El papa le habla al fútbol: el deporte debe ser deporte y no negocio

Deportes
/ 29 septiembre 2015

En el encuentro de 30 minutos en la renacentista Sala Clementina del Palacio Apostólico, el papa llenó de elogios al fútbol y el deporte en general.

Ciudad del Vaticano.- El papa Francisco bendijo hoy a las selecciones Italia y Argentina, Lionel Messi incluido. Pero aprovechó también su encuentro con el mejor futbolista del planeta en el Vaticano para unas palabras críticas sobre el mundo del deporte, que en su opinión se ha convertido en un gran negocio y debe esforzarse en erradicar la violencia y la discriminación.

En los años 90, la visita de Maradona al papa de entonces, Juan Pablo II, dejó insultos al pontífice y críticas a los "techos de oro" del Vaticano, que medios argentinos recuerdan estos días. Pero ahora, los comentarios más serios se produjeron más bien a la inversa, de boca del primer pontífice latinoamericano en la historia de la Iglesia católica y probablemente también del más futbolero.

"El deporte es importante, pero debe ser verdadero deporte. El fútbol, como otras disciplinas, se ha convertido en un gran negocio. Trabajen para que no pierda su carácter deportivo", dijo el argentino Jorge Mario Bergoglio durante la audiencia en la que participaron decenas de jugadores y directivos de ambas selecciones, que mañana ofrecerán un partido amistoso en honor al pontífice.

En el encuentro de 30 minutos en la renacentista Sala Clementina del Palacio Apostólico, el papa llenó de elogios al fútbol y el deporte en general y llegó a calificarlo como un "don de Dios" y a los fubolistas como "referentes" y "artífices del entendimiento y de la paz social". Pero al mismo tiempo, les dejó claro que la gente se fija en ellos dentro y fuera de los estadios y que ello conlleva una gran responsabilidad.

"El bien que ustedes hacen es impresionante. Con su conducta, con su juego, con sus valores hacen bien, la gente los mira, aprovechen para sembrar el bien. Aunque no se den cuenta, para tantas personas que los miran con admiración son un modelo, para bien o para mal. Sean conscientes de esto y den ejemplo de lealtad, respeto y altruismo", dijo.

El papa consideró también que, por mucho que se profesionalice y desarrolle el deporte, nunca debe perder su vocación inicial, que en su opinión contiene tres factores: "la belleza, la generosidad y la camaradería". En su opinión, si dichos elementos se dan "el estadio se enriquece humanamente, desaparece la violencia y vuelven a verse familias en las gradas".

Mientras sus predecesores animaban a las familias a ir juntas los domingos a misa, en el inusual encuentro entre deporte y religión bajo los frescos del Vaticano el regreso de las familias a los estadios jugó un papel central, como símbolo contrapuesto a la violencia que se viven en muchos estadios, sin ir más lejos en los de la Argentina natal del papa.

Bergoglio recordó que de niño iba con su familia al Gasómetro, el estadio del San Lorenzo, del que es hincha. "Ibamos en familia, papá, mamá y losAseguran que Barcelona estuvo a punto de desprenderse de Messi 

Barcelona, 13 ago (dpa) - El Barcelona estuvo diez años atrás a punto de desprenderse de Lionel Messi, elegido en las últimas cuatro temporadas como el mejor futbolista del mundo, aseguró hoy el diario español "As".

   Sandro Rosell, actual presidente del Barcelona, declaró "prescindible" a Lionel Messi en 2003, cuando el actual mandatario azulgrana ocupaba el cargo de vicepresidente deportivo, según el diario deportivo.

"Una de las primeras medidas de ahorro (en 2003) de la nueva junta liderada en el aspecto deportivo por Sandro Rosell fue la de considerar prescindible a Leo Messi", aseguró el periódico.

En aquel tiempo, Joan Laporta era presidente del Barcelona y Rosell era su "mano derecha". Asumieron la tarea de intentar regenerar a un club que por entonces arrastraba grandes problemas económicos y deportivos.

Así, las divisiones formativas juveniles del Barcelona sufrieron entonces grandes recortes presupuestarios. Por ejemplo, futbolistas como Cesc Fábregas y Gerard Piqué se fueron a Inglaterra en busca de minutos y mejores contratos.

"A Leo Messi estuvo a punto de pasarle algo parecido", recordó "As".

El argentino vivía por aquel entonces en Barcelona con su padre, Jorge Messi, quien mantenía el permiso de residencia gracias a una beca del club que le fue retirada ese año, recordó el diario.

"Ante esa situación, Jorge Messi le planteó al club que no le quedaba otra opción que regresar a Argentina con su mujer y llevarse con él a su hijo", agregó "As".

Siempre según la información, Guillermo Hoyos, entrenador por aquel entonces del Juvenil B del club, calificó esa decisión de "error monumental" y así se lo comunicó a Josep Colomer, responsable por aquel entonces del fútbol base del Barcelona.

"Rosell, con las manos atadas, lo entendía, pero no tenía dinero para ligar a Messi al Barça", destacó "As".

La solución llegó gracias a Antoni Vilalta, empresario amigo de Hoyos, quien contrató a Jorge Messi para su empresa a cambio de un porcentaje si el jugador llegaba al primer equipo.

"Leo no se fue, triunfó, pero el contrato jamás se pagó. Ahora está en los tribunales", concluyó el diario madrileño.

 chicos. Volvíamos felices a casa, por supuesto", afirmó el papa, minutos después de que el presidente de la Asociación del Fútbol Argentino (AFA), Julio Grondona, le pidiera que rezara para que los estadios argentinos vuelvan a ser como en su juventud, ante la ola de violencia y vícitimas que viven desde hace años.

   "Le pedimos que bendiga al fútbol argentino para que los estadios vuelvan a ser como eran cuando usted despertaba a sus primeras emociones de hincha. Sólo queremos, Su Santidad, vivir la fiesta en familia con respeto y hermandad", añadió Grondona, desde hace tres décadas al frente del fútbol argentino.

   Su contraparte italiano, Giancalo Abete, se empeñó también ante el papa en trabajar con un fútbol "sano y limpio" en el que no haya violencia y sí integración social y defensa de los valores éticos.

Como recuerdo de la visita, el papa bendijo un olivo, símbolo de la paz, que quedará plantado en el Estadio Olímpico de Roma. Pero más allá de los símbolos, el Vaticano aprovechó la visita de Messi y algunos de los mejores futbolistas del planeta para lanzar una iniciativa en la que escuelas a nivel mundial cooperarán independientemente de su nacionalidad, credo o nivel económico.

"Es difícil cómo se vive hoy en día, la crisis que hay, las cosas que pasan, pero creo que esto es un buen comienzo para poder mejorar eso", dijo Messi en la presentación del proyecto junto al capitán italiano, Gianluigi Buffon, quien salió con un propósito claro de la jornada en el Vaticano: "Con un papa así es fácil ser mejores. Trataremos de cumplir las promesas que tantas veces hemos hecho y ha menudo hemos incumplido".

Por Vicente Poveda/DPA



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