Y ahora Nery Castillo me quiere madrear: Rufo

Pachuca, Hidalgo. Hace unas semanas encontré en el baúl de los recuerdos familiares una foto del inicio de la década de los 80's, aparece en la formación tradicional del Atlético Potosino en el Estadio Plan de San Luis. En dicha fotografía se ve a Nery Castillo padre, QEPD, figura e ídolo en tierras potosinas en aquella época.

Lo que en la foto llamó la atención es que en la foto aparezco yo, sí, el pequeño Rufo con apenas 11 o 12 años, y estoy en el equipo. Todo fue una coincidencia, visitábamos a la familia en San Luis y fuimos invitados al juego Atlético Potosino contra Atlante, y ya en el estadio nos llevaron a la cancha a mi hermano El Fish y a mí para la foto.

Al ver la foto de inmediato se me ocurrió compartirla con Nery Castillo hijo, hoy en Pachuca, mostrándosela como una linda coincidencia y grabar en video su reacción al ver la imagen.

Me di a la tarea de buscar a Nery para dicha nota, pero no coincidíamos, fue hasta el pasado martes 25 de septiembre cuando lo intercepté en el hotel donde llegó junto con Pachuca para la concentración previo al juego contra Neza. Me acerqué a él, le hablé, intenté saludarlo y Nery ni volteó a verme.

Minutos después un integrante del club me explicó: "A Nery le prohibieron dar cualquier entrevista después de lo que declaró en contra de Vergara". Tomé mi fotografía y me fui de ahí.

Después se me asignó la cobertura del juego Pachuca contra Chivas en el Estadio Hidalgo, ¡wooooow! Gran oportunidad de buscar a Nery y tener la nota. Le mostré la foto al jefe de prensa del Club Pachuca, le expliqué mi cometido y me expresó su alegría por dicha coincidencia, igualmente le enseñé la fotografía a Hugo Sánchez, quien me dijo: "Será una gran entrevista, hazla ya, estará sensacional".

Con dichas opiniones me fui directo a buscar a Nery saliendo del vestidor, después de la victoria sobre Chivas; ya estaban ahí Alejandro Mijares, jefe de Prensa de Pachuca, y Gil Marines, director de Mercadotecnia del club minero, explicándole a Castillo que le estaba solicitando una entrevista y escuché a Nery diciendo: "No, no, no".

Me acerqué más, lo vi de frente y Nery dijo: "Él y yo solos".

A continuación la sorpresiva plática que tuvimos:

Nery me recibe y me dice:

Nery: "Tienes suerte de que exista gente alrededor porque de otra forma aquí mismo te rompo la madre".

Rufo: ¿Quéeeeee?

Nery: "Ahora sí vienes a buscarme, pero no me olvido de lo que me hicieron y me provocaron tú y tu amiguito, a ti te recuerdo perfecto por tu cabello, hicieron que me fuera cuatro años a la mierda".

Rufo: Oye Nery, jamás nadie haría eso...

Nery: "En la conferencia decían que yo había llegado borracho a México".

Rufo: Oye Nery, pero si yo hasta terminé alejando a mi compañero (Ricardo Magallán), porque tú lo estabas retando a golpes.

Nery: "Mira ya me estuvieron ahora madreando toda la semana y hoy sí vienen a buscarme, allá afuera están todos sus compañeritos suplicando por una declaración mía, pero mira yo no necesito de nadie de ustedes, yo tengo uno huevotes como no se lo imaginan, por ustedes me pasé cuatro años en la mierda y no fui al Mundial".

Rufo: ¿Quéeeeee?

Nery: "Pero cuando te encuentre sin gente en la calle ahí sí te madreo".

En este momento se incorpora Jabel Marines y pregunta: ¿Todo bien?

Nery sale de su trance de odio , furia y rencores, toma aire y me pide: "Bueno, enséñame la foto".

Rufo: ¿Ya te desahogaste? Disculpa me equivoqué, no tengo nada que mostrarte. Bye.

Me doy la vuelta y me voy. Jabel me acompaña muy apenado por el incidente y le digo: Jabel no te preocupes, este muchacho no representa los valores que en este club se practican, realmente está muy afectado y de parte de Pachuca no es necesaria ninguna disculpa, el joven está muy confundido, lleno de rencores y furia.

La plática con Jabel concluyó como siempre, con un apretón de manos y un abrazo. Minutos después algunos colegas que se enteraron me sugirieron: "Rufo, debes denunciar esto, Nery te amenazó como periodista, resultado de tus opiniones de trabajo".

Lo que sé es que jamás había visto a nadie reflejando tanto odio en su mirada y en sus palabras.