21 kilómetros, 21 historias: detrás de cada corredor, hay algo que contar
En ‘La Gran Carrera de Coahuila’ no solo hubo ganadores y se cumplieron objetivos, también dejó anécdotas y memorias que quedarán por siempre
La Gran Carrera de México, 21K Coahuila, sumerge entre el esfuerzo y el reto de correrla historias de aliento, reto y superación que dejan huella entre quienes acompañan en el objetivo a los competidores.
COMPAÑÍA IDEAL
Gabriel y Gabrielina del Rocío Duarte, originarios de Zacatecas, corren desde que ella tenía 4 años. Fue diagnosticada con una discapacidad psicomotriz, los médicos le recomendaron rehabilitación.
“Bien guango y cansadote”, dijo a su arribo con Gabrielina en su silla especial.
“Yo lo hago (correr) con el fin de que otras personas nos vean, y si tiene niños con discapacidad, se animen a correr, no necesariamente tiene que buscar ganar un premio, lo que se requiere es que estén dentro del ambiente social, eso también es rehabilitación para ellos, esto es calidad de vida”.
Gabriel de 69 años era ya corredor, cuando nació Gabrielina que hoy tiene 29 años. Tras el diagnóstico médico comenzó a entrenar con su hija y a participar en carreras desde hace cinco años para demostrar que la exclusión de las personas con discapacidad no aporta en su desarrollo.
“Yo corría solo. Ahora carrera y carrera que me aviento con ella, solo ya no, siempre con ella”.
AYUDA NECESARIA
Es el segundo año que César López corre la 21K, como desde hace dos años, en los últimos tres kilómetros César Jr., su hijo, lo encuentra y “lo ayuda a jalar” para concluir el reto.
“Venía casi derrotado, pero al verlo Al acompañarme me da mucha energía. Mi niño tiene 12 años y esta empezando en el mundo del atletismo para que le vaya gustando y alejarlo de los vicios”, dijo López.
El joven se dijo contento de participar en la carrera y no solo agradeció a su padre fomentar en él el deporte, le dijo que estaba orgulloso de ser su hijo.
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LA EDAD NO ES IMPEDIMENTO
Mario Soto Hernández, “La Tapita”, es originario de Parras de la Fuente, paciente con discapacidad motriz, aseguró que el secreto de aguantar los requerimientos de la 21K esta en el entrenamiento. “El que no entrena sufre mucho, el que entrena no”.
Detalló que solo se preparó tres meses para esta carrera, y lo hizo trabajando siempre en cuesta, el barrio del Ojo de Agua, fue su sitio de entrenamiento, apuesta que le valió para enfrentar las pendientes del recorrido y que estas se sintieran “como si nada”.
Soto descartó que un tradicional dulce de Parras, sea opción para la recuperación de energía que resta el maratón, “mejor un caguamón”, aseguró.
INSEPARABLES
Martha Pérez y Jorge Galán participaron en una carrera más, en sus 28 años de pareja. Se conocieron en las pistas de corredores, son originarios de la Ciudad de México, y desde entonces comparten su vida en el mismo deporte.
EL RUNNING ES SU VIDA
Eleazar Sancha Chávez, originaria de la Ciudad de México, es corredora desde hace 20 años, y está por cumplir 69 años. Aseguró que las subidas del recorrido son lo más complicado. “¡Ay, esta bien cabrón este (21K)!”.
Relató que ha corrido otras carreras, incluso comparó el tradicional medio maratón de Saltillo con el de la ciudad de Zapopan, “y no me jodo tanto”, resaltó la mujer de cabello corto teñido de rosa y amarillo.
FIEL AL OFICIO
Con el casco y la playera del uniforme o en atuendo deportivo, el personal del Heroico Cuerpo de Bomberos participó en la carrera.
Ángel Aguilar, bombero destacamentado en la Estación 3, lo hizo cargando en su mano un muñeco tejido que lo representaba.
“Me fue muy bien, logré bajar mi tiempo como 15 minutos, muy buenos”, aseguró el bombero, quien tiene por meta reducir tiempos año con año, “hasta llegar a ser el primero”.
INSPIRACIÓN
Forrest Gump, el personaje que inmortalizara el actor estadunidense Tom Hanks, fue el más encontrado entre los corredores de la edición número 26 de la 21K.
José López, “Pepewuates”, corrió caracterizado en la versión de Forrest que cruza Estados Unidos de costa a costa tras la muerte de su madre, en el estado de Alabama.
De acuerdo con las propias cuentas del participante, es al menos la séptima vez que se caracteriza así para participar en carreras y maratones, “es mi filosofía de vida, correr siempre y nunca parar”, aseguró, y reconoció que la máscara- peluca bajo la gorra roja de “Bubba Gump Shrimp Co.”, le generó mucho calor durante la carrera.
‘¡CORRE, FORREST, CORRE!’
Un segundo Forrest Gump fue visto entre los corredores, el atuendo era el mismo, solo que el cabello y la barba eran propios. Un tercer Forrest corrió también la carrera, este último vestía el uniforme del equipo de futbol americano de la Universidad de Alabama que lo becó por correr a velocidad.
TU AMIGABLE VECINO
Enrique Zamarrón corrió vestido de Spiderman, reconoció que fue difícil logra el reto ante el calor del traje del super héroe, “Pero Spiderman no se rinde”, aseguró, y hasta presumió haber reducido el tiempo en el que estimaba llegar.
DEL RING, A LA RUTA
El atuendo de “La Parka”, el luchador mexicano de la Triple A, fue la opción de Julio César García, de 43 años, para la Edición 26 de la 21K.
“Me gusta el atuendo de él y como luchaba”, aseguró el corredor con 18 años de experiencia. Detalló que para aguantar el calor, entrenó diario a las 12:00 y a las 15:00 horas.
TODOS UNOS PERSONAJES
De vaquero a hippie, Oscar resintió la decisión de haber cambiado su atuendo tradicional de cowboy por el de un hippie de los años 70’s.
“Me vengo cagando de calor”, dijo a su arribo a la meta. Aseguró que el calor estaba “bien gacho”, y que era justo en la cabeza donde el calor del disfraz más le pegaba, por lo que descartó que el atuendo le haya traído amor y paz. Aún así se aplaudió haber corrido un año más.
SOBRE RUEDAS
Ivvone hizo la ruta en patines, aseguró que fue un reto por las inclinaciones del recorrido y el pavimento no apto para este tipo de calzado. Dijo que lo que más admiró del recorrido fue como corredores, ciclistas y ahora patinadores, se conectan y respetan entre sí para evitar accidentes.
“Al final, esta a la par de los corredores es complicados. Esta muy padre que nos juntemos, pero el orden lo ponemos nosotros, nadie más”.
DESDE MONCLOVA
Rolando Castañeda Sánchez, llegó de “Monclovita La Bella”, para participar en la 21K. “Soy ultramaratonista, corro hasta 163 kilómetros”, dijo eufórico tras cruzar la meta. Esto domingo trotó y vistió vaquero para representar a la ciudad del acero.
Rolando no se quejó del calor, dijo que acostumbra cargar hasta 30 kilos en la sierra y que el calor de Saltillo, no era reta comparado con el de su ciudad. “El calor no me hace nada, Monclovita es un infierno”.
DESCALZO, PERO LLEGÓ
Gilberto Carranza entró a la meta y se quitó sus tenis. “Quise descansar un poquito, son los tenis que utilicé para todo el entrenamiento”, dijo. Aseguró que ya sabía en que momento debía retirárselos y que estaba muy contento de haber llegado a la meta.
CON DEDICATORIA
Jesús Mendoza cruzó la meta y fue recibido por su nieto de poco más de un año. El niño vestía un pañalero que decía “Orgulloso de mi abuelito”, el atuendo contrastaba con el de su abuelo, que decía “va por ti carnal”.
Relató que es corredor desde hace muchos años, que ha participado en por lo menos 20 medios maratones, los últimos cinco se los ha dedicado a su hermano Vicente, quien falleció hace cuatro años, tras presentar cáncer.
Jesús aun reciente la partida de Vicente, sus ojos se llenaron de lágrimas al recordarlo, pero aseguró que seguirá corriendo hasta que le sea permitido. “Mientras Dios nos de licencia, aquí vamos a estar”.
‘POR USTEDES’
Por separado, Bolívar Ibarra Reyes, originario de Real de Catorce, San Luis Potosí, rompió en llanto tras cruzar la meta.
Portaba una playera que decía “Esta va por mis viejos”, y tenía la foto de sus padres fallecidos hace tres y ocho años. Corredor desde hace 40 años, fue recibido por su pareja con un amoroso beso.
AL LADO DE SU MEJOR AMIGO
Canes de raza y criollos acompañaron esta edición 26 de la 21K a sus humanos corredores. “Sarabhi” de pelaje color miel y los ojos azules claros corrió al paso de Pedro Mata, su dueño sin detenerse.
“Es mi compañera de entrenamiento, es la primer carrera que corre”, dijo el corredor. Aseguró que la can se encontraba cansada, pero contenta, como él. “Hice un poco más de tiempo, pero estoy contento”.
¡SE LLEGÓ!
A las casi cuatro horas, mientras llegaban los últimos participantes y la meta era desmontada, Javier Braham Ríos no desistió. “En el nombre de Cristo”, dijo al cruzar la línea que daba fin al medio maratón.
Ríos corrió cuidando su cuerpo del sol, vestía un sombrero grande que le cubría el rostro. Lentes oscuros, mangas largas y pantalón. Es paciente de cáncer en tratamiento de quimioterapia y radioterapia. Sus familiares lo acompañaron en todo momento y a su paso. Él decidió dar esta otra batalla y ganarla.
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CUMPLEAÑOS FELIZ
“Estoy celebrando mis 70 años con un 21K”, dijo Bertha Alicia Guerra Peña, quien fue la última competidora en llegar a la meta, acompañada de sus hijas Cindy y Bety, y bajo la lente de su hijo Efrén, quienes celebraron el reto superado de su madre.
Originaria del municipio de Piedras Negras, al norte de Coahuila, llegó el sábado a cumplir lo que se había propuesto. “Quiero celebrar mi cumpleaños con un 21K”, dijo y terminó contenta y orgullosa de sí por ser capaz de haberlo logrado.
“Sí entrené, pero fue diferente la altura de aquí a la de Piedras (Negras), y lo gordilona. El calor no me hizo nada”, dijo. Sus hijos coincidieron en estar orgullosos de ella, y en casa era esperada por su esposo.
