Boxeo de aficionados dice adiós a los JO
COMPARTIR
TEMAS
El mexicano Oscar Molina, eliminado en el inicio del certamen de peso welter fue más directo: "Esta fue mi última pelea amateur.
Londres, Inglaterra.- El boxeo olímpico empieza a sentir el aroma a contratos, pugilistas millonarios y cabezas desnudas: los de Londres 2012 son los últimos Juegos de aficionados en el deporte de los puños, convencido de que el camino es abrirle los brazos al profesionalismo.
La necesidad de estrellas por parte de las entidades oficiales y la dificultad para subsistir de la gran mayoría de los luchadores llevó al boxeo olímpico a una encrucijada: ¿se puede seguir así?. Y la respuesta es "no".
"La experiencia de los Juegos Olímpicos me gustó y quiero repetirla dentro de cuatro años, pero sólo lo haré si la federación de mi país y el gobierno me garantizan una beca y el apoyo económico para mi familia", aseguró a dpa el panameño Juan Huertas, de apenas 18 años, que quedó eliminado en la primera ronda del peso ligero.
El mexicano Oscar Molina, eliminado en el inicio del certamen de peso welter fue más directo: "Esta fue mi última pelea amateur, yo me voy al profesionalismo, aunque no sé con quién voy a firmar".
El boxeo olímpico estuvo siempre enfocado en boxeadores de apenas pasados los 20 años. La mayoría de ellos viven su experiencia en unos Juegos y luego se despiden del amateurismo para continuar como profesionales.
"En Puerto Rico es imposible vivir como amateur. Ningún boxeador nuestro ha podido repetir dos Juegos Olímpicos y es muy duro porque ellos se van casi siempre obligados", dijo Orlando Rodríguez Zayas, entrenador del equipo puertorriqueño.
Cuba era el único país que siempre mantuvo en alza el amateurismo de sus púgiles (de hecho, prohibe la llegada al profesionalismo de sus luchadores), hasta que Brasil encontró la herramienta para fomentar el boxeo de aficionados.
"En Brasil, los profesionales se mueren de hambre. Gracias a la ayuda del gobierno y de los patrocinadores, yo puedo mantener a mis dos padres", advirtió a dpa Juliao Neto, que con sus 31 años parece un "abuelo" de los Juegos de Londres.
El apoyo económico ofrecido por la compañía petrolera Petrobras resultó un factor clave para el sustento de los boxeadores del país sudamericano.
La Asociación Internacional de Boxeo Amateur (AIBA) tomó cartas en el asunto y decidió dar un paso adelante en la transición hacia el profesionalismo.
El presidente de la entidad, el taiwanés Wu Ching-Kuo, promovió la creación del organismo AIBA Pro Boxing (APB), que reunirá a un grupo de unos 60 boxeadores a los que se les otorgará un contrato como profesionales y luego se les permitirá volver a participar en unos Juegos Olímpicos.
"Será algo interesante. La AIBA escogerá a los mejores boxeadores, por lo tanto serán siempre choques de buenos contra buenos", analizó Joao Barros, entrenador del equipo brasileño de boxeo.
El temor de muchos integrantes de la familia del boxeo amateur es que la AIBA pierda el límite en el traspaso hacia el profesionalismo.
La idea de la entidad de quitar los cascos y las camisetas a partir del 2013 generá más controversia que aceptación entre los protagonistas.
"Es algo muy peligroso. Si yo gano una pelea y me hacen un corte en la ceja, no podré competir en la siguiente y me tendré que volver a casa. ¿Qué hago?", se quejó el puertorriqueño Jeyvier Cintrón, clasificado a los octavos de final del peso mosca.
La idea de Wu es lograr que el amateurismo se convierta una atracción real para el espectador y aspira a tener a boxeadores de la talla de Manny Pacquiao o Floyd Mayweather Jr. en los Juegos de Rio de Janeiro 2016.
"Estoy decidido a poner en marcha el boxeo profesional bajo el paraguas del AIBA, de forma que seamos el líder verdadero y respetado de nuestro deporte", dijo el directivo meses atrás.
El boxeo olímpico está por despedirse de una era después de los Juegos de Londres y los pugilistas parecen estar dispuestos a subirse al barco del cambio.