOS

Édgar Salinas comentó que se tiene que plantear la productividad del agua, es decir, que cada metro cúbico rinda sin ir más allá de las fronteras agrícolas.

Precisó que el compromiso es no cancelar los planes de crecimiento de las empresas, sino mejorar la productividad. “Hacer más con menos”, dijo.

Aseguró que en LALA hay un compromiso para seguir a la vanguardia sobre todo en tecnificación de última generación y reducir el gasto en el uso de agua en la agricultura. Precisó que la tecnificación en los distritos de riego será un esfuerzo que coordinará la Secretaría de Agricultura junto con la Conagua.

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Además, el director de Responsabilidad y Vinculación Social en LALA mencionó que la tecnificación no es un concepto, sino una intervención con una tecnología específica para reducir el uso de agua y mejorar la productividad y la protección de los ecosistemas.

“Tenemos que concentrar esfuerzos y recursos para reducir el consumo y eso significa tecnificación. Con una fotografía de la frontera agrícola para que lo que crezca sea la productividad, no el territorio”, explicó.

DE LA CUENCA DEL NAZAS

Sobre la inversión en la cuenca del río Nazas y en el área natural protegida del Cañón de Fernández, Édgar Salinas mencionó que será a través del Fondo de Agua de La Laguna, en donde se dará prioridad a las intervenciones que ya se han realizado con las unidades de administración forestal de Santiago Papasquiaro, Durango, y de las convocatorias que se han lanzado para intervenir en el Cañón de Fernández.

Salinas Uribe recordó que recurrieron al INIFAP para realizar un estudio y caracterizar la cuenca alta, diagnosticarla y establecer recomendaciones en aras de alcanzar más rápido la protección, recuperación y conservación de zonas prioritarias para la captura de escurrimientos y dióxido de carbono.

“En el informe final que entregaron tenemos ubicados los predios donde desde el punto de vista científico es más recomendable intervenir. Con qué acciones, con qué periodicidad, con qué variedades. Queremos que lo que se realice tenga un fundamento científico apegado a la realidad natural del lugar que se va a intervenir”, comentó.

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Mientras que en el Cañón de Fernández se busca incentivar la intervención en la zona núcleo, pues lo que se hizo en conjunto con la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas fue lanzar convocatorias para que universidades, investigadores, organizaciones civiles, presentaran proyectos para atender actividades que el propio decreto establece que sí es posible hacer.