La cuarentena aun no termina; OMS insiste que no se abuse del alcohol
Cuando dio comienzo la pandemia del COVID-19 en el mundo, se especuló que el alcohol podría matar el virus por lo que en todo el mundo se disparó el consumo de estas bebidas.
La Organización Mundial de la Salud (OMS), hizo hincapié en que el consumo de alcohol no protege ni cura el COVID-19, e invitó a los gobiernos y entidades federales en el mundo a limitar su consumo.
Así mismo, la institución comentó que el consumo en exceso de alcohol puede provocar la trasmisión de otras enfermedades así como alterar la salud mental y por consiguiente las personas pueden estar más propensas a contraer el virus.
Tomar alcohol regularmente altera el sistema inmunológico y lo hace débil por lo que los resultados en el bienestar y la salud no son favorables, dijo la OMS.
El alcohol es una sustancia psicoactiva asociada con trastornos mentales. Las personas que están en riesgo o que tienen trastornos de consumo de alcohol están particularmente en riesgo, especialmente si están aisladas.
Carina Ferreira-Borges, directora del Programa de Alcohol y Drogas Ilegales de la OMS en Europa, hizo recomendaciones y destacó los peligros de consumir alcohol en situaciones como esta.
“El alcohol se consume en cantidades excesivas en la región europea y deja demasiadas víctimas. Durante la pandemia de COVID-19, realmente deberíamos preguntarnos qué riesgos estamos tomando al dejar a las personas encerradas en sus hogares con una sustancia que es dañina tanto en términos de su salud como de los efectos de su comportamiento en los demás, incluida la violencia”, puntualizó Ferreira-Borges.
Los datos muestran que, según el encuestador Nielsen, a partir del 21 de marzo del 2020, las ventas de alcohol aumentaron un 55% en Estados Unidos a diferencia de lo que ocurrió durante el mismo período del año pasado.
En el otro extremo del espectro se encuentran países como Sudáfrica e India, donde se impuso la cuarentena y una prohibición total de las ventas de alcohol para evitar que las personas se inclinen más a hacer reuniones o eventos que involucren el alcohol, lo que ha llevado al punto de desesperación a personas que son tomadores habituales.
El beber alcohol de cualquier tipo plantea un riesgo para la salud. Sin embargo, si es etanol, especialmente y ha sido adulterado con metanol, las consecuencias para la salud pueden ser muy graves y causar la muerte.