George Foreman, una leyenda que arrancó en México
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El estadunidense, uno de los más grandes campeones en la historia del boxeo, reconoce a nuestro país como la cuna donde nació su épica carrera
LAS VEGAS.- Todo empezó el 23 de octubre de 1968 en el famoso inmueble de la calle Doctor Lavista, esquina con avenida Chapultepec, en la capital mexicana.
Para el ex campeón mundial de los pesados, George Foreman, el origen de su exitosa trayectoria en los encordados es la Arena México: sede del boxeo olímpico durante los Juegos de México 1968, donde ganó la medalla de oro.
Big Foreman ha asegurado en varias entrevistas que no cambiaría ninguno de sus títulos mundiales por aquella presea olímpica de peso completo en la Arena México.
-¿Mantiene los buenos recuerdos de México?
¿México? ¡Caramba! El origen de todos mis recuerdos comenzaron en la Ciudad de México cuando gané la medalla de oro y la gente creyó en mí y me abrazó, me hicieron sentir muy bien. Fue el surgimiento de mi carrera como campeón en México 1968, siempre lo consideraré mi casa.
Así respondió Foreman, quien fue uno de los invitados especiales a la última convención de Consejo Mundial de Boxeo, en Las Vegas, Nevada.
Dos años antes de alcanzar la gloria olímpica, Foreman recuerda que un día veía en la televisión de su casa un comercial de su ídolo Jim Brown.
El jugador de futbol americano invitaba a los jóvenes a unirse al programa educativo Job Corps ("por llegar a ser alguien en la vida"), y se integró a este grupo en Oregon.
Durante su estancia en el campamento, Foreman protagonizó una pelea. Los encargados de Job Corps no sabían cómo canalizar el potencial del joven nacido en Texas y solicitaron ayuda al entrenador de boxeo Charles Doc Broadus, quien se encargó de meter a George al gimnasio y descubrir al futuro ídolo.
En muy poco tiempo detectó el talento de Foreman, quien sin problemas consiguió su boleto para participar en los Juegos Olímpicos de México 1968.
Disputó la medalla de oro frente al ruso Ionas Chepulis, a quien se impuso en dos rounds, después de que en el primero ya le había abierto la boca y la nariz con su potente jab.
Y aunque no contaba aún con una técnica depurada y cuando el boxeo amateur aún no utilizaba la protección en la cabeza, Foreman se impuso a Chepulis, cuando el referí decidió parar la pelea ante la superioridad del estadunidense, quien previo a ese compromiso solamente contaba con 18 peleas en su haber.
Foreman festejó su triunfo ondeando un banderita de los Estados Unidos en los cuatros lados del ring, uniéndose a las protestas que encabezaron Tommie Smith y John Carlos, quienes llevaron el estandarte como símbolo del movimiento del Black Power en contra de las acciones raciales que se vivían en su país.
Precisamente esa banderita se la obsequió Tommie Smith a Foreman, aunque el boxeador no sufrió ninguna represalia como los velocistas a quienes les retiraron sus medallas.
"Fue una gran parte de mi carrera en México", recordó Foreman, quien a los 19 años iniciaba el camino de su leyenda en los cuadriláteros con la gloria olímpica, a pesar de que después pasara a la historia por aquel combate en el que derrotó a Joe Frazier en Jamaica, donde se convirtió en campeón del mundo de peso completo del CMB.
"Siempre he dicho que ningún cinturón se siente tan bien como ganar una medalla de oro cuando uno viene de la pobreza", reconoció el ex campeón, quien ahora está convertido en un empresario millonario, así como en un reconocido ministro religioso.
Foreman comenta que se mantiene cerca del ambiente de los puños, después de que en 1997 colgara los guantes definitivamente.
"Me mantengo muy cerca del boxeo porque tengo un hijo, George III, quien está clasificado como 14 del mundo en los pesados, eso me hace mantenerme cerca, así como la posibilidad que ahora me brinda el señor José Sulaimán de venir a la convención. Esto me permite seguir muy pegado al boxeo. Me encanta estar aquí, la gente que viene es encantadora y es impresionante lo que pasa a favor del boxeo en las convenciones", agregó Foreman, quien habló del boxeo mexicano.
"Hay grandes boxeadores, en especial los campeones que tienen en México, porque ponen todo para ofrecer grandes exhibiciones. Siempre vienen de atrás para dejar todo en el último round, ésas siempre serán buenas noticias para el mundo del boxeo", finalizó.