Vehículos, principal contaminante en Saltillo... y solo 1 de cada 4 cumple con verificación

Durante el 2022, solamente uno de cada cuatro vehículos que circulan en el área conurbada de Saltillo acudió a realizar el proceso de verificación.

La directora de Medio Ambiente y Espacios Urbanos del Ayuntamiento de Saltillo, Sofía Franco Villalobos, dio a conocer que, en lo que va del 2023, ya se ha certificado a 6 mil 953 automóviles y, de ese número, sólo 20 no pasaron el chequeo y tuvieron que realizar modificaciones para reducir emisiones.

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La funcionaria municipal declaró que el número de verificaciones que se ha realizado en el año actual es “muchísimo más alto” que el del 2022, debido en gran parte a los estragos de la pandemia.

Asimismo, mencionó que el periodo entre enero y marzo es cuando han tenido una mayor afluencia de verificaciones debido al subsidio que también se presentó el año pasado, el primero de la actual administración municipal.

Franco mencionó que el hecho de que la ciudadanía no verifique las emisiones de sus vehículos reduce la calidad del aire y “puede desencadenar en temas de salud”.

Explicó que la calidad del aire baja de “buena” a “regular” en las horas pico de tráfico, es decir entre las 06:00 y las 08:00 horas y entre las 17:00 y las 19:00 horas.

La funcionaria detalló que apoyada de la Policía Ambiental, su dependencia ha realizado recomendaciones precisas a automovilistas a quienes han reportado como contaminantes.

“Inspectores nuestros han asistido a lugares donde nos reportan mucho tema de contaminación en los vehículos e invitan a la gente a que hagan su verificación”, detalló Franco Villalobos.

En ese sentido, puntualizó que la ciudadanía ha tenido una buena respuesta al respecto, pues cuando se les notifica, es común que tarden poco en verificar su vehículo.

VEHÍCULOS, LOS MÁS CONTAMINANTES

Sobre el tema, la secretaria del Medio Ambiente en Coahuila, Eglantina Canales, aseguró que el aumento en el parque vehicular en la entidad es el factor principal de contaminación.

Explicó que las industrias que han llegado a la región hoy en día no son “su principal apuro”, pues de acuerdo con los estudios realizados por su dependencia, alrededor del 50 por ciento de los contaminantes en la capital coahuilense proviene de esta fuente.

“Ahí está el principal problema. La gente no quiere verificar sus carros, entonces es muy difícil. Si todos tuviéramos la precaución de pasar por un proceso de verificación como un proceso de cumplimiento ambiental, sería muy bueno porque podríamos disminuir algunos puntos de contaminación”, detalló la bióloga.

Asimismo, VANGUARDIA reportó en febrero de este año que en la última década, el parque vehicular ha crecido tres veces más que la vivienda, de acuerdo con datos del Inegi y el Instituto Municipal de Planeación.

En esas estadísticas, se reflejó que en Saltillo hay 252 mil casas por 370 mil automóviles, es decir, una diferencia de 118 mil unidades.

¿ESTAMOS CERCA DE LA OBLIGATORIEDAD?

Ante la pregunta de si en Saltillo estamos cerca o lejos de que la verificación vehicular sea un requisito indispensable para poder circular o hacer algún trámite, Sofía Franco Villalobos respondió:

“Yo creo que en un tema de cultura estamos muy cerca. Hemos avanzado muchísimo. De entrada como municipio estamos obligados a dar el servicio de verificación vehicular, hay municipios en donde eso ni siquiera es obligatorio. Entonces creo que vamos bien, vamos cerca pero todavía nos falta.

(Obligar a la gente) es complicado pero no imposible. Es un escenario al que a todos nos gustaría llegar. Creo yo que una vez siendo más común escuchar la verificación, la gente se interesará un poquito más y ya no va a existir ese rechazo hacia una sanción”.

SOBORNOS

Ante la pregunta de si han detectado casos donde los verificadores otorguen el distintivo aprobatorio aun cuando no se haya pasado el proceso, Franco mencionó que el año pasado “hubo un caso que se nos reportó por parte de un ciudadano”.

Al respecto, detalló que “el trabajador ya fue removido” y que tesorería municipal apoya en ese sentido, pues imprime el recibo de pago una sola vez, lo que complica el proceso de un posible soborno.