Va Iglesia contra herejía en Saltillo; Diócesis detecta incremento de estas prácticas
La Diócesis de Saltillo llevará a cabo una serie de conferencias para dar a conocer las consecuencias de prácticas de herejía como la brujería, santería, hechicería y devoción a ídolos como la Santa Muerte y el Niño Fidencio.
De acuerdo con la institución católica, se ha reportado un incremento en las prácticas de herejía entre su feligresía que buscan erradicar, ya que entre las consecuencias más graves se encuentran las dificultades económica, trastornos mentales e intentos de suicidio, refirió el padre David López.
“No solo afecta a los fieles católicos, sino amuchas personas creyentes y no creyentes, quienes se niegan a adoptar una doctrina cristiana, pero también muy vulnerables a cuestiones ocultistas y de magia, es un problema que afecta a todos los niveles sociales y profesionales.
“Desde quienes buscan quitar a alguien del camino o ascender a un puesto, y recurren a estas opciones con ‘brujas’ o a ‘chamanes’ que ofrecen una solución fácil, pero termina por hundirlos más pues afecta a la persona y a la familia”, advirtió el sacerdote.
“Esto también lo vemos muy reflejado en las perturbaciones, miedos o fobias que generaron acercamientos a esto” -agregó-, “que identifican los profesionales de la salud mental como el trasfondo en personas con ansiedad o depresión”.
Además, dijo, una gran parte de las personas que se dedican a esto, si no es que la mayoría, son charlatanes que aseguran solucionar sus problemas a cambio de cantidades de dinero elevadas, para después endeudar a los clientes sin haberlos sacado de su apuro.
AUMENTAN COMERCIOS DE OBJETOS ESOTÉRICOS
Mientras que la Iglesia busca alertar sobre prácticas de hechicería a sus feligreses, en la ciudad aumentan cada vez más los negocios que se dedican a la venta de artículos para la práctica de brujería.
Entre tacos y cantinas, florece el negocio de la “Santa Muerte”, a donde a diario decenas de personas acuden a conseguir amuletos, aguas preparadas y otros menjurjes, amantes de la “Santa Muerte” o del Niño Fidencio”, en pleno Centro Histórico.