Con un emotivo Cristiano Ronaldo, Portugal pasa a los Cuartos de Final gracias a un heroico Diogo Costa en penales
COMPARTIR
TEMAS
Tras el penal fallado por ‘CR7’, tanto él, como su Selección, se reivindicaron en la tanda de cobros máximos y pusieron su nombre en la siguiente ronda de la Eurocopa 2024
De las lágrimas por fallar un penalti en la prórroga, a las risas después de ganar a Eslovenia en la tanda de penaltis, Cristiano Ronaldo tendrá una vida extra más en su última Eurocopa gracias a la gran actuación de su portero Diogo Costa, que reinó en la tragicomedia de su compañero después de parar tres penas máximas en la tanda de penaltis y de salvar un mano a mano ante Sesko en el último instante de la prórroga.
Cristiano se vio eliminado de la Eurocopa durante muchos minutos. Oblak, un muro impenetrable, otro portero excelso que merece un monumento, frenó todos sus intentos. El más intenso, en la primera parte de la prórroga, provocó el llanto del inagotable futbolista portugués, que no contuvo sus emociones después de fallar un penalti que habría evitado la lotería posterior desde los 11 metros.
Pero ahí apareció Diogo Costa, para rescatar a su compañero, que después se atrevió de nuevo con una pena máxima que, esta vez, no falló.
TE PUEDE INTERESAR: Asesinan a la hermana de Carlos Salcedo en el Estado de México
A Roberto Martínez no le tuvo que gustar nada el experimento de la última jornada de la Fase de Grupos, en la que salvó alguna excepción, se enfrentó a Georgia con un 11 plagado de teóricos suplentes.
Perdió, la imagen rozó el desastre y volvió a los orígenes, a su equipo más reconocible con el que triunfó en sus dos primeros partidos de la Eurocopa. Los mismos que doblegaron a Turquía 0-3 aparecieron por el césped del Frankfurt Arena para terminar con la aventura de la voluntariosa Eslovenia.
Entre todos, estaba de nuevo Cristiano Ronaldo. El delantero del Al-Nassr lo ha jugado casi todo. Sólo se perdió los últimos 25 minutos de la derrota ante Georgia. Su ambición parece no tener límites y Roberto Martínez va con su atacante a muerte.
No le importan las críticas que deslizan que por muchos goles que meta y por muy bien que se encuentre físicamente, sea un lastre para el esquema de Portugal. El técnico del combinado luso apuesta por él y punto.
Y como en los anteriores duelos, Cristiano volvió a sacar a la luz su ansiedad. Aún no ha aplacado su voracidad insaciable durante la Eurocopa y necesita celebrar un gol para calmarse.
Roberto Martínez buscó la solución a tanto atasco con Diogo Jota y sin Vitinha, a quien sacó del terreno de juego para afrontar la última media hora. Cristiano, mientras, seguía entretenido en su mundo, intentando todo con cierto punto de egoísmo acaparando faltas: las lejanas, las cercanas, las escoradas a la izquierda o a la derecha. Todas, menos una que por lo menos fue contra el cuerpo de Oblak, mal lanzadas.
Y al final, cuando tenía que marcar, no marcó: en el minuto 89, delante de Oblak, volvió a mandar la pelota contra el eficiente portero de Eslovenia.
Cristiano, por fin, vio la luz al final del túnel con una oportunidad única en el primer tiempo extra. Agarró la pelota, nadie más podía lanzar el penalti, y se lo paró Oblak.
Entre lágrimas, se marchó al descanso de la prórroga. Se mascaba la tragedia para Portugal. Su madre, en el palco, también lloraba desconsoladamente. Sus compañeros besaban y abrazaban a un ídolo que parecía caído y que estuvo a un paso de ni siquiera alargar el partido hasta los penaltis.
Diogo Costa dio otra bola de partido a Cristiano con una parada decisiva en un mano a mano ante Sesko, el segundo que falló en un choque que se resolvió en los penaltis.
En ellos, otra vez, el portero de Portugal apareció para detener los lanzamientos de Drkusic, Balkovec y Verbic. Entonces, Cristiano, respiró aliviado, calmó su ansiedad y Francia espera en cuartos de final.
Con información de EFE