Bears de Chicago anunciarán obra de nuevo estadio, con inversión de 33 mil millones de pesos
El equipo de la NFL mantendrá sus juegos como local en la ciudad de Illinois, gracias al recurso que prestará el gobierno para dicha edificación
Los Bears de Chicago programaron para el miércoles una conferencia de prensa para anunciar sus planes para “un estadio cerrado de propiedad pública y de última generación” en el Museum Campus de la ciudad, cerca del Lago Michigan.
El anuncio del lunes informó que los planes contemplan la exigencia de espacios verdes y abiertos adicionales con acceso a la orilla del lago, todo bajo la intención del alcalde Brandon Johnson, quien quiere mantener al equipo en la ciudad.
El equipo dijo el mes pasado que estaba preparado para proporcionar más de 33 mil millones de pesos para un estadio de propiedad pública en la ciudad.
TE PUEDE INTERESAR: Fallece José Armando a los 13 años, fan de hueso colorado del Cruz Azul, tras luchar contra la leucemia
“El futuro estadio de los Bears de Chicago traerá una oportunidad transformadora a nuestra región, impulsará la economía, creará empleos, facilitará macro eventos y generará millones en ingresos fiscales”, dijo el presidente del equipo, Kevin Warren, el 11 de marzo.
La declaración de Warren marcó un cambio de enfoque en la construcción de una nueva casa en los suburbios.
El nuevo estadio estará muy cerca del actual, el Soldier Field que ha sido el hogar de los Bears desde 1971. El contrato de arrendamiento del equipo ahí se extiende hasta 2033.
El club de Chicago gastó más de 3 mil 300 millones de pesos más hace más de una década para adquirir el terreno del Hipódromo Internacional de Arlington cerrado a Churchill Downs Inc. en los suburbios de Arlington Heights.
El equipo imaginó construir un estadio en un terreno de 131 hectáreas a unos 48 kilómetros al noroeste de su antigua “casa”, con restaurantes, tiendas minoristas y más en la propiedad, todo por alrededor de casi 85 mil millones de pesos, con algo de ayuda de los contribuyentes.
Los Bears dijeron que pagarían el estadio en Arlington, y que el dinero de los contribuyentes cubriría los costos de infraestructura como carreteras y alcantarillado. Esos planes se estancaron y el equipo citó una evaluación de la propiedad que, según dijo, era demasiado alta.
Con información de AP