Elite del sumo cumple con su cita anual en el templo Yasukuni
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<strong>Tokio, Japón</strong>.- Los mejores luchadores de sumo de Japón, incluidos los dos grandes campeones mongoles, se enfrentaron hoy en el Hono Ozumo, un torneo-ceremonia al aire libre que se celebra anualmente en el templo sintoísta Yasukuni de Tokio desde 1869.
Desde por la mañana un templo Yasukuni cubierto de pétalos arrancados de los cerezos en flor acogió decenas de combates, hasta que al mediodía se enfrentaron los dos mejores rikishi (luchador de sumo) de Japón, los mongoles Hakuho y Asashoryu.
Ambos luchadores, que poseen el rango de yokozuna o gran campeón, fueron vitoreados permanentemente por los asistentes, sobre todo los niños que acudieron a ver a sus ídolos.
Hakuho venció a Asashoryu en un combate sin la tensión e intensidad que caracteriza a los torneos de la Copa del Emperador, pero los aficionados gritaron con la misma fuerza los nombres de su luchador favorito.
El momento cumbre del día llegó cuando los luchadores de mayor rango acudieron al templo a rezar, en una colorida ceremonia que precedió a los combates más interesantes del día.
El templo Yasukuni, uno de los más importantes de Japón, es muy polémico, ya que en él se rinde homenaje a los soldados nipones caídos en combate, incluidos algunos notorios criminales de guerra.
Cada vez que un político nipón de alto rango visita el templo, las autoridades chinas y surcoreanas suelen emitir sonoras quejas.
Sin embargo hoy Yasukuni estaba más lleno de aficionados al sumo que de fieles.
Desde su nacimiento, este deporte está íntimamente ligado a la religión sintoísta, una creencia nacida en Japón y sincretizada con el budismo llegado de Corea y China.