Un 'Gusano' de 4 goles en la final

Deportes
/ 29 septiembre 2015

Hace 15 años, Gustavo 'El Gusano' Nápoles marcó cuatro goles con Chivas en la final ante Toros Neza

México, DF. Dos tazas humeantes sobre la mesa. Una grabadora es testigo del viaje al pasado. Gustavo Nápoles recorre el río de recuerdos sobre la balsa de la memoria. Hoy, se cumplen 15 años. El 1 de junio de 1997 es imborrable. El décimo título de Chivas, conseguido por un 6-1 (7-2 Global) sobre Toros Neza, estuvo enmarcado por cuatro goles del "Gusano". Nadie más lo ha conseguido.

La cita con El Universal es en un café, a pocos metros del estadio Tres de Marzo. Él se conserva en forma. Luce igual que cuando futbolista. Incluso conserva el peinado. Viste jeans y camiseta azul. Recordar aquella fecha produce una sentencia inmediata: "Fue la tarde de mi vida".

- ¿Qué significa el 1 de junio de 1997?

- Fue el momento cumbre de mi carrera, tuve la fortuna de ser campeón una vez y fue en esa fecha, me atrevo a decir con el mejor equipo de México.

- ¿Cómo fue la noche previa al partido?

- Me acuerdo que batallé para dormir, tomé un relajante, pero traía más pendiente por una molestia en una costilla fisurada. Al 'Tuca' (Ricardo Ferreti) no le gustaba que se infiltrara ningún jugador, pero hablé con el doctor, se brincó la orden, la noche antes del partido me infiltró y mira, fue la tarde más importante de mi carrera.

- De camino al estadio, ¿te llegó el nervio?

- Teníamos nervio todos. De donde nos concentrábamos, pasábamos justo por el Club Guadalajara de camino al Jalisco. Es día íbamos como siempre echando relajo, pero justo al momento de pasar por el club vimos que estaba todo preparado para el festejo, ahí se hizo un silencio sepulcral en el camión. En vez de motivarnos dijimos 'hijole, ya está la fiesta preparada y ¿si no se hace?'. El 'Tuca' se levantó, se aventó una broma y todos aplaudimos, más por quedar bien que por otra cosa, porque el nervio estaba latente.

Anotaciones para la historia

La llegada al Jalisco fue en medio de algarabía. La afición estaba lista para festejar. "Guadalajara tenía 10 años sin ser campeón y había mucha necesidad de obtener el título", recuerda Nápoles. Los jugadores rezaron juntos. Luego, saltaron al campo. El "Gusano" tenía una cita con la historia.

El primer tiempo fue tenso. Terminó sin goles. En el segundo, se abrió el camino muy rápido. Al '50, Gustavo empujó un centro de Alberto Coyote. "Fue una liberación para todo el plantel y para la gente porque en el primer tiempo estaba el nervio de que Toros Neza estaba haciendo mejor las cosas", relata.

- "Tilón" Chávez anota el segundo de inmediato y al '55 pones el 3-0 en un tiro de esquina, no era habitual que aparecieras rematando, ¿qué pasó ahí?

- Es un gol anecdótico. En la jugada previa hay un disparo del 'Tilón' que apenas desvía Larios. En los tiros de esquina yo siempre iba a primer palo, no al centro, pero yo no vi qué había marcado el árbitro, pensé que era saque de meta, entonces me fui a tres cuartos de cancha y cuando veo que cobran el tiro de esquina no me dio tiempo de llegar a mi zona, sólo alcancé a la altura del manchón penal y mira, cuando Dios te tiene algo predestinado... me tocó la fortuna de cabecear como nunca lo hacía y meterlo al ángulo.

- Tu tercer tanto fue el 5-0, al '74, ¿ahí ya te sentiste campeón?

- Ahí sí ya pensé que era campeón. Obviamente desde el 4-0 le veías el semblante a los rivales y lees cuando el rival se siente derrotado. Ese fue el detonante para que se dejaran vencer antes de tiempo y viniera la goleada.

Tardó en tomar consciencia

Una persona se acerca a la mesa que Gustavo Nápoles comparte con El Universal. "Oye 'Gusano', ¿me puedo tomar una foto contigo?", le dice. El ex futbolista, amable, lo atiende con una sonrisa. "Todavía se acuerdan de aquella tarde", dice al retomar su silla para continuar el viaje por el mar de recuerdos.

- Cierras la memorable actuación con el 6-1, al '83, tu cuarto en la Final, ¿dimensionaste en ese momento que había hecho algo histórico?

- No para nada, yo lo único que dimensionaba era que quería ser campeón, no me importaba quién metiera los goles, lo que me importaba era salir campeón, era mi sueño de toda mi vida. No sabía si iba a tener otra oportunidad de volverlo a ser y no me tocó otra vez. Nos sentimos realizados y más por la cola que traía la institución de 10 años sin título. Era como decir "ya cumplimos".

- ¿Cuándo tomaste consciencia de tu logro?

- Hasta el pasar de los años, porque a los meses obviamente no, sí sabia que nadie había logrado esa cantidad de goles en una Final, pero igual no se le daba tanta bola. No había pasado y no ha vuelto a pasar.

- Por México han pasado goleadores como Cabinho o Cardozo y no pudieron, ¿crees que alguien supere esa marca?

- No sé. Creo que se tienen que acomodar varios factores para que suceda, si por ahí llega a haber una Fina con un 2-0 o 3-0 a medio tiempo, se pueden desfondar el rival y se puede dar, porque ahí no hay más, es matar o morir, si falta poco y está definido el juego, se puede dar una situación como la de hace 15 años.

- ¿Fue la tarde de tu vida?

- Sí, por supuesto. Nada más me tocó la fortuna de ser campeón una vez, pero con qué equipo. Fue la décima copa, traía el numero 10, con estadio lleno, el único "pero" a todo es es que me hubiera gustado ya haber tenido mis hijos para que lo hubieran vivido, pero nacieron varios años después.

- En medio de todo el desorden en la celebración, ¿sí te tocó cargar la copa?

- No, no. De hecho, yo no tengo ni siquiera medalla, a mí no me tocó porque fue un desorden el festejo, no hubo ceremonia de premiación, no sé cuándo entregaron la copa o dieron las medallas. Incluso algunos de mis compañeros que sí les tocó medalla se las arrebató la gente que estuvo ahí y yo ni siquiera tuve una en mis manos. No fue como ahora que pasas y te la ponen al cuello.

De política y dirección técnica

Después de aquella actuación con el Rebaño Sagrado, en 1997, Gustavo Nápoles seconvirtió en icono del momento. Por ello, el PRI lo llamó para hacer campaña. Eran tiempos electorales. Pero el "Gusano" asegura que todo fue por amistad.

- ¿Cómo fue que te tomó el PRI para su campaña?

- Fue algo sobre la marcha. Estábamos en una reunión, dos días después del título, y el hijo del licenciado (Salvador Martínez Garza) me preguntó si quería apoyarlo con un comercial para el PRI y le dije "sí, con todo gusto, no hay ningún problema". Mucha gente me dijo que si hubo contrato o dinero y no hubo absolutamente nada. Fue única y exclusivamente por la amistad con el licenciado, esa fue la situación. No fue nada raro.

- ¿Hoy a qué te dedicas?

- Hoy disfruto de mi familia, acabo de terminar mi curso de entrenador, esperando una oportunidad de incursionar en el medio. Tarde o temprano, cualquier exjugador, directa o indirectamente, siempre va a estar ligado a esto.

- ¿Te sueñas en la banca de Chivas?

- A quién no le gustaría estar en la institución. No sé si por mi personalidad cumpla el perfil para estar en la actualidad, pero Guadalajara le mueve a cualquiera. El perfil de antecedente chiva y haber sido campeón lo reúno, pero no sé si reúna el "otro" perfil, porque a veces me da la impresión que no puedes ni opinar de nada cuando estás dentro de la institución.




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