Rory McIlRoy, el niño prodigio que cambió los récords del golf
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McIlroy, de 22 años, ganó el certamen con relativa facilidad al acumular 268 golpes, 16 bajo par, ocho impactos delante del australiano Jason Day, quien desplazó al tercer lugar al surcoreano Y. E. Yang
Miami/Bethesda.- El norirlandés Rory McIlroy llegó al US Open con la ilusión de conquistar el primer "major" de su carrera y hoy tras cuatro exigentes jornadas se alzó con la corona y el reconocimiento de un niño prodigio que cambió los libros de récords del golf.
McIlroy, de 22 años, ganó el certamen con relativa facilidad al acumular 268 golpes, 16 bajo par, ocho impactos delante del australiano Jason Day, quien desplazó al tercer lugar al surcoreano Y. E. Yang.
Junto a Yang compartieron esa posición los locales Robert Garrigus y Kevin Chappel y el inglés Lee Westwood, segundo en la clasificación mundial.
El nuevo astro del golf inició la última jornada con ocho golpes de ventaja que sus adversarios no consiguieron remontar. Hoy completó una tarjeta de 69 impactos, dos bajo par, sosteniendo así su cómoda ventaja de los días anteriores.
A lo largo de las cuatro jornadas McIlroy estableció varios récords en el prestigioso certamen, que ganó de punta a punta, sexto jugador que alcanza esa proeza.
Considerado por muchos como la versión presente de Tiger Woods, el viernes McIlroy se convirtió en el primer jugador en la historia del certamen en alcanzar un 13 bajo par y también empató la mayor ventaja tras dos rondas con seis golpes.
En la siguiente fecha estableció otro récord en 54 hoyos con 199 impactos, 14 bajo par, que dejó atrás la cifra de 200 impuesta por el estadounidense Jim Furyk en 2003.
Aunque la ventaja era decisiva, pues nadie ha perdido el Abierto estadounidense cuando la diferencia ha sido de cinco o más golpes, el inglés Lee Westwood se resistió a considerarlo el ganador.
"No dan trofeos los viernes y sábados", respondió Westwood con visible desagrado al finalizar la tercera ronda cuando le preguntaron si ya McIlroy tenía en las manos el primer "major" de su carrera.
Profesional desde septiembre de 2007, para McIlroy fue el tercer triunfo de su carrera, ya que antes se impuso en una lid del tour europeo en 2007 y en otra de la gira estadounidense el pasado año.
La victoria, además, significó un desquite personal, pues en abril sufrió un doloroso revés en el Masters de Augusta, que lideraba por cuatro golpes sobre la misma cantidad de rivales en la jornada de clausura.
Pero en un funesto domingo, McIlroy cometió triple bogey en el décimo hoyo y concluyó la ronda en 80, que lo desplazó hasta el lugar 15 de la lid.
Con su actuación, McIlroy demostró que el tercer lugar en el PGA Championship en 2009 y 2010 e igual lugar en el The Open Championship del año pasado fueron la consecuencia de un jugador de grandes perspectivas y con un exitoso camino por delante.