La segunda es que los detractores de la reforma judicial han enfocado todas sus baterías en hacer explícitas y documentar las irregularidades que marcaron la jornada electoral de hace dos semanas, señaladamente el uso de “acordeones”, y con ello instalar la idea de que no se trató de un proceso democrático, sino de una simulación que debe rechazarse, lo cual tiene un objetivo concreto: que el experimento no llegue a tener una segunda edición en 2027.